Edmundo González alerta del "riesgo de muerte" por la falta de atención médica a presos en Venezuela

Organizaciones humanitarias advierten que el agravamiento de enfermedades, la escasez de medicamentos y la precariedad en las cárceles venezolanas provocan muertes evitables, mientras familiares y ONG urgen intervención internacional para garantizar derechos y atención médica adecuada

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La progresión de enfermedades inicialmente tratables hacia etapas avanzadas e irreversibles en reclusos venezolanos ha generado fallecimientos que, de acuerdo con los informes de organizaciones y familiares, se habrían evitado si existiera atención médica oportuna. Esta problemática se manifiesta especialmente en internos que sufren patologías crónicas, quienes, en ausencia de controles regulares y tratamientos continuos, enfrentan complicaciones que agravan su estado de salud y los exponen al riesgo de muerte. El opositor Edmundo González, radicado en España, destacó ante Europa Press la gravedad del panorama, subrayando que las barreras sistemáticas en el acceso a atención sanitaria dentro de los centros de detención ponen en peligro la vida de los presos.

Europa Press informó que la situación responde a fallas estructurales en el sistema penitenciario venezolano, donde la escasez de insumos médicos, la deficiencia de infraestructura y la falta de personal especializado perpetúan prácticas que se han vuelto cotidianas en torno a los presos por motivos políticos. Según documentó el medio, las denuncias sobre la falta de asistencia sanitaria y el agravamiento de enfermedades como cáncer, problemas cardíacos, trastornos neurológicos y afecciones ginecológicas han sido reiteradas por agrupaciones humanitarias y allegados de los detenidos, quienes alertan sobre un aumento sostenido de casos sin tratar.

La cobertura publicada por Europa Press recoge hallazgos de Justicia, Encuentro y Perdón, organización que detalla cómo el confinamiento y la privación de medicamentos generan un entorno de aislamiento que restringe la comunicación con el exterior y limita la posibilidad de solicitar ayuda médica a tiempo. La falta de respuesta institucional ante las solicitudes formales de atención, documentada en diversos informes, propicia que dolencias gestionables de forma ambulatoria deriven en cuadros complejos o mortales. Según González, las estadísticas y testimonios recopilados por agrupaciones expertas evidencian cómo la crisis sanitaria afecta de manera persistente a quienes permanecen bajo custodia estatal por motivos políticos, convirtiendo las muertes prevenibles en una constante.

Europa Press expuso que el deterioro en la salud física y mental de los reclusos tiene su origen no solo en la carencia de recursos médicos, sino también en el impacto asociado al hacinamiento, la deficiente alimentación y las condiciones inadecuadas para mantener la higiene. Tanto los testimonios de familiares como los datos registrados por ONG reflejan que la combinación de aislamiento, temor al empeoramiento de enfermedades y a la falta de atención transforma la vida cotidiana en las cárceles y contribuye al desarrollo de afecciones crónicas y secuelas permanentes.

El medio subrayó la especial vulnerabilidad de quienes dependen de intervenciones quirúrgicas o tratamientos complejos, ya que el acceso a estos procedimientos depende, en numerosos casos, de la movilización de recursos externos o de la intervención de entidades humanitarias. Esta realidad aumenta las posibilidades de que presenten complicaciones médicas que, fuera del ámbito penitenciario, recibirían una respuesta diferente. Los datos indican que los internos afrontan obstáculos adicionales debido a la ausencia de mecanismos regulares de monitoreo y fiscalización autónoma por parte de organismos internacionales u otras instituciones externas.

Europa Press reportó que la pasividad de las autoridades penitenciarias ante la demanda de atención médica permite que afecciones médicas —que en contextos extrapenitenciarios cuentan con tratamiento eficaz— avancen hasta etapas irreversibles. González relacionó estos hechos con una relación directa entre las condiciones de reclusión y el daño físico y psicológico en quienes han sido arrestados por causas políticas, insistiendo en que la frecuencia de fallecimientos ilustra el deterioro del sistema y la negación de derechos básicos.

La investigación del medio europeo abordó también los impactos psicológicos derivados del encierro prolongado bajo condiciones adversas. Los datos obtenidos revelan que la ansiedad, la depresión y los trastornos mentales en general se han incrementado, tanto en la población reclusa como en sus familias. La incertidumbre en torno al estado de salud de los internos y la sensación de desamparo han impulsado a los familiares a buscar apoyo en organismos nacionales e internacionales.

Europa Press consignó que las organizaciones no gubernamentales, así como allegados de personas privadas de libertad por motivos políticos, han presentado peticiones ante instancias multilaterales para la creación de mecanismos de supervisión permanente, fiscalización y presión diplomática. Estas demandas buscan transformar el modelo penitenciario y asegurar que la asistencia médica brindada a los reclusos respete los marcos normativos internacionales y los tratados suscritos por Venezuela en materia de derechos humanos.

La cobertura del medio recogió las advertencias del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, quien expresó su preocupación por la intensificación de la crisis sanitaria en las cárceles venezolanas. Estas advertencias reactivaron el debate sobre la legitimidad de las políticas implementadas y motivaron nuevos reclamos por parte de la comunidad internacional para que el Estado venezolano cumpla con sus obligaciones relacionadas con los derechos fundamentales de las personas en reclusión.

Según publicó Europa Press, las acciones de difusión y visibilización promovidas por familiares, grupos civiles y ONG han fortalecido la presión global sobre el gobierno venezolano. Las solicitudes presentadas insisten en la revisión integral de las condiciones de custodia, en la adecuación del sistema carcelario y en la introducción de garantías rigurosas que prevengan episodios de abandono sanitario y muertes evitables en prisión.

La información recabada y analizada por Europa Press sostiene que la crisis de acceso a la salud en las cárceles venezolanas no responde a fallas puntuales, sino que constituye una pauta estructural vinculada a prácticas de exclusión y a la utilización de la detención como herramienta de represalia política. Las denuncias reiteradas y el seguimiento de los casos han motivado el surgimiento de exigencias orientadas a garantizar, de modo efectivo, tanto la vida como la integridad física y mental de quienes se encuentran privados de libertad por razones políticas.

Las últimas publicaciones del medio sobre la permanencia de la crisis subrayan que cientos de personas identificadas como presos políticos siguen expuestas a escenarios de riesgo físico y mental debido a la falta de acceso a servicios médicos y a las condiciones de aislamiento. Diversos patrones identificados por defensores de derechos humanos y opositores, citados a lo largo de los informes de Europa Press, remarcan la necesidad tanto de atención médica inmediata como de un cambio profundo en el modelo penitenciario, orientado a la protección de los derechos fundamentales de los reclusos bajo la responsabilidad del Estado venezolano.