
El Banco de Japón ha pronosticado que, siempre que lo permitan sus expectativas y conforme avancen la economía y los precios, continuará aplicando incrementos adicionales en su tasa de referencia y revisando el grado de expansión monetaria. Según reportó el medio, la institución ha anticipado que, aunque se produzca este aumento, los tipos de interés reales permanecerán notablemente negativos y las condiciones financieras expansivas seguirán dando impulso a la economía nipona. La noticia principal es la decisión anunciada este viernes por el Consejo de Política Monetaria del Banco de Japón de elevar la tasa de interés de referencia hasta aproximadamente el 0,75%, lo que significa un incremento de un cuarto de punto respecto al anterior 0,50% y el nivel más alto del precio del dinero en Japón desde 1995.
De acuerdo con la información dada a conocer por el medio, el organismo ha retomado el camino de subidas de tipos tras la última alza ejecutada en enero, junto con las implementadas en marzo y julio de 2024. Esta postura contrasta con la línea adoptada por otros grandes bancos centrales del mundo, que han comenzado a suavizar sus políticas monetarias restrictivas. El Banco de Japón se ha distanciado así de esas tendencias, optando por una secuencia de endurecimiento que no se veía en el país desde hace tres décadas.
El banco central ha defendido que, pese a la subida, los tipos reales siguen en cotas históricamente bajas, por lo que prevé continuar subiendo la tasa de interés de referencia y adaptando la política monetaria según evolucionen los indicadores económicos. En relación a esto, la institución informó que las condiciones financieras seguirán siendo expansivas, ayudando a sostener la actividad económica incluso tras el ajuste. Esta decisión forma parte de una estrategia orientada a consolidar la recuperación de la economía japonesa y controlar la dinámica de los precios.
La medida coincide con la publicación de los últimos datos de inflación difundidos por el Ministerio del Interior y Comunicaciones de Japón. Según registró el medio, la tasa de inflación de referencia excluyendo alimentos frescos alcanzó el 3% interanual en noviembre, mostrando estabilidad respecto al mes anterior. En cuanto a la tasa general de inflación, el índice bajó una décima durante ese mes, quedando en el 2,9%. La tasa subyacente, con la exclusión adicional de la energía además de los alimentos frescos, se situó en el 3%, un descenso si se compara con el 3,1% registrado en octubre.
El Banco de Japón ha justificado que la persistencia de tasas reales negativas, incluso tras el ajuste, crea un marco donde las condiciones de financiamiento continúan siendo propicias para impulsar la actividad económica. Este elemento fue señalado por la entidad como factor clave de su política actual y futura. A pesar del aumento en el tipo de interés, la política monetaria seguirá caracterizándose por facilitar el crédito y el crecimiento, según consignó el medio.
En síntesis, la decisión adoptada este viernes representa el mayor encarecimiento del precio del dinero en Japón en tres décadas y marca un cambio significativo en la política monetaria japonesa, con implicaciones tanto para los mercados financieros como para el crecimiento económico y la evolución de los precios. El Banco de Japón ha dejado claro que evaluará futuras acciones en función del desempeño de la economía y la estabilidad de los precios, manteniendo su objetivo de respaldar el repunte económico nacional dentro de un entorno de inflación moderada.

