La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, así ha sido su tenso reencuentro tras la confesión del exduque de Palma

Bajo estricta vigilancia de la prensa, la expareja acudió por separado al partido de su hijo en Granollers, limitando toda interacción tras la reciente confesión del exduque y evidenciando la ruptura definitiva en su vínculo familiar ante el público

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Al término del encuentro deportivo, Iñaki Urdangarin se retiró del polideportivo de Granollers tras saludar a su hijo Pablo desde la distancia, mientras que la infanta Cristina optó por permanecer más tiempo acompañando a su hijo y a un grupo de amigas. Según detalló la prensa digital, este distanciamiento y la reserva mantenida durante el evento subrayan la nueva dinámica familiar de la expareja tras la entrevista televisiva en la que el exduque relató el impacto del Caso Noós y su paso por prisión. El medio digital que cubrió el partido informó que ambos evitaron todo tipo de saludo o interacción, evidenciando ante el público y los asistentes la ruptura definitiva de su vínculo.

De acuerdo con la cobertura digital citada, la infanta Cristina y Iñaki Urdangarin asistieron al partido en el que su hijo Pablo representó al equipo Fraikin BM Granollers frente al Irudek Bidasoa Irún. La atención mediática se concentró tanto en el rendimiento de Pablo, quien protagonizó una destacada actuación en la victoria del equipo por 32 a 29, como en la conducta de sus padres. El medio informó que la expareja llegó al recinto deportivo por separado y evitó coincidir en entradas y áreas comunes, como la cafetería, ubicándose en extremos opuestos de las gradas. Durante el encuentro, ambos eligieron mantener un perfil bajo y priorizar la distancia, decisión que fuentes periodísticas atribuyeron al deseo de proteger la estabilidad familiar tras la exposición mediática generada en días recientes.

Según consignó el medio digital, Urdangarin acudió acompañado por Roberto Molina y eligió sentarse en una posición elevada y apartada del resto del público y de la familia real, concentrándose en su teléfono móvil y conversando con su acompañante. Evitó cualquier gesto que pudiera interpretarse como un acercamiento a la infanta. Por su parte, Cristina se posicionó junto a Pablo y amigas cerca del banquillo del equipo, mostrándose activa y brindando apoyo a su hijo, pero en todo momento distante de su expareja. La prensa destacó que el único cruce perceptible entre ambos se produjo cuando Urdangarin dirigió una mirada fugaz hacia Cristina durante el descanso, interacción no correspondida por parte de la infanta.

El distanciamiento observado fue interpretado por los asistentes y la prensa como una ratificación pública de la ruptura. Durante años anteriores, la expareja solía mostrarse unida en actos familiares y oficiales, colaborando frente a las cámaras y transmitiendo una imagen de cercanía. En contraste, la jornada en Granollers expuso el final de esa etapa y estableció un referente en la transformación de la relación pública entre ambos, en especial después de las declaraciones recientes del exduque ante La 2Cat, citadas por el medio digital. “Materialmente perdí prácticamente todo. Fue un periodo muy duro. Lo pasamos muy mal durante todo este periodo y tuvo consecuencias. La verdad es que sabe mal porque Cristina es uno de los amores de mi vida, es una mujer a la que quiero mucho”, expresó Urdangarin en el canal catalán.

Las palabras pronunciadas en televisión ofrecieron contexto al deterioro de la relación, marcado por desafíos legales y el ingreso de Urdangarin en prisión. Según publicó el medio digital, el exduque puntualizó que la presencia de una tercera persona no fue la causa principal de la separación, sino que la crisis judicial y sus consecuencias fueron decisivos. Estas declaraciones resultaron determinantes para la percepción pública de la expareja y aportaron información clave sobre los motivos de su distanciamiento.

A lo largo de todo el partido, los periodistas y el público permanecieron atentos a cualquier posible interacción, que finalmente no se materializó. El medio digital interpretó este comportamiento reservado como parte de una estrategia consciente decidida por ambas partes para proteger la convivencia parental y el bienestar de Pablo Urdangarin, especialmente tras un periodo de alta exposición mediática y presión social. La ausencia de gestos o palabras compartidas, así como la elección de ubicaciones separadas, marcaron un punto de inflexión en la representación pública de la familia.

La jornada deportiva, aunque exitosa en lo deportivo para el Fraikin BM Granollers, quedó secundada en la cobertura periodística por la separación evidenciada en el entorno familiar de Pablo Urdangarin. Los medios digitales remarcaron que la frialdad entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin en Granollers refleja la consolidación de una desvinculación irreversible, tras años de exposición pública, convivencia y una crisis judicial de gran repercusión.

El seguimiento intenso de la prensa y el interés generado entre los asistentes ilustraron el impacto social que el proceso de separación ha tenido en la percepción pública de la pareja. Fuentes citadas por el medio digital sugirieron que la prioridad actual se encuentra en preservar la normalidad y el entorno de Pablo, manteniendo la mayor discreción y limitando cualquier exposición innecesaria ante los focos mediáticos.

De este modo, el partido entre Fraikin BM Granollers e Irudek Bidasoa Irún se convirtió en el escenario en el que se hizo visible una nueva etapa para los exduques de Palma. El medio digital concluyó que el episodio en el polideportivo ofrece una imagen clara de una relación marcada por el distanciamiento definitivo, en la que los protagonistas buscan proteger la intimidad familiar y dejar atrás los episodios que durante años monopolizaron la atención pública y mediática.