Nieve, niebla y oleaje activan avisos en diez provincias con mínimas de hasta 0ºC

Las autoridades han reforzado la vigilancia ante fenómenos meteorológicos adversos que amenazan varias regiones, con bajas temperaturas, lluvias, bancos de niebla y olas intensas que dificultan el tránsito y afectan actividades agrícolas, pesqueras y portuarias

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La acumulación de polvo en suspensión ha incrementado la reducción de visibilidad en áreas orientales y en el archipiélago balear, lo que complica el tránsito y la vigilancia meteorológica en estas regiones. Según informó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la combinación de varios fenómenos atmosféricos mantiene activados avisos en diez provincias españolas, destacando la presencia de bajas temperaturas que alcanzan cercanías a los 0°C en localidades de Teruel y la persistencia de nieblas y nevadas que afectan tanto a zonas interiores como costeras e insulares.

Tal como publicó la AEMET, León y Palencia figuran entre las provincias bajo aviso amarillo por nevadas, especialmente en la Cordillera Cantábrica, donde el paso de un frente atmosférico está generando acumulaciones notables de nieve y capas densas de niebla, principalmente durante las primeras horas del día. El medio detalló que, en otras ocho provincias, se han activado alertas por causas similares, donde la interacción entre humedad, frío y nubosidad aumenta la posibilidad de precipitaciones sólidas y la formación de bancos de niebla. En el caso de Albacete, el aviso continúa debido a la persistencia de niebla espesa, un fenómeno que complica la movilidad y la gestión de emergencias locales.

De acuerdo con los reportes de la AEMET mencionados por distintos medios, los bancos de niebla afectan prioritariamente al interior del tercio este peninsular, extendiéndose hasta las islas Baleares, con especial repercusión en áreas montañosas y regiones de La Mancha. Las condiciones se agravan con la aparición de polvo en suspensión, un factor que, además de disminuir la visibilidad, puede incidir en la calidad del aire y sumar riesgos al tráfico en carreteras y zonas rurales.

En el litoral norte, la situación marítima mantiene el nivel de alerta en la franja costera atlántica y cantábrica. Según refirió la AEMET, comunidades autónomas como Asturias, Cantabria, A Coruña, Lugo, Pontevedra, Guipúzcoa y Vizcaya han sido incluidas en el aviso naranja debido al oleaje, un fenómeno atribuido al avance de un frente inestable desde el oeste. Esta circunstancia afecta la operatividad habitual en actividades portuarias y pesqueras, y exige seguimiento constante sobre la seguridad marítima.

El medio especificó que la vigilancia en los litorales atlántico y mediterráneo se mantiene elevada, ya que los temporales marítimos representan un riesgo para la navegación, la pesca y las maniobras portuarias. La AEMET subrayó que esta situación se acompaña de previsiones que indican un aumento de la nubosidad en la mayor parte del territorio peninsular y en las Baleares durante la jornada, con la excepción inicial del Levante, zona que rápidamente experimentará cielo cubierto.

La distribución de las precipitaciones se perfila desigual: la mayoría de las regiones peninsulares experimen lluvias, salvo la franja oriental, donde la probabilidad disminuye, excepto Cataluña, donde persisten las previsiones de chubascos. En otros puntos, como el mar de Alborán, Baleares, el litoral oriental de Cataluña y la costa oriental del Cantábrico, se mantiene la amenaza de tormentas localmente intensas.

La agencia meteorológica ha insistido, según informa la AEMET, en el riesgo asociado a las nevadas, que afectarán sobre todo a cadenas montañosas septentrionales con cotas de nieve problemáticas: entre 1.600 y 1.800 metros, aunque en el noroeste podrían rondar los 1.200 a 1.400 metros, propiciando la acumulación y justificando los avisos activos en la Cordillera Cantábrica y otras áreas elevadas.

El descenso de temperaturas máximas marca el comportamiento meteorológico previsto en amplias zonas de la Península, especialmente en la cornisa cantábrica, el interior y Galicia, mientras que en regiones atlánticas y la zona de Alborán se esperan aumentos leves en las mínimas. El ambiente frío configura un contexto propicio para heladas en los sistemas montañosos, aunque, según los partes de la AEMET comunicados por distintos medios, el resto del territorio y ambos archipiélagos presentan registros térmicos acordes a la época del año.

En lo que respecta al viento, la información de la AEMET recogida por los medios señala que las direcciones varían entre norte en Canarias, Galicia, litoral sureste y Pitiusas, con movimientos hacia el oeste en el transcurso del día. El Golfo de Cádiz y el litoral cantábrico experimentan rachas ascendentes desde el sur y el oeste, que girarán luego al norte. La región balear recibe vientos desde levante, mientras que el Estrecho y el mar de Alborán permanecen en calma.

La situación específica de Canarias muestra una tendencia a cielos parcialmente cubiertos y precipitaciones en el norte de las islas más montañosas. Hay probabilidad de chubascos en otras zonas, según difundió la AEMET, que mantiene el monitoreo activo ante la posibilidad de cambios bruscos o inesperados en el patrón meteorológico.

En términos de impacto, la agencia estatal ha señalado la repercusión directa en la movilidad y las actividades económicas, especialmente las agrícolas, pesqueras y portuarias. El contexto de inestabilidad, generado por la confluencia de precipitaciones, niebla, polvo en suspensión y fuerte oleaje, exige, según la AEMET y los distintos medios que retoman sus avisos, precaución reforzada y continuas actualizaciones informativas tanto a organismos oficiales como a la población general.

La AEMET ha insistido en la necesidad de mantener la atención sobre los canales oficiales para recibir actualizaciones sobre la evolución del frente, dada su variabilidad y la capacidad de producir situaciones de riesgo en periodos muy cortos. Las autoridades y los servicios de protección civil han sido alertados para una coordinación y una capacidad de reacción rápida, con el propósito de minimizar las consecuencias negativas en áreas urbanas, rurales y litorales.

El seguimiento exhaustivo de la situación se prolongará, comprometiendo a la agencia meteorológica a emitir avisos recurrentes y detallados cada vez que sea necesario, con el objetivo de permitir que las autoridades tomen decisiones informadas para la protección de la población y la adecuada gestión de la infraestructura en los puntos afectados. Estas medidas buscan facilitar la respuesta ante eventos meteorológicos bruscos, con potencial para alterar tanto la seguridad vial como el normal desarrollo de actividades marítimas y terrestres, en línea con el mandato de la AEMET de ofrecer información precisa y en tiempo real ante escenarios climáticos desfavorables.