
El análisis sectorial de la innovación empresarial en España revela diferencias significativas entre ramas productivas, donde la industria muestra la mayor proporción de empresas implicadas en procesos de cambio y mejora, con un 34,8%, mientras que sectores como la agricultura, ganadería, silvicultura y pesca presentan una adaptación menor a los procesos innovadores, alcanzando solo el 15,8%. Sobre esta base, el Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó que durante 2024 las empresas españolas destinaron 23.554 millones de euros a actividades de innovación, cifra que representa un aumento del 13% respecto al año 2022.
Según informó el INE, esta inversión equivale al 0,9% del volumen total de negocio de las empresas en el país, y está marcada por el liderazgo del sector servicios, que absorbió el 54,8% del gasto. El informe destacó que la preeminencia de este sector no se limita al volumen, sino que también incide en su papel como motor de soluciones tecnológicas. Dentro del sector servicios, las actividades de programación, consultoría y servicios informáticos concentraron el 13% de toda la inversión registrada, superando a los servicios de investigación y desarrollo, que alcanzaron el 10,9%, y a la industria de vehículos de motor, con un 9,4%. Estos datos reflejan, según consignó el INE, el papel protagonista de la digitalización y la consultoría tecnológica en el ecosistema empresarial español, y resaltan la creciente brecha en innovación respecto a las industrias tradicionales.
El INE detalló que la mayor parte de los fondos invertidos por empresas en innovación se destinaron a investigación y desarrollo interna, con un 54%. Las actividades innovadoras externas, conocidas como I+D externa, representaron el 9,4% del total asignado, mientras que el 36,6% restante se canalizó hacia otras acciones de innovación no especificadas en el estudio. Estos porcentajes evidencian la preferencia de las empresas por fortalecer sus propias capacidades de desarrollo tecnológico, en combinación con la colaboración de agentes externos.
En lo referente a la distribución territorial de la inversión, el informe del INE indicó que la Comunidad de Madrid destacó como el principal polo de innovación con el 30% del gasto nacional, seguida por Cataluña con el 25,6% y Euskadi con el 9,3%. El organismo subrayó que estas tres comunidades autónomas no solo aglutinan los mayores recursos económicos dedicados a la innovación, sino que también impulsan el dinamismo necesario para la generación e implementación de nuevas soluciones tecnológicas, con impacto en la competencia y la modernización empresarial en el ámbito nacional.
El INE también precisó que el 27,3% de las empresas en España fueron consideradas innovadoras en el periodo 2022-2024, es decir, incorporaron productos, servicios o procesos internos innovadores en dichos años. Este porcentaje representa un incremento respecto al 23,9% verificado en el periodo anterior 2020-2022, y refleja una orientación creciente hacia la transformación tecnológica. De acuerdo con el estudio, el 14,1% de las compañías centró su innovación en productos, mientras que el 24,4% mejoró principalmente procesos internos, una tendencia que sugiere la importancia de la transformación organizacional junto a la creación de nuevas soluciones de mercado.
Analizando la proporción de empresas innovadoras por comunidades autónomas, el INE recogió que Cataluña encabeza el ranking con un 33,6% de compañías implicadas, seguida de cerca por Euskadi con el 32,7% y Aragón con el 30,4%. Según el organismo, estas regiones sobresalen no solo por la magnitud de los recursos invertidos, sino también por la capacidad de su tejido empresarial para adoptar y transformar procesos y productos, lo que las posiciona como referentes del dinamismo innovador en el territorio español.
El informe publicado por el INE concluye que la evolución ascendente tanto en la inversión absoluta como en el porcentaje de empresas que apuestan por la innovación consolida una tendencia favorable hacia el desarrollo tecnológico en España. El organismo oficial resaltó que el entorno empresarial busca potenciar la competitividad mediante la adopción de nuevos procesos, productos y servicios, en un escenario marcado por desafíos tecnológicos globales cada vez más exigentes.

