Aumentan a tres las víctimas mortales en el ataque con arma blanca y bombas de humo en el metro de Taipéi

El caso ha generado una revisión profunda de los protocolos de seguridad en el metro de Taipéi, con medidas inmediatas ordenadas por el gobierno y un escrutinio creciente sobre los mecanismos de protección empleados ante eventos violentos en ambientes urbanos concurridos

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El caso de un hombre de 57 años, fallecido tras intentar socorrer a otros usuarios durante el reciente ataque en el metro de Taipéi, sumó interrogantes a la revisión en curso sobre los protocolos de seguridad en el transporte público. Según detalló la agencia CNA, este episodio incluyó la utilización combinada de un arma blanca y bombas de humo, lo cual originó una situación de peligro para cientos de pasajeros, provocando tres muertes y al menos seis lesionados. El incidente, que ocurrió cerca de dos de las estaciones con mayor concentración de personas en la capital taiwanesa, llevó a que las autoridades ordenaran medidas inmediatas y evaluaciones profundas sobre la capacidad del sistema para enfrentar situaciones de este tipo.

De acuerdo con la información proporcionada por la agencia CNA, entre las víctimas mortales se encuentra un ciudadano que sufrió un paro cardiorrespiratorio tras la inhalación de los gases desprendidos por los artefactos utilizados en el ataque. Este fallecimiento, junto con los otros decesos, intensificó la atención tanto pública como gubernamental sobre la solidez de los controles de acceso, la eficiencia de las respuestas de emergencia y la posible existencia de carencias estructurales en la protección de los usuarios en redes de transporte urbano de alta afluencia. La agencia de noticias remarcó cómo la reconstrucción de los hechos se centra en supervisar tanto el comportamiento del atacante, identificado como Chang Wen, como la eficacia de los dispositivos de seguridad desplegados por el personal del metro.

Chang Wen logró ingresar al sistema con un cuchillo y dispositivos generadores de gases, pasando por filtros de seguridad que no detectaron su presencia. Según los reportes de CNA, el atacante se desplazó por áreas con elevado flujo peatonal antes de desencadenar el ataque y posteriormente huyó hacia el edificio Eslite Spectrum Nanxi, desde donde se precipitó desde una altura similar a la de un sexto piso. Chang Wen fue trasladado al Hospital General de Cathay, donde su muerte tras un paro cardíaco quedó confirmada a las 19:42 horas locales, como documentó la agencia.

CNA explicó que existía una orden de detención pendiente contra Chang Wen, impulsada desde mediados de julio por infracciones al régimen militar obligatorio en Taiwán. Este antecedente motivó a las autoridades a revisar el historial conductual, las relaciones familiares y cualquier señal previa que pudiera haber advertido un posible riesgo, con el objetivo de identificar oportunidades perdidas de intervención. Simultáneamente, la investigación incluye indagaciones sobre eventuales fallos administrativos y la eficacia del aparato de control en el acceso al metro, a fin de esclarecer si existieron omisiones que permitieran el ingreso de armas y materiales peligrosos.

En respuesta al ataque, el alcalde de Taipéi, Chiang Wan-an, dispuso un aumento de las patrullas policiales en las estaciones del metro y otros puntos estratégicos de la ciudad. CNA consignó que esta medida busca disuadir futuros incidentes y reafirmar la protección en la red subterránea. Además, la coordinación entre los organismos municipales y nacionales resultó en una revisión exhaustiva de los protocolos existentes, centrándose en asegurar la operatividad normal del sistema y restablecer la confianza de los usuarios.

El desarrollo de la investigación abarca dos áreas primordiales. Por un lado, la revisión minuciosa de los movimientos, comunicaciones y motivaciones de Chang Wen antes del ataque; por otro, la evaluación de los controles técnicos y humanos para detectar armas o sustancias peligrosas en los accesos al metro. CNA reportó que el análisis contempla imágenes de las cámaras de vigilancia, entrevistas a empleados y pasajeros, así como el recorrido previo del agresor, en un esfuerzo por identificar posibles puntos vulnerables y prevenir futuras amenazas.

Como parte de las acciones correctivas, las autoridades y los administradores del metro han establecido un plan de mejoras que incluye auditorías técnicas, refuerzo de la formación del personal de seguridad y la adopción de tecnología avanzada para la detección precoz de riesgos. CNA subrayó que estas iniciativas abarcan tanto las áreas de entrada al metro como espacios circundantes y otros servicios públicos con alta concurrencia, con el propósito de cerrar brechas existentes y actualizar las estrategias de respuesta ante eventos violentos.

En relación con la evolución clínica de los afectados, el seguimiento médico indica que algunos se mantienen bajo observación, especialmente quienes sufrieron lesiones por cortes y dificultades respiratorias por la exposición a los gases. La cobertura de CNA mantiene el foco público en las condiciones de los heridos y en el curso de su recuperación.

El caso generó también un debate sobre la asignación de responsabilidades legales, administrativas y operativas en materia de gestión de riesgos en entornos urbanos densamente habitados. Funcionarios nacionales y locales han manifestado, según informes de CNA, su disposición a examinar y, de ser necesario, modificar la normativa vigente para resolver lagunas o deficiencias legales, con la intención de fortalecer la protección en los sistemas de transporte público y evitar incidentes similares.

Entre las medidas adoptadas de forma inmediata figuran la intensificación de la cooperación interinstitucional, el fortalecimiento de los equipos de respuesta ante emergencias y la supervisión estricta de los puntos débiles en el sistema de seguridad del metro. Según indicó CNA, estas acciones pretenden garantizar una protección reforzada y la prevención de riesgos en todos los niveles del servicio.

La atención social y mediática permanece enfocada en el desarrollo de la investigación y en la implantación de las reformas anunciadas. De acuerdo con el seguimiento detallado de la agencia CNA, tanto la ciudadanía como las autoridades esperan que este proceso derive en cambios concretos que robustezcan el entorno urbano y el transporte colectivo, priorizando la seguridad de quienes diariamente utilizan estas infraestructuras para sus desplazamientos.