La defensa de Jair Bolsonaro había solicitado que la recuperación de su próxima cirugía se realizara en su domicilio, alegando motivos humanitarios y alegando complicaciones para proveerle la atención médica requerida dentro de la prisión. Sin embargo, el Supremo Tribunal Federal de Brasil decidió rechazar la petición y optó por autorizar únicamente un traslado sumamente restringido y supervisado al hospital para la intervención quirúrgica urgente. La resolución judicial establece que el expresidente solo podrá ausentarse del penal durante el tiempo indispensable para el desplazamiento, la cirugía y la inmediata observación médica, sin recibir permisos para convalecer fuera del entorno penitenciario. Según consignó Globo, la decisión responde a la detección de daños y señales de manipulación en la tobillera electrónica de Bolsonaro, lo que generó sospechas de un posible intento de fuga y determinó un refuerzo en el esquema de vigilancia durante todo el procedimiento.
De acuerdo con la información publicada por Globo, las máximas autoridades judiciales brasileñas consideraron la gravedad de una hernia inguinal bilateral diagnosticada en Bolsonaro. La urgencia de la operación fue confirmada por la Policía Federal, lo que condujo al Supremo Tribunal Federal a permitir la salida temporal del exmandatario bajo un sistema de control estricto. Toda la logística del traslado, desde el penal hasta el hospital, así como la permanencia en el centro de salud y el retorno, quedará bajo custodia continua de escoltas penitenciarios federales. Globo detalló que cada fase implicará comunicación anticipada y registros entre la defensa, la administración carcelaria y la Policía Federal, para documentar minuciosamente los movimientos involucrados y evitar cualquier desviación del protocolo estipulado.
La resolución menciona que el traslado se limitará exclusivamente a la atención quirúrgica imprescindible, sin contemplar autorizaciones para que Bolsonaro permanezca fuera del hospital o del penal tras la intervención. Cualquier argumento en favor de una extensión del reposo postoperatorio en una residencia particular ha sido descartado explícitamente. El protocolo de seguridad ordena que la reclusión se reestablezca de inmediato en cuanto termine el periodo mínimo de observación médica tras la cirugía. Esta medida está dirigida a minimizar riesgos relacionados con la proximidad física entre el establecimiento carcelario y el hospital privado donde será operado.
Según Globo, la condena de 27 años contra el exmandatario sigue vigente, resultado de su vinculación a los hechos ocurridos el 8 de enero de 2023, cuando se produjo una intentona golpista durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. El proceso penal continúa abierto, lo que sustenta la negativa de las autoridades judiciales a concederle regímenes de reclusión domiciliaria o cualquier flexibilización de la pena. El tribunal fundamentó su decisión en antecedentes de transgresión de restricciones judiciales previas por parte de Bolsonaro y la evaluación de un riesgo procesal especialmente alto.
El dispositivo de custodia incluye la intervención de equipos penitenciarios y la documentación precisa de todos los movimientos relacionados con la atención médica del expresidente. Según globoinformación, la coordinación anticipada y el registro documentado buscan garantizar la transparencia y el cumplimiento estricto de las condiciones impuestas por la sentencia. Nótese que la vigilancia se mantendrá en todo momento, desde el traslado hasta la finalización de la intervención quirúrgica, y no contempla bajo ninguna circunstancia la permanencia temporal fuera del hospital o del penal.
La sentencia judicial atribuye la implementación de este protocolo reforzado a la necesidad de asegurar la integridad del proceso penal y prevenir incidentes como fugas o interferencias en el caso en curso. Globo señaló que para casos considerados de alto riesgo procesal e implicaciones institucionales, como el de Bolsonaro, las normas judiciales requieren un control riguroso y la adopción de medidas de seguridad acordes a la sensibilidad del expediente. El esquema de vigilancia se ajustará a la duración exacta del periodo médico necesario, sin ofrecer opciones de relajación o excepción una vez concluidas la intervención hospitalaria y la observación obligatoria.
Bolsonaro deberá regresar al penal tan pronto como se cumplan los requisitos mínimos exigidos tras la cirugía. Todo procedimiento relacionado con su atención médica quedará registrado y sujeto al seguimiento de las instancias judiciales superiores. Además, Globo remarcó que el protocolo integral está diseñado para dar seguimiento pormenorizado, con comunicación formal y coordinada entre las partes implicadas, de modo que quede constancia de cada traslado, estancia y regreso a la prisión.
La autoridad judicial enfatizó la prohibición expresa de cualquier relajación en los controles o custodia una vez superada la necesidad médica urgente. El seguimiento judicial se extenderá hasta el pleno restablecimiento del régimen de cumplimiento de pena en las condiciones previamente establecidas. El protocolo prevé adaptarse únicamente si surgen nuevas eventualidades clínicas reconocidas y autorizadas, excluyendo desde ahora la posibilidad de implementar excepciones que permitan la permanencia del exprimer mandatario fuera del ámbito carcelario. Globo subrayó que el objetivo central de estas medidas consiste en asegurar la transparencia, proteger la integridad del caso judicial y garantizar que las decisiones del tribunal se cumplan sin desviaciones o ventajas indebidas.
Tras la intervención y la observación hospitalaria mínima, Bolsonaro reanudará el cumplimiento de la condena según los términos inicialmente fijados por la justicia brasileña. La resolución, según Globo, conservará plena vigencia mientras exista necesidad médica estricta, y el Supremo Tribunal Federal mantendrá el control de todos los movimientos relacionados con la atención, la seguridad y la vigilancia durante el proceso.
