La ONU dice que los avances frente al hambre en Gaza son "frágiles" y lamenta "la magnitud del sufrimiento"

El secretario general Guterres advirtió que la situación alimentaria en el enclave sigue siendo crítica pese a la mejora en el acceso a comida y agua, señalando que millones de habitantes permanecen en riesgo extremo por la ofensiva israelí

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Entre los datos más recientes del informe de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), la persistencia del riesgo extremo de desnutrición para más de 1,6 millones de personas en Gaza reveló la profundidad de la emergencia humanitaria en curso en la Franja, según consignó la ONU. António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, apuntó que, a pesar de ciertas mejoras en el acceso a la comida y el agua, la situación en el enclave palestino continúa siendo crítica debido a la ofensiva israelí, el colapso de la infraestructura básica y las restricciones que pesan sobre las operaciones humanitarias.

Según informó Naciones Unidas, el acceso a los alimentos en Gaza mostró una leve mejoría tras la implementación de la primera etapa de la propuesta respaldada por Estados Unidos, acordada en octubre entre Israel y Hamás. Esta apertura permitió la organización y distribución diaria de más de 1,5 millones de raciones calientes, junto con la entrega de paquetes de asistencia alimentaria. Además, la organización internacional coordinó la reapertura de centros médicos, la provisión de agua potable en más comunidades y el reparto urgente de tiendas, mantas y prendas de abrigo a los afectados por los bombardeos y el desplazamiento forzado.

Tal como publicó la ONU, estos progresos resultaron ser sumamente limitados ante la magnitud de las necesidades de la población. Guterres insistió en que los avances registrados se mantienen frágiles y en constante amenaza, sobre todo porque más del 75 por ciento de los habitantes de Gaza afrontan todavía niveles extremos de inseguridad alimentaria y riesgos elevados de desnutrición, cifras confirmadas por el nuevo informe del IPC. Las tormentas invernales agravan la vulnerabilidad de las familias desplazadas, obligadas a pernoctar en tiendas anegadas y edificios gravemente dañados que siguen sufriendo derrumbes, lo que ha ocasionado nuevas víctimas civiles.

El medio especificó que los servicios esenciales, incluyendo hospitales, panaderías y sistemas de agua y saneamiento, presentan severas dificultades operativas por la falta de suministros y los daños estructurales causados por los bombardeos. Adicionalmente, las restricciones sobre la entrada de bienes esenciales impiden la recuperación mínima de la infraestructura local y obstaculizan la labor de los equipos humanitarios.

Más de la mitad del territorio de Gaza permanece fuera del alcance de la población por el despliegue de las fuerzas israelíes y la inaccesibilidad a tierras agrícolas y barrios enteros, según informó la ONU. Las operaciones militares y los ataques continuos incrementan el número de víctimas civiles y representan un peligro significativo para quienes trabajan en la entrega de ayuda. Según detalló Naciones Unidas, desde octubre los convoyes humanitarios han realizado múltiples intentos por mantener abiertos los corredores de acceso, aunque las necesidades sociales y alimentarias superan la capacidad logística y los suministros disponibles.

Guterres recalcó en repetidas ocasiones la necesidad urgente de establecer un alto el fuego efectivo, habilitar más cruces fronterizos, eliminar los obstáculos al ingreso de bienes indispensables y asegurar rutas seguras para la distribución de la ayuda. Solicitó también el respaldo financiero sostenido y el acceso sin restricciones para las organizaciones humanitarias internacionales y no gubernamentales que operan sobre el terreno.

El medio agregó que la crisis humanitaria no solo afecta a Gaza, sino que las condiciones de vida en Cisjordania preocupan igualmente a Naciones Unidas. En esta zona, las tensiones aumentan de manera sostenida por la escalada de la violencia ejercida por colonos, la confiscación de tierras, la demolición de viviendas y las restricciones crecientes a la movilidad de la población palestina. De acuerdo con la ONU, decenas de miles de personas sufrieron desplazamientos debido a las operaciones del ejército israelí en el norte de Cisjordania, lo que agudizó la vulnerabilidad de las comunidades afectadas.

El secretario general subrayó la obligación de cumplir las disposiciones del Derecho Internacional en los Territorios Ocupados Palestinos, incluyendo Jerusalén Este. En ese sentido, recordó que la Corte Internacional de Justicia estableció medidas provisionales que dictan la obligación de facilitar la entrega de ayuda y el respeto a los privilegios e inmunidades de la ONU. Según informó Naciones Unidas, dichas disposiciones tienen carácter obligatorio y deben implementarse sin excepciones.

En medio de cuestionamientos y presiones sobre la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Guterres manifestó su respaldo a la labor de la institución, calificando su rol como indispensable para la atención de la población palestina tanto en Gaza como en otras áreas de la región. Destacó que la crisis humanitaria persistente y el sufrimiento padecido por los palestinos tienen origen en decisiones humanas, y consideró que sería posible revertir la situación si existiera voluntad política suficiente para aplicar alternativas viables.

Guterres reiteró ante la comunidad internacional que la única vía para detener la escalada de violencia y crear condiciones de futuro para la población pasa por la implementación efectiva de un alto el fuego y la búsqueda de la solución de dos Estados. De acuerdo con Naciones Unidas, el titular de la organización instó nuevamente a todas las partes concernidas a tomar medidas inmediatas para responder a la emergencia humanitaria y avanzar hacia una resolución política que ponga término al ciclo de hostilidades y precariedad prolongada.