Las instalaciones de los principales periódicos de Bangladesh, Prothom Alo y The Daily Star, sufrieron graves daños por incendios provocados durante la oleada de disturbios que siguió al fallecimiento del activista Sharif Osman Hadi. Como consecuencia, ambas redacciones comunicaron a la BBC que se vieron obligadas a suspender la publicación de sus ediciones impresas, en un hecho inusual que subraya el impacto de la crisis política y social en la capital del país. Según reportó Prothom Alo, los ataques a los medios ocurrieron en una jornada de profundos disturbios en Daca, después del anuncio del deceso de Hadi, figura central en la organización opositora Inqilab Mancha.
El Nobel de la Paz y actual jefe del Gobierno interino, Mohamed Yunus, confirmó la muerte de Hadi, quien había resultado herido seis días antes tras recibir un disparo en la mandíbula, en un incidente atribuido por la policía a individuos relacionados con la Liga Awami. Este grupo político respalda a la ex primera ministra Sheij Hasina, quien se encuentra fuera del país y enfrenta una condena en ausencia por crímenes contra la humanidad, de acuerdo con lo publicado por Prothom Alo. Tras el ataque, Hadi fue trasladado a Singapur para recibir atención médica avanzada, aunque las heridas resultaron fatales.
La tensión se incrementó tras el anuncio oficial del fallecimiento de Osman Hadi, lo cual desencadenó movimientos ciudadanos de protesta y actos violentos dirigidos contra los principales medios impresos. Prothom Alo detalló que los bomberos enfrentaron dificultades para intervenir en los edificios afectados por los incendios, ya que solo tres de las ocho unidades lograron aproximarse, según explicó Shahkahan Sikder, portavoz de los bomberos a The Bangladesh Today. Estas restricciones complicaron el control de las llamas y acentuaron el riesgo para los trabajadores y el patrimonio de las redacciones atacadas.
El Ejecutivo provisional, liderado por Mohamed Yunus, tomó la decisión de asumir la custodia formal de la esposa y el hijo del activista fallecido, como una medida preventiva ante el delicado ambiente político y social. Además, se decretó un día de duelo nacional para honrar la memoria de Hadi. Mohamed Yunus manifestó sus condolencias en la red social X y remarcó la relevancia del activista no solo como portavoz de Inqilab Mancha, sino también por su protagonismo en las protestas de julio, un periodo marcado por movilizaciones y cambios políticos significativos. Desde el gobierno interino, se expresó la firme intención de investigar a fondo el asesinato de Osman Hadi y aplicar sanciones ejemplares a los responsables, en palabras de Yunus: “se impondrá el máximo castigo a todos los involucrados”.
Inqilab Mancha, colectivo al que pertenecía Hadi y que confirmó su muerte a través de sus redes sociales, animó a la población a acompañar las exequias, subrayando la importancia de mantener la calma y evitar actos violentos. En su declaración, el grupo insistió en que “el vandalismo y el terrorismo solo generan inestabilidad y pueden servir a intereses ajenos a la transición democrática”. Además, la organización llamó a la ciudadanía a colaborar con el Ejecutivo y abogó por un clima pacífico de cara a las elecciones programadas para dentro de dos meses, un momento que Prothom Alo describió como la etapa final del proceso de transición liderado por Yunus.
Una de las motivaciones de los atacantes a las redacciones, según relató Prothom Alo, habría sido el descontento ante la orientación crítica de los periódicos hacia el gobierno provisional. El ministro interino de Justicia, Asif Nazrul, realizó declaraciones adversas sobre la línea editorial de ambos diarios poco antes de los ataques, lo que generó denuncias sobre presiones y amenazas a la prensa independiente. Esta situación ha avivado el debate en torno a la libertad de expresión, la seguridad para los periodistas y el papel de los medios de comunicación ante contextos de crisis política.
Mohamed Yunus reiteró en diversas intervenciones públicas la importancia de garantizar la continuidad del proceso democrático y advirtió sobre intentos de ciertos sectores de desestabilizar la transición. El mandatario, en un mensaje compartido en sus redes sociales, expresó: “Quiero dejar claro una vez más que Osman Hadi era enemigo de las fuerzas derrotadas, los terroristas fascistas. El objetivo de sus adversarios era silenciar su voz e intimidar a los revolucionarios”. Yunus también insistió en la importancia de mantener la serenidad y evitar que la violencia se convierta en un obstáculo para la celebración de elecciones libres, preocupación compartida por la dirigencia de Inqilab Mancha, que advirtió acerca del riesgo de que episodios como el asesinato de Hadi favorezcan intereses contrarios a la apertura democrática.
El contexto político de Bangladesh, según lo destacó Prothom Alo, se encuentra condicionado por la proximidad de los comicios y la permanencia de polarizaciones profundas entre los grupos afines al antiguo poder y los simpatizantes del Ejecutivo provisional. Las manifestaciones masivas y los actos violentos registrados en Daca tras la muerte de Hadi pusieron de manifiesto la fragilidad institucional y los desafíos a los que se enfrentan las autoridades en la gestión de la seguridad. Las protestas coincidieron con el llamado de Inqilab Mancha a la moderación, lo que refleja la tensión existente entre sectores radicalizados y líderes que promueven el consenso y la estabilidad.
La reacción de la sociedad bengalí a la muerte de Osman Hadi y a la posterior escalada de violencia también evidenció preocupaciones respecto a la actuación de las fuerzas de seguridad y la protección de los derechos civiles y políticos. Prothom Alo documentó que el episodio generó un debate intenso acerca de la libertad de prensa, la responsabilidad institucional y la capacidad del gobierno interino para asegurar el orden público en una etapa de transición clave para el país.
El caso de Osman Hadi, líder opositor y figura destacada en la escena política reciente, se ha transformado en un símbolo de las amenazas que enfrentan los activistas políticos y los medios críticos en Bangladesh. Los acontecimientos desencadenados tras su muerte —incluidos los incendios en medios de comunicación, las protestas callejeras y las respuestas del gobierno interino— marcan un momento delicado para la nación, en pleno tránsito hacia un nuevo proceso electoral. Las posturas públicas de Mohamed Yunus y de Inqilab Mancha, registradas por Prothom Alo y otros medios, reflejan la preocupación por salvaguardar la estabilidad nacional y avanzar hacia un contexto que permita la celebración transparente y pacífica de las próximas elecciones.


