El descubrimiento de que Claudio Valente y Nuno Loureiro compartieron coincidencias en sus trayectorias académicas permitió a las autoridades reconstruir los sucesos que involucraron el tiroteo en la Universidad de Brown, en Rhode Island, y el asesinato del profesor Loureiro en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El resultado de esta investigación, según consignó el medio, fue la confirmación oficial por parte de los cuerpos de seguridad de Estados Unidos de la autoría individual de Valente en ambos casos. El hallazgo del cuerpo sin vida de Valente en Salem, New Hampshire, cinco días después de los ataques y junto a armas y documentos identificatorios, llevó a las autoridades a dar por cerrada su búsqueda y certificar su implicación directa.
Según publicó la fuente, la policía localizó el cuerpo en un contexto que evidenciaba un suicidio, lo que llevó a las fuerzas de seguridad a culminar la persecución penal formal. El jefe de la Policía de Providence, Óscar Pérez, informó al medio que la fiscalía de Rhode Island descartó la participación de cómplices gracias a las pruebas recogidas tras el tiroteo en el campus universitario, permitiendo así cerrar la investigación criminal en ese estado. En Massachusetts, la fiscal de distrito, Leah Foley, añadió que los vínculos previos entre Valente y Loureiro fueron establecidos, aunque no se han encontrado elementos que expliquen el móvil ni constancia de conflictos recientes entre ambos.
El desarrollo de los hechos tuvo inicio con el tiroteo en la Universidad de Brown, donde fallecieron dos estudiantes y al menos diez personas resultaron lesionadas. Este episodio desencadenó un operativo de búsqueda que terminó con el hallazgo de Valente en New Hampshire. Según reportó la fuente, la investigación incorporó pruebas balísticas y genéticas recabadas tanto en las escenas del ataque como en el lugar donde fue encontrado el cuerpo del presunto autor, con el propósito de establecer la correspondencia entre las armas, los proyectiles y la presencia de Valente en ambos sitios.
La información difundida por el medio indicó que el análisis forense de los objetos encontrados junto al cuerpo del sospechoso resultó determinante para la investigación. Entre los elementos peritados figuraron al menos dos armas de fuego, residuos de disparo y una cartera con documentación personal. Estos materiales, coordinados junto a las autoridades federales y estatales, permitieron realizar exámenes comparativos y ratificar la relación directa entre los elementos técnicos y los crímenes investigados.
En cuanto al vínculo entre Valente y Loureiro, según trascendió, ambos participaron en un programa universitario conjunto entre 1995 y 2000. A pesar de este antecedente académico, la investigación no ha identificado motivos claros detrás del homicidio ni evidencia de contacto reciente. La fiscal Foley señaló que siguen abiertas las revisiones sobre antecedentes personales y académicos para intentar establecer posibles circunstancias que arrojen luz sobre el hecho.
La presidenta de la Universidad de Brown, Christina Hull Paxson, detalló en declaraciones reproducidas por el medio que Valente perteneció a la institución entre septiembre de 2000 y abril de 2001, y que su desvinculación se formalizó en julio de 2003. Paxson reconoció el profundo impacto que el ataque generó en la comunidad universitaria y confirmó que la Universidad ha mantenido la colaboración con las autoridades de los distintos niveles gubernamentales. El apoyo a las familias de las víctimas y la provisión de recursos continúan activos por parte de la institución, según quedó reflejado en la cobertura citada.
Las agencias policiales y judiciales de Massachusetts, Rhode Island y New Hampshire han articulado un protocolo conjunto para revisar antecedentes, examinar nexos y analizar de forma minuciosa la cronología de los eventos. Este trabajo coordinado apuesta por certificar que las armas incautadas corresponden sin dudas a los incidentes, y que las pruebas testimoniales y materiales halladas se integren en una reconstrucción precisa de los hechos.
El medio destacó que el proceso de investigación incluyó también la revisión de informes de autopsia y la realización de pericias complementarias sobre la dinámica específica de cada suceso. Estas diligencias tienen como objetivo principal afinar la configuración del expediente judicial y garantizar la correspondencia total entre las evidencias y el asiento de los hechos en la causa.
La clausura de los expedientes penales en ambos estados llegó una vez que se estableció la responsabilidad de Valente y se descartó la existencia de otros autores involucrados. No obstante, subsisten líneas de investigación administrativa y técnica vinculadas al contexto y a los antecedentes personales de los implicados. Las autoridades suman a estos procesos testimonios, estudios balísticos, rastros biológicos y cualquier información relevante para esclarecer detalles aún pendientes y certificar la autenticidad de las pruebas recabadas.
De acuerdo con la fuente consultada, tanto la comunidad universitaria como la científica del noreste de Estados Unidos permanece atenta a los resultados finales de la investigación. Los canales de recepción de nuevos datos continúan activos, a fin de incorporar cualquier detalle que facilite la comprensión integral del vínculo previo entre el atacante y las víctimas, así como la secuencia y motivos de los hechos.
La cobertura periodística señala que el análisis y la recopilación de datos por parte de los equipos policiales y ministeriales persisten en la fase técnica y administrativa, con especial enfoque en delimitar la interacción previa entre los protagonistas. Los investigadores buscan identificar factores que expliquen la dinámica de los hechos, pese a que el cierre formal de las causas criminales se haya concretado tras la verificación de la muerte de Valente.
La coordinación entre cuerpos policiales, fiscales y organismos federales ha sido fundamental para el procesamiento de la información y la comunicación de hallazgos. Esto incluye la integración de declaraciones, documentación, pruebas técnicas y materiales hallados tanto en Rhode Island como en Massachusetts y New Hampshire, consolidando el expediente judicial y validando las conclusiones oficiales sobre los hechos investigados.
En el transcurso de la investigación, la recopilación de antecedentes académicos y profesionales de Loureiro y Valente fue una de las tareas priorizadas. Este trabajo de análisis detallado incluyó la identificación de programas y actividades universitarias coincidentes, revisión de comunicaciones y búsqueda de vínculos profesionales activos recientes, aunque hasta ahora sin resultados que aclaren el móvil del crimen. El procedimiento permanece abierto en el ámbito técnico y administrativo con el objetivo de resolver los aspectos generales y particulares que restan por definirse en torno a la relación previa y los motivos que desembocaron en estos episodios de violencia.
