
En el contexto de un incremento significativo de desplazados internos, que asciende a unos 4,8 millones de personas, y la dependencia de cerca de 19,5 millones de yemeníes de la asistencia humanitaria internacional, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, advirtió sobre el peligro de que la violencia yemení se expanda más allá de sus fronteras y comprometa rutas marítimas estratégicas para el comercio mundial. Según informó Europa Press, este pronunciamiento se produjo tras el estallido de enfrentamientos entre las Fuerzas de Élite de Hadramut y agrupaciones secesionistas al inicio de junio, episodios que dejaron al menos 32 militares muertos y renovaron las demandas de instaurar un “estado federal justo” en Yemen.
Europa Press detalló que, a raíz de estos combates, la situación humanitaria y de seguridad en Yemen ha experimentado un nuevo agravamiento. Guterres presentó su informe ante el Consejo de Seguridad de la ONU, advirtiendo sobre una posible intensificación del conflicto y subrayando el impacto potencial para la estabilidad de toda la región. El medio indicó que la emergencia humanitaria se agravó desde principios de 2024, resintiéndose aún más tras la detención de 59 personas, entre las que se contaban trabajadores humanitarios, diplomáticos y empleados de la ONU. Guterres calificó de “arbitrarios” estos arrestos y exigió la liberación inmediata de todas las personas retenidas, con especial énfasis en tres miembros del personal de Naciones Unidas detenidos mientras realizaban funciones ordinarias en el país.
De acuerdo con la cobertura de Europa Press, las restricciones a la labor humanitaria continúan profundizándose en las zonas controladas por autoridades de facto y milicias. El acceso y la distribución de ayuda esencial enfrentan severas limitaciones, sobre todo en áreas bajo dominio de los hutíes, quienes cuentan con respaldo iraní y mantienen el control sobre el norte y el centro de Yemen. Por otro lado, el Gobierno reconocido internacionalmente gestiona ciudades como Marib y Taíz, mientras que el Consejo de Transición del Sur, apoyado por Emiratos Árabes Unidos, administra extensas regiones en el sur y el este, destacando enclaves estratégicos como Mukalla y Ash Shihr.
Según describió Europa Press, esta fragmentación territorial agrava la complejidad de la emergencia yemení, ya que limita los márgenes de entrega de socorro y debilita la protección de corredores marítimos críticos, como el mar Rojo, el golfo de Adén y el Cuerno de África. El resurgimiento de la violencia en provincias como Hadramut ha incrementado la inseguridad y genera preocupación por un desbordamiento regional del conflicto armado, poniendo en riesgo las cadenas de suministro a nivel internacional.
Organismos internacionales, citados por Europa Press, advierten sobre el agravamiento de las restricciones a la labor de agencias humanitarias y diplomáticas, lo que compromete la capacidad de respuesta a la crisis. Naciones Unidas y sus asociados lograron asistir a más de 5,3 millones de personas en lo que va de 2024, pese a controles administrativos, cierres de rutas y bloqueos impuestos por las autoridades de facto.
Guterres insistió, según reportó Europa Press, en el peligro que representa la persecución de personal humanitario y diplomático, ya que esas prácticas podrían deteriorar más la situación de la población civil y paralizar las operaciones internacionales de ayuda. El secretario general de la ONU también hizo un llamado a los Estados con capacidad de influencia sobre los actores del conflicto, instándolos a activar canales de mediación efectivos y a fortalecer la negociación, con el objetivo de limitar la expansión de la violencia y promover mecanismos orientados al abordaje de las causas profundas del conflicto yemení.
La evolución del conflicto y la respuesta internacional, analizadas en el terreno y citadas por Europa Press, revelan dificultades crecientes para la logística humanitaria y para la seguridad de los equipos desplazados. La fragmentación política y militar deja a muchos ciudadanos atrapados en condiciones precarias, sin servicios básicos ni garantías de retornar a la normalidad.
De acuerdo con Europa Press, la comunidad internacional apuesta por avanzar en vías de negociación que puedan integrar las expectativas legítimas de los diferentes sectores de la sociedad yemení. Tanto el Consejo de Seguridad de la ONU como otras organizaciones buscan alternativas para sostener el flujo de ayuda, pese a los obstáculos actuales. El carácter prolongado de los bloqueos, junto con las prohibiciones y acciones violentas, incrementa el riesgo de una escalada aún mayor del conflicto armado, tal como advertía Naciones Unidas según cita Europa Press.
La volatilidad en Yemen impacta también en el comercio y la seguridad regional. Europa Press enfatiza la preocupación de organismos internacionales respecto al resguardo de las rutas marítimas y la protección de las cadenas de suministro a escala global. Este escenario mantiene la presión de la comunidad internacional por respuestas integradas, espacios de mediación y negociaciones amplias, mientras persiste la situación crítica de millones de personas y el escenario de resolución del conflicto permanece estancado.


