La reurbanización del entorno del Estadio Ibercaja Romareda comenzará en 2026 y costará 3,5 millones

El proyecto urbanístico impulsado por el ayuntamiento incluirá nuevas zonas verdes, ensanche de aceras, modernización de servicios e integración peatonal, contemplando mejoras en la conectividad y accesibilidad, así como el traslado de árboles y renovación completa de infraestructuras

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La estructura financiera que respalda la transformación urbana en el entorno del Estadio Ibercaja Romareda ya se encuentra formalizada tras la última reunión del Consejo de Administración de la Sociedad Nueva Romareda. En ese encuentro, reportó Heraldo de Aragón, se acordó una ampliación de capital antes del cierre del año, en la que el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza destinarán 3,5 millones de euros cada uno, mientras que el club Real Zaragoza contribuirá con 10 millones de euros para asegurar la viabilidad económica del proyecto. La iniciativa impulsada por el Ayuntamiento zaragozano contempla una intervención integral de la zona que rodea el estadio, con el objetivo de optimizar la accesibilidad, modernizar infraestructuras y consolidar conexiones entre equipamientos estratégicos de la ciudad.

Según informó Heraldo de Aragón, los trabajos para la licitación de la reurbanización comenzarán en los primeros meses de 2026 y requerirán una inversión total de 3.492.125,33 euros, sin incluir el IVA. El calendario previsto establece un plazo de ejecución de diez meses, en los cuales se transformará completamente una superficie de 18.637,51 metros cuadrados. Las calles afectadas por el proyecto incluyen Convento Jerusalén, Luis Bermejo, la plaza Eduardo Ibarra, el paseo de Isabel la Católica, un tramo del vial Juan II de Aragón y la intersección con Convento Jerusalén.

Heraldo de Aragón detalló que el propósito central de la actuación consiste en rediseñar el espacio público para favorecer los desplazamientos peatonales y reordenar el tránsito vehicular. El nuevo planteamiento vial permitirá la transformación de las calles circundantes del estadio en una plataforma única, elevando tanto aceras como calzadas para unificar niveles de acuerdo a los principios de accesibilidad universal descritos en la Ordenanza de Supresión de Barreras Arquitectónicas y Urbanísticas. El acceso a los aparcamientos, incluido el del Auditorio Zaragoza Princesa Leonor y el parking Eduardo Ibarra, seguirá garantizado por la nueva configuración elevada de las calzadas.

Entre los cambios más destacados figura la ampliación de zonas verdes, con la plantación proyectada de más de 80 nuevos árboles y el traslado de ejemplares actuales que se conserven en estado adecuado para su reubicación. Según comentó la alcaldesa Natalia Chueca a Heraldo de Aragón, la vegetación que sea viable se mantendrá y solo se retirarán aquellos árboles que no soporten el trasplante por su avanzada edad o adaptación limitada. Además, se incrementará el tamaño de los alcorques para facilitar el desarrollo de nuevas especies arbóreas y consolidar áreas ajardinadas alrededor del futuro estadio, denominado La Nueva Romareda.

El equipamiento urbano recibirá un refuerzo significativo en la modernización del mobiliario, la señalización y la iluminación pública, junto a la reorganización total de las redes de abastecimiento y saneamiento del entorno. La sustitución del pavimento formará parte de la renovación superficial, optando por adoquines prefabricados similares a los existentes en el paseo de Isabel la Católica. Estos materiales fueron seleccionados por su resistencia y su facilidad para reponerse en caso de desperfectos, aseguró el medio aragonés.

El plan de intervención incluye la retirada y demolición de infraestructuras consideradas obsoletas, la ejecución de excavaciones necesarias y la adaptación del espacio a través de pavimentaciones que respondan a normativas de accesibilidad y sostenibilidad urbana. Las operaciones técnicas ya desarrolladas han abordado desvíos en redes de telecomunicaciones, gas y saneamiento sanitario, mientras que la intervención sobre la red de suministro de agua se prevé para enero, acompañada de otras tareas complementarias según el progreso de la obra, informó Heraldo de Aragón.

El enfoque de la reurbanización busca redefinir la relación entre zonas residenciales, instalaciones culturales y deportivas, y espacios de esparcimiento. Se ha proyectado la integración directa de equipamientos como el Hospital Universitario Miguel Servet y el Parque Grande José Antonio Labordeta, facilitando a través de la plaza Eduardo Ibarra y el paseo de Isabel la Católica itinerarios claros y conectados entre los diferentes puntos de interés de la ciudad. Según subrayó el Ayuntamiento a Heraldo de Aragón, estos enlaces pretenden mejorar la conexión peatonal y vehicular para residentes y visitantes, además de agilizar la evacuación tras eventos multitudinarios celebrados en el estadio.

En lo referente al avance del nuevo estadio, la alcaldesa Natalia Chueca reportó al mismo medio que las obras progresan conforme al programa previsto. Actualmente trabajan cerca de 160 personas, con previsión de ampliar el número hasta 200 a inicios del próximo año. Ocho grúas ya se encuentran operativas, y para enero de 2026 está contemplado sumar otras dos, acumulando diez equipos de elevación simultáneos. Las labores han permitido que la estructura del sector sur alcance la segunda planta mientras que, en la zona noreste, persiste la construcción de pilares y componentes superiores. La cimentación de la grada norte se acerca a su terminado, lo que abrirá paso a la ejecución de los niveles superiores de esa área, según datos recogidos por Heraldo de Aragón a partir de declaraciones de la empresa constructora y la gerencia de la Sociedad Nueva Romareda.

El nuevo diseño urbano busca satisfacer simultáneamente necesidades funcionales, ambientales y de conectividad. De acuerdo con lo manifestado por el Ayuntamiento al medio local, uno de los objetivos es adaptar el subsuelo mediante la renovación de infraestructuras técnicas y mejorar los elementos superficiales para responder a los retos actuales y futuros ligados al desarrollo del nuevo equipamiento deportivo. El plan interdisciplinario presentado articula la convivencia entre diferentes usos del entorno: residencial, deportivo, cultural y recreativo, permitiendo una transición ordenada entre los espacios ya consolidados y los que surgirán tras la puesta en marcha del nuevo estadio.

El proyecto en el entorno de La Romareda se sitúa entre las principales actuaciones urbanas de Zaragoza, junto con el plan de regeneración del río Huerva, aunque ambos obedecen a sectores diferenciados del municipio. Según Heraldo de Aragón, el proceso de transformación urbana aspira no solo a renovar el espacio inmediato al estadio, sino también a aportar soluciones innovadoras en materia de circulación, zonas verdes y equipamiento ciudadano, alineándose con normativas de accesibilidad y criterios de sostenibilidad promovidos por las autoridades locales.