Bélgica defiende que el acuerdo de la UE sobre Ucrania evita "socavar la seguridad jurídica a nivel mundial"

El primer ministro Bart De Wever subrayó que el respaldo financiero acordado por la Unión Europea hacia Kiev prioriza la protección jurídica internacional, preserva la cohesión regional y mantiene fuera de riesgo a los sistemas bancarios y las autoridades nacionales

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El gobernador belga Bart De Wever afirmó que durante la reciente cumbre de líderes europeos, la propuesta para emplear activos rusos congelados como financiamiento directo para Ucrania permaneció descartada por el riesgo que implicaba para la seguridad jurídica. Tal como publicó Europa Press, la idea de estructurar un “préstamo de reparaciones” sobre estos bienes generaba preocupación en Bélgica y otros socios por la posibilidad de enfrentar demandas internacionales y conflictos jurisdiccionales de largo alcance, fundamentos que guiaron la postura belga frente al resto del Consejo de la Unión Europea.

En este contexto, el acuerdo alcanzado entre los veintisiete Estados miembros adoptó la forma de un préstamo conjunto de 90.000 millones de euros a Ucrania, financiado a través de deuda compartida y sin recurrir de manera inmediata a los activos rusos congelados. De acuerdo con Europa Press, la fórmula procuró integrar sensibilidades de grandes, medianos y pequeños países, con el objetivo de salvaguardar la cohesión política y financiera del bloque. Para De Wever, la medida permite sostener el apoyo a Kiev y evita exponer a los sistemas bancarios y a las autoridades nacionales a demandas de difícil previsibilidad, al tiempo que refuerza el respeto por el derecho internacional.

El debate, según consignó Europa Press, se extendió por más de dieciséis horas, con especial atención al caso de los fondos rusos bloqueados en Euroclear, una entidad financiera ubicada en Bruselas. Durante las discusiones, la delegación belga manifestó su inquietud sobre el recurso inmediato a estos activos, advirtiendo, según palabras de De Wever recogidas por Europa Press, que el actuar sin una base jurídica sólida podría desencadenar represalias por parte de Rusia. Entre las eventuales contramedidas se incluía el riesgo de que Moscú confiscara fondos europeos bajo jurisdicción rusa, lo que multiplicaría los escenarios de litigosidad internacional.

De acuerdo con lo reportado por Europa Press, el primer ministro expuso que “no se podía anticipar el alcance de las posibles reclamaciones judiciales”, razón por la que justificó la cautela con que su gobierno abordó las distintas fórmulas de asistencia financiera. La necesidad de responder ante los respectivos parlamentos nacionales, especialmente en lo relativo a la protección de inversiones y la previsibilidad de los acuerdos, también influyó de forma determinante en la decisión final adoptada por los líderes europeos.

La solución consensuada, detalló Europa Press, quedó plasmada en un préstamo conjunto que permite movilizar recursos de manera ágil y bajo un marco legal que protege la integridad del sistema financiero europeo. Para De Wever, este paquete de ayuda representa “la inversión más importante para nuestra propia seguridad”, según subrayó en rueda de prensa recogida por ese medio, al entender que el respaldo a Ucrania condiciona la estabilidad del entorno geopolítico más inmediato.

Los activos rusos congelados permanecerán sin destino definido en tanto las instituciones comunitarias continúen trabajando en un encuadre jurídico y político que permita su potencial utilización para reparar los daños causados por la guerra. Según recogió Europa Press, el deseo de destinar estos fondos a la reconstrucción ucraniana sigue vigente en Bruselas, aunque el mecanismo y los plazos tenderán a depender de la evolución del conflicto y de futuras negociaciones diplomáticas.

El respaldo financiero decidido en la cumbre garantiza, según informaciones de Europa Press, previsibilidad para los mercados y claridad para los socios internacionales, reforzando de esta manera la credibilidad europea. El instrumento elegido es flexible y capaz de adaptarse a cambios de contexto, pero establece parámetros claros que evitan improvisaciones legales. De Wever insistió en la relevancia de preservar la legalidad internacional “incluso ante situaciones extraordinarias”, recalcando el papel del derecho como fundamento de la seguridad jurídica colectiva y la protección de intereses nacionales y comunitarios.

Europa Press también reportó que el acuerdo fue alcanzado por consenso y que la participación activa de los Estados pequeños y medianos incidió en el diseño final. Al integrar sus preocupaciones, la Unión evitó fracturas internas y se consolidó como un bloque cohesionado. Las propuestas alternativas, como el uso directo de los activos rusos para financiar la reconstrucción ucraniana, no lograron el respaldo necesario debido a los riesgos legales y de respeto a los tratados de inversión bilaterales identificados por varias delegaciones nacionales.

La postura belga principalmente apuntó a evitar que Euroclear y el propio Estado quedaran expuestos a reclamaciones judiciales internacionales que podrían extenderse durante años. Según explicó Europa Press, la solución acordada permite mantener la presión financiera sobre Rusia, ya que los fondos permanecerán bloqueados y al margen del alcance del gobierno de Moscú, mientras se sostiene la ayuda a Ucrania mediante sistemas financieros regulados y previsibles.

El resultado de la cumbre envía, en palabras de De Wever difundidas por Europa Press, un mensaje de unidad a Moscú y reafirma el compromiso de la Unión Europea con la estabilidad regional. El acuerdo también resalta la voluntad de la UE de actuar conforme a los principios legales y coordinadamente, integrando demandas políticas, financieras y jurídicas en su respuesta ante la crisis provocada por la invasión rusa.

La opción de modificar el estatus de los activos rusos bloqueados quedará abierta para futuras revisiones, en función del desarrollo de la guerra o de avances diplomáticos. Bélgica, según lo relatado por Europa Press, mantendrá su enfoque centrado en la protección de la seguridad jurídica tanto nacional como europea, en especial porque gestiona una parte sustancial de los fondos provenientes de Rusia. Las decisiones sobre un uso diferente de estos activos estarán sujetas al logro previo de una base legal consensuada y a la garantía de protección para euroclear, las autoridades estatales implicadas y los mercados internacionales.

Mientras persiste la incertidumbre respecto al desenlace final del conflicto en Ucrania, el paquete financiero acordado permite sostener la ayuda presupuestaria y mantiene los pilares regulatorios esenciales para la confianza en las instituciones europeas. El diseño de la medida, según describió Europa Press, refleja un esfuerzo colectivo por equilibrar la solidaridad con Kiev y la defensa de los principios jurídicos y financieros que configuran la identidad y la proyección internacionales de la Unión Europea.