
El banco BBVA ha comunicado a sus accionistas la meta de distribuir hasta 36.000 millones de euros entre 2025 y 2028 mediante dividendos recurrentes y métodos extraordinarios de retorno, como la recompra de acciones iniciada recientemente. La entidad dio a conocer esta hoja de ruta mientras ejecutaba un esquema inédito de recompra de títulos, cuyo importe final podría acercarse a los 3.960 millones de euros. Según detalló El País, la operación arrancó el 22 de diciembre tras obtener la autorización de los organismos reguladores.
El programa, el más ambicioso en la historia de BBVA, se desarrolla en distintas fases, comenzando con un primer tramo valorado en hasta 1.500 millones de euros. La recompra busca ser amortizada posteriormente, con la finalidad de incrementar la rentabilidad por título de los accionistas vigentes y afianzar la posición de la entidad en el panorama financiero europeo. El País explicó que esta estrategia forma parte de un conjunto de acciones dirigido a reforzar el atractivo del banco ante los inversores continentales.
Durante los últimos ejercicios, BBVA ha apostado de manera sostenida por la devolución de capital a los inversores. Según reportó El País, la entidad ha combinado el reparto de dividendos con recompras extraordinarias de acciones, orientando estas medidas a maximizar el beneficio resultante para sus propietarios y potenciar su posicionamiento competitivo. Los registros históricos citados por El País indican que, entre 2021 y 2022, se destinaron 3.160 millones de euros a recompras extraordinarias; en 2023, la cifra sumó 1.000 millones adicionales.
Respecto a las recompras ordinarias ligadas a los resultados anuales, BBVA reservó 422 millones de euros por el ejercicio de 2022, 781 millones por 2023, y 993 millones tras la liquidación de 2024. Esta última cantidad marcó el cierre del ciclo de recompra ordinaria correspondiente a diciembre de ese año, según El País, y tuvo un impacto directo en los principales indicadores financieros del banco, en especial en el análisis de la rentabilidad por acción vigente.
El 7 de noviembre de 2024, BBVA llevó a cabo el pago en efectivo más abultado de su historia, con un dividendo extraordinario por valor de 1.842 millones de euros. Esta decisión precedió a la conclusión de la recompra ordinaria de acciones implementada poco después durante el mismo año, ampliando la magnitud y la frecuencia de los retornos a los accionistas. El País destacó que este patrón de retribuciones sitúa la política de retorno de capital de BBVA por encima de la media sectorial europea tanto en cantidad como en periodicidad.
Los resultados comunicados por el banco reflejan una tendencia de crecimiento constante en los rendimientos ofrecidos a los accionistas. Según publicó El País, el beneficio por acción aumentó un 48% en 2022, un 26% en 2023 y un 27% en 2024. Por su parte, el beneficio atribuible al grupo creció un 31% en 2022, un 21% en 2023 y un 25% en 2024, reforzando el liderazgo de la entidad española en el contexto bancario europeo. El medio subrayó que estas cifras responden tanto al despliegue de la estrategia de retorno como a la capacidad del banco de generar capital mediante su actividad habitual.
La adopción de estos mecanismos de recompensa se produce después del intento infructuoso de BBVA por adquirir Banco Sabadell mediante una oferta pública. A raíz de este episodio, la dirección del banco reiteró tanto en comunicados internos como públicos su determinación de mantener las herramientas orientadas al retorno de los accionistas. BBVA notificó que adaptará la política de retribución de capital en función de los resultados operativos y los escenarios de mercado, reservándose la flexibilidad de ajustar tanto los instrumentos como los montos para adecuarse a contextos cambiantes.
El País señaló que la dirección de BBVA, liderada por Carlos Torres, ha insistido en la ventaja de utilizar una combinación de dividendos y recompras de acciones para fortalecer el posicionamiento de la entidad frente a otras instituciones financieras europeas. El programa de retribución total a los accionistas será objeto de revisiones periódicas, dependiendo de la evolución del negocio y de los datos agregados por el banco.
La estrategia de capital de BBVA se presenta como un uso eficiente de los recursos generados por la entidad en su operación central, permitiendo, según El País, incrementar los retornos obtenidos por los tenedores de acciones y optimizar la gestión financiera institucional. La entidad mantiene abierta la posibilidad de modificar las cuantías y los métodos de retorno en función de la competencia en el sector y con el propósito de mantener la competitividad de sus títulos en el mercado bursátil europeo.
El contexto general descrito por El País muestra que la política de devolución de capital de BBVA representa una de las más destacadas del sector bancario europeo, tanto por su recurrencia como por el volumen global de los pagos realizados y previstos en los próximos años.

