El primer ministro acusa a la oposición de "exagerar" la cifra de muertos en la represión tras las elecciones

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El primer ministro de Tanzania, Mwigulu Nchemba, ha acusado este viernes a la oposición de "exagerar" las cifras de víctimas a causa de la represión desatada contra las protestas tras las elecciones presidenciales de finales de octubre, en las que la presidenta, Samia Suluhu Hassan, obtuvo la victoria en medio de denuncias sobre fraude e irregularidades.

"Están ocupados preguntando cuánta gente ha muerto, contando y recibiendo dinero por los supuestos daños. Comercian con las vidas tanzanas afirmando que mucha gente ha muerto para ganar grandes cantidades de dinero", ha dicho. "Por eso exageran y dicen que 10.000 personas murieron. ¿Estaban allí?", se ha preguntado.

Nchemba ha afirmado que la oposición está intentando manipular la situación y ha subrayado que algunas personas han usado fotografías de zonas de conflicto en otras partes del mundo para denunciar la situación en Tanzania, incluidos casos de la región sudanesa de Darfur. "Los asuntos que implican la pérdida de vidas son sensible sy dolorosos", ha argüido.

En este sentido, ha recordado que el Gobierno ha creado ya una comisión d einvestigación y ha prometido que los familiares de los desaparecidos recibirán respuestas, al tiempo que ha insistido en que no hay pruebas que apunten a un número tan elevado de muertos, según ha informado el diario tanzano 'The Citizen'.

"Se pueden ocultar cuerpos, pero no se pueden ocultar los funerales", ha argüido. "Están buscando vías para azuzar el odio entre los tanzanos. Por eso el Gobierno sigue recomendando a la población que no sigan las instrucciones que dan (estas personas, a las que no identifica de forma directa)", ha zanjado.

Las autoridades de Tanzania no han publicado por ahora una cifra oficial de fallecidos a causa de la represión, a la espera de un informe sobre la comisión de investigación creada por la presidenta, que ha llegado a afirmar que las movilizaciones postelectorales eran parte de un complot para "derrocar" al Ejecutivo.

Los comicios --marcados por la victoria aplastante de la presidenta y declarados como irregulares por la Unión Africana-- desataron una ola de protestas que fue respondida con una represión policial que dejó un centenar de muertos, según Amnistía Internacional, y "más de un 2.000", según el partido opositor Chadema. Además, las autoridades tanzanas imputaron a cerca de 300 personas por traición y conspiración.