
La proporción de hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres que han recibido la vacunación completa contra la sífilis congénita no supera el 13,2 por ciento en promedio en los países europeos que reportaron datos. A pesar de existir políticas para la vacunación, la cobertura que alcanzan las iniciativas actuales sigue siendo baja, lo que refleja deficiencias en los programas preventivos para las poblaciones más expuestas. Al mismo tiempo, varios países carecen de datos relevantes sobre la cobertura de prevención y tratamiento, lo que obstaculiza la elaboración de políticas públicas basadas en evidencia actualizada. Esta situación se da en el contexto de un aumento sostenido en las notificaciones de infecciones de transmisión sexual, según reveló el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) en un informe reciente.
De acuerdo con el ECDC, los países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo enfrentan significativas barreras para ofrecer y aplicar pruebas diagnósticas de infecciones de transmisión sexual, así como para llevar a cabo medidas de prevención adecuadas. El informe 'Seguimiento de las respuestas a las epidemias de infecciones de transmisión sexual en los países de la UE/EEE, 2024', publicado por el ECDC, brinda un panorama general sobre cómo las naciones están abordando el repunte de patologías como la clamidia, la gonorrea y la sífilis. La institución reportó que las tasas de notificación de gonorrea entre hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres experimentaron un incremento cercano al 300 por ciento entre 2014 y 2023. Para los jóvenes, los aumentos recientes en las notificaciones han sido notables, especialmente entre mujeres de 20 a 24 años donde las tasas aumentaron casi un 200 por ciento entre 2021 y 2023.
Tal como publicó el ECDC, en este contexto, la estructura y actualización de las estrategias nacionales se revela como un aspecto crítico. De los 29 países que suministraron sus informes, 18 cuentan con algún tipo de estrategia o política nacional dedicada a la prevención y control de las infecciones de transmisión sexual. Sin embargo, solo diez renovaron dichas estrategias en los últimos cinco años, lo que deja a la mayoría sin planes que reflejen los cambios conductuales pospandemia ni las tendencias epidemiológicas más recientes. Esta falta de actualización reduce la capacidad de respuesta ante los patrones de transmisión emergentes y condiciona los resultados de las políticas sanitarias.
El informe, según consignó el ECDC, destaca que, además de la obsolescencia de los planes, existen obstáculos significativos para quienes buscan atención médica o pruebas diagnósticas. En 13 de los 29 países participantes, las pruebas básicas para detectar infecciones de transmisión sexual todavía suponen un costo directo para los usuarios. Para la población joven, la privacidad se mantiene como un problema, pues en siete países los menores de 18 años necesitan el consentimiento de los padres para acceder a pruebas, una situación que desalienta a los adolescentes sexualmente activos a solicitar exámenes o tratamiento oportunos.
El organismo europeo también identificó carencias importantes en la vigilancia epidemiológica y la recopilación de datos. Solo cuatro países lograron presentar información sobre la proporción de mujeres embarazadas examinadas para sífilis, a pesar de los riesgos comprobados que implica la transmisión de sífilis congénita. Además, la información recopilada en relación con la cobertura de prevención y tratamiento sigue siendo insuficiente, ya que pocos países documentan el alcance real de estas intervenciones.
Según detalló el ECDC, las brechas existentes no resultan exclusivas de la atención y las pruebas. El informe subraya la necesidad de afrontar retos en la accesibilidad de los servicios y la eliminación de barreras administrativas y económicas. El acceso a servicios de vacunación, diagnóstico y prevención adecuados debe ampliarse, especialmente para quienes presentan más riesgo de infección.
El ECDC instó a las autoridades de salud pública europeas a reforzar la vigilancia epidemiológica y a garantizar mejores niveles de acceso a la vacunación para los grupos más vulnerables, dada la persistencia de la transmisión de enfermedades como mpox, cuya reciente detección entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres en Europa refuerza la necesidad de fortalecer las respuestas sanitarias.
El informe recomendó a los países actualizar sus planes nacionales, suprimir los obstáculos que enfrentan las personas para acceder a las pruebas diagnósticas y mejorar los sistemas de vigilancia de las infecciones de transmisión sexual. Incrementar la vigilancia e implementar intervenciones medidas mediante resultados concretos permitirá orientar mejor las acciones preventivas y adaptar políticas a la evolución de las epidemias.
La recopilación deficiente de datos y la poca actualización de estrategias sugieren que las respuestas institucionales actuales podrían no reflejar adecuadamente las necesidades ni los cambios recientes en las conductas de riesgo. De acuerdo con el medio, la urgencia de renovar políticas y eliminar barreras persiste, en tanto los datos recabados muestran un crecimiento sostenido en la incidencia de estas enfermedades y dificultades recurrentes en el acceso de los ciudadanos a los recursos sanitarios.
El análisis del ECDC evidencia que mientras parte de los países ha reconocido la necesidad de dirigir intervenciones específicas hacia poblaciones como jóvenes de entre 15 y 24 años y hombres homosexuales, bisexuales y otros hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres, las limitaciones presupuestarias, administrativas y sociales siguen afectando tanto la eficacia como el alcance de las estrategias implementadas hasta ahora.


