
La interrupción de la campaña mediática de Estado Islámico Provincia de Jorasán (ISKP) ha cobrado especial relevancia tras la suspensión, durante varios meses, de “La Voz de Jorasán”, su principal canal de propaganda en inglés. Dicha interrupción se atribuye tanto a la presión ejercida por operaciones antiterroristas como a la detención en 2024 de figuras clave del grupo, según reportó la agencia estatal de noticias APP y un reciente informe remitido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Como resultado de estos desarrollos, las autoridades de Pakistán confirmaron la captura de Sultán Aziz Azam, portavoz del ISKP, ocurrida en mayo cerca de la frontera afgano-paquistaní, una zona donde la actividad yihadista sigue siendo significativa.
De acuerdo con la información publicada por APP y reseñada en el informe de Naciones Unidas, los servicios de inteligencia paquistaníes realizaron la detención en un lugar que permanece sin identificar, próximo a la frontera con Afganistán, área donde ISKP y Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP), conocidos como los talibán paquistaníes, mantienen una fuerte presencia. El documento enviado al Consejo de Seguridad detalla, además, que la arrestación de Altun, uno de los principales responsables logísticos y mediáticos del grupo, en una operación conjunta turco-paquistaní, se considera otro golpe directo a la capacidad operativa y propagandística de la organización.
El reporte de Naciones Unidas señala que la capacidad de ISKP ha experimentado un debilitamiento tras la captura de altos cargos en Pakistán, entre ellos el portavoz Sultán Aziz Azam. La acción coordinada de las autoridades de facto en Afganistán, actualmente bajo control talibán desde agosto de 2021, y de las fuerzas de seguridad de Pakistán, ha logrado obstaculizar la planificación y ejecución de atentados de gran magnitud a ambos lados de la frontera. Según Naciones Unidas, varios ataques que ya se encontraban en fase de preparación fueron frustrados como resultado directo de estas operaciones.
APP consignó que el arresto de Sultán Aziz Azam no solo limita la capacidad del grupo para planear atentados, sino que además afecta su agenda comunicacional, visible en la reducción de la producción de propaganda. El informe subraya que “la producción de propaganda de ISKP en algunos idiomas se ha visto afectada”, atribuyendo la suspensión de “La Voz de Jorasán” a la presión sostenida sobre el grupo y la detención de personal clave.
El ISKP ha mantenido una activa agenda de reivindicación de ataques en regiones de Afganistán, Pakistán y también en otros países durante los últimos años. Entre las acciones más impactantes destaca el atentado en marzo de 2024 contra una sala de conciertos en Moscú, Rusia, que dejó un saldo de más de 140 personas fallecidas. La implicación de este episodio ha sido señalada repetidamente por informes de organismos multilaterales que monitorean el avance del grupo.
La zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán sigue considerándose un epicentro para las actividades de agrupaciones como ISKP y TTP. Diferentes operaciones conjuntas, como la que permitió la detención de Ozgur Altun este año, reflejan el esfuerzo continuo por parte de las autoridades regionales y su objetivo de reducir la capacidad de acción de los movimientos insurgentes.
Tanto la agencia estatal de noticias APP como el informe de Naciones Unidas han establecido que la cooperación entre agencias e instituciones de seguridad locales e internacionales resulta determinante para frenar la propagación de la propaganda radical y evitar nuevos atentados. El debilitamiento de los canales de comunicación del ISKP incide en su habilidad de captar nuevos integrantes y de coordinar ataques que puedan alcanzar repercusión en la región o fuera de ella.
El control ejercido por los talibanes sobre Afganistán desde 2021 agrega un componente adicional en la lucha contra estas agrupaciones. Según Naciones Unidas, las autoridades de facto en Kabul han adoptado medidas de seguridad en conjunto con las fuerzas paquistaníes, generando un impacto negativo en las operaciones del ISKP tanto en territorio afgano como paquistaní. Las detenciones recientes se inscriben en una serie de acciones más amplias que incluyen operaciones militares, intercambio de información de inteligencia y acciones de bloqueo de contenido en plataformas digitales.
Los desafíos relacionados con la seguridad en el cinturón fronterizo exigen una vigilancia continua e intercambio entre los diferentes actores regionales. De acuerdo con APP, la colaboración internacional replica la urgencia de mantener a raya a entidades que, como ISKP, han demostrado capacidad de perpetrar atentados más allá de sus ámbitos tradicionales de influencia. La información reunida en los informes más recientes destaca que, pese a estos avances en la lucha antiterrorista, las amenazas en la región persisten y requieren intervenciones sostenidas para evitar que grupos como Estado Islámico Provincia de Jorasán logren reorganizarse o readaptar sus mecanismos de operación y propaganda.

