
Yasir Gülen, hijo de Salih Gülen y familiar directo del clérigo disidente Fetulá Gülen, enfrentaba una orden de búsqueda por supuesta pertenencia a la Organización Terrorista Fetulaísta (FETO), agrupación prohibida en Turquía. Según consignó Anadolu, agentes de la División Antiterrorista de la Policía de Estambul lo detuvieron en el distrito de Ümraniye, en colaboración con la Agencia Nacional de Inteligencia (MIT) y la Dirección de Inteligencia. Las autoridades atribuyen a Gülen un aumento inusual de fondos en sus cuentas bancarias y asisten a su participación en encuentros con personas identificadas por los servicios de seguridad como cercanas a la agrupación ilegal.
De acuerdo con los datos publicados por la agencia estatal turca Anadolu y reportados por otros medios locales, el operativo formó parte de una estrategia sostenida de las fuerzas armadas turcas para desarticular las redes todavía vigentes de seguidores de Fetulá Gülen. El grupo en cuestión, FETO, es señalado oficialmente en Turquía como responsable de conspirar contra el gobierno turco y declarado organización terrorista desde los sucesos de 2016.
La persecución oficial contra miembros reales o supuestos de FETO se intensificó después del intento de golpe de Estado de julio de 2016. Según detalló Anadolu, a raíz de esa intentona, las fuerzas de seguridad encabezaron una campaña nacional de arrestos y procesos judiciales contra miles de personas relacionadas con la estructura de Gülen, entre ellos funcionarios, trabajadores públicos, maestros y figuras políticas. Esta operación se mantuvo en vigor durante los siguientes años, con el argumento de prevenir actividades subversivas atribuibles a la organización.
Fetulá Gülen, que fue durante años una figura influyente en los ámbitos sociales y religiosos de Turquía, se distanció del presidente Recep Tayyip Erdogan en 2011, tras haber colaborado previamente en distintos proyectos políticos y educativos. La relación se agravó en 2013, cuando fiscales y policías presuntamente afines a Gülen abrieron investigaciones por corrupción contra altos cargos oficiales. El gobierno reaccionó afirmando que estos casos formaban parte de una trama concebida para debilitar la posición del presidente y su entorno.
Tras el fracaso de la asonada militar, el ejecutivo endureció las medidas contra quienes consideraba integrados o simpatizantes de FETO. Anadolu explicó que el propio Fetulá Gülen vivió en situación de exilio en Estados Unidos hasta su fallecimiento en 2024, porque enfrentaba una causa judicial en Turquía y el gobierno aseguraba que el grupo que lideraba fue el instigador directo del intento de derrocamiento.
Según informó la agencia estatal, el arresto de Yasir Gülen se produjo cuando las fuerzas de seguridad identificaron movimientos financieros considerados inusuales y su asistencia a reuniones con otros individuos sospechosos de pertenecer a la red organizativa. Este caso se encuadra en el contexto general de la política del Estado turco hacia la disidencia vinculada con el movimiento gülenista y en su campaña declarada para erradicar cualquier vestigio de la agrupación en el país.
A lo largo de los años, según consignó Anadolu, miles de personas han resultado detenidas y juzgadas en Turquía bajo acusaciones similares a las que pesan sobre Yasir Gülen. Las autoridades justifican estas actuaciones en la necesidad de salvaguardar la seguridad nacional y el orden constitucional, vinculando toda actividad de FETO con la desestabilización institucional.
El operativo contó con la intervención de varias ramas de las fuerzas del orden turco, con la finalidad de garantizar la localización y el arresto del sospechoso. Gülen fue identificado como una figura relevante dentro de la estructura familiar del clérigo, lo que refuerza, a juicio de las fuerzas de seguridad, su importancia dentro de la red investigada.
De acuerdo con lo publicado por Anadolu y otros medios turcos, esta detención representa el último episodio de una serie de acciones dirigidas contra el círculo de allegados y descendientes directos de Fetulá Gülen, en el marco de la estrategia sostenida por el gobierno de Turquía respecto a la organización etiquetada oficialmente como terrorista. Las investigaciones sobre las actividades de Yasir Gülen continúan bajo la supervisión de las autoridades judiciales y policiales del país.


