La ONU pide "calma" tras la muerte de un influyente activista por un disparo en Bangladesh

El alto comisionado Volker Turk exigió a las autoridades investigar el ataque que costó la vida a Sharif Osman Hadi, advirtió sobre el auge de agresiones contra periodistas y alertó por el impacto en las elecciones próximas en Bangladesh

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La reciente ola de manifestaciones masivas en la capital de Bangladesh, Daca, cobró intensidad tras confirmarse la muerte de Sharif Osman Hadi, activista político y candidato electoral, a causa de heridas provocadas por disparos mientras permanecía en Singapur. Diversos medios internacionales y la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) informaron que el clima de tensión que siguió al fallecimiento de Hadi ha elevado la preocupación respecto a la seguridad de la sociedad civil y acerca del posible agravamiento de la inestabilidad política en ese país, en un contexto preelectoral sensible con los comicios nacionales previstos para febrero.

De acuerdo con la ONU, la muerte de Hadi y el posterior resurgimiento de protestas ha puesto de manifiesto graves amenazas contra la libertad de prensa y la protección de periodistas. Volker Turk, alto comisionado de la organización para los Derechos Humanos, exigió a las autoridades bangladesíes el inicio de una investigación “imparcial, justa, exhaustiva y transparente” en relación con el ataque, destacando que únicamente el esclarecimiento público y el castigo a los responsables podría restablecer la confianza ciudadana y prevenir hechos similares en el futuro inmediato. Estas declaraciones, según detalló la ONU, se emitieron en respuesta a los rumores y tensiones derivadas de la identificación de los atacantes como simpatizantes de la ex primera ministra Sheij Hasina, lo que ha avivado la polarización política.

El anuncio de Turk se acompañó de un llamado firme a toda la población del país para que evite la participación en actos de venganza o confrontaciones, alertando que, en sus palabras, “la venganza y las represalias solo ahondarán las divisiones y socavarán los derechos de todos”. El responsable internacional enfatizó también la importancia de que el proceso electoral transcurra en un entorno seguro y receptivo para candidaturas, ciudadanos y periodistas.

Los enfrentamientos, según publicó la ONU, no se limitaron al ámbito político sino que afectaron de manera directa al ejercicio periodístico: profesionales de la prensa local denunciaron agresiones y ataques contra instalaciones de medios de comunicación, lo que motivó una reacción de la comunidad internacional ante la falta de garantías para el libre acceso a la información y la libertad de expresión. El comunicado oficial difundido bajo la firma de Turk destacó que la defensa de derechos fundamentales como la libertad de prensa y la libertad de reunión pacífica adquiere una relevancia particular ante la cercanía de las elecciones y el incremento de la polarización.

A raíz de estos hechos, el alto comisionado insistió, como consignó la ONU, en la necesidad de que el Estado refuerce su compromiso con los principios democráticos, evocando la obligación de salvaguardar el espacio para la participación pública sin amenazas ni episodios de violencia que desalienten la actividad política y la labor informativa. En su pronunciamiento, Turk recordó que la legitimidad de cualquier proceso electoral resulta inseparable del respeto irrestricto a los derechos civiles, factor central para mantener la confianza social en las instituciones y evitar la erosión de la integridad democrática del país.

El seguimiento que realizan tanto la sociedad bangladesí como la comunidad internacional, según consignó la ONU, se centrará ahora en la evolución de la investigación sobre el ataque mortal a Hadi y en el monitoreo del respeto a los derechos fundamentales durante las manifestaciones y en los días previos a la votación nacional. El organismo llamó la atención sobre la necesidad de evitar escaladas violentas que pudieran agravar la crisis política, señalando la especial responsabilidad de las autoridades para responder de forma eficiente, transparente y apegada a las normas internacionales de derechos humanos.

Las tensiones interpartidistas y el surgimiento de hostilidades en el contexto actual han incrementado la presión sobre el gobierno de Bangladesh para garantizar la integridad física de quienes participan en la esfera cívica y la protección de las libertades informativas. Tras el asesinato de Hadi, el ambiente político se mantiene bajo observación, mientras colectivos de prensa y organismos internacionales reclaman medidas concretas para garantizar el pleno ejercicio del periodismo, el derecho a la protesta pacífica y la participación política amplia de cara a las próximas elecciones generales.