ChatGPT sale caro energéticamente: su consumo anual de electricidad podría abastecer a Madrid durante más de 7 meses

La rápida expansión del popular sistema de inteligencia artificial ha generado un gasto de electricidad a escala inédita, superando con creces el consumo de ciudades europeas y despertando preocupación por las consecuencias medioambientales y el riesgo para infraestructuras energéticas

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El uso energético que genera ChatGPT a escala anual podría mantener a la ciudad de Madrid con suministro durante más de siete meses, según informó BestBrokers. La creciente demanda energética de este modelo de inteligencia artificial supera ya el consumo eléctrico de varias ciudades europeas. ChatGPT, desarrollado por OpenAI, ha visto aumentar su base de usuarios activos a casi 900 millones, tal como publicó The Information. Este incremento sostenido contribuye a que su requerimiento de electricidad alcance niveles inéditos, con consecuencias ambientales y desafíos para las infraestructuras energéticas, detalló BestBrokers.

El medio BestBrokers, a partir de datos de la Universidad de Rhode Island, estimó que cada mensaje de extensión media generado mediante ChatGPT-5 exige entre 2 y 45 vatios, con un promedio de 18,9 vatios-hora por consulta. Esta cantidad resulta superior a la energía utilizada en una búsqueda convencional de Google, superándola en más de 50 veces, de acuerdo con el Instituto de Investigación de Energía Eléctrica en Estados Unidos citado por BestBrokers. El acumulado anual de electricidad necesaria para operar ChatGPT se sitúa en torno a los 17,3 teravatios-hora.

Esta demanda se traduce en un gasto de 2.420 millones de dólares al año si se consideran los precios promedio del mercado eléctrico comercial, según el cálculo presentado por BestBrokers. En términos comparativos, la electricidad utilizada por el modelo en un periodo de doce meses equivaldría al consumo residencial de toda la ciudadanía española durante 23 días y 6 horas. Al ampliar la comparación, el informe precisa que ese volumen energético cubriría la demanda de Madrid durante siete meses y 19 días, la de París durante algo más de un mes, la de Londres por más de cinco meses, y la de Berlín durante un año y cinco meses completos. En el caso de Copenhague y Ámsterdam, ese consumo sería suficiente para sus necesidades generales durante más de cuatro años.

El informe de BestBrokers extiende estas cifras al ámbito nacional, al calcular que la energía consumida por ChatGPT en un año permitiría abastecer a Reino Unido durante casi 20 días, a Alemania por doce días y a Francia durante trece días. Estas estimaciones reflejan el impacto acumulativo de la utilización masiva de sistemas de inteligencia artificial generativa. La popularidad de ChatGPT y servicios similares se apoya en el desarrollo de modelos de lenguaje que posibilitan el acceso a asistentes inteligentes para automatización de tareas, redacción de textos, generación de imágenes y resolución de problemas, según registró el medio.

OpenAI, responsable del desarrollo y despliegue de ChatGPT, reconoce que la sofisticación creciente de los modelos ha derivado en millones de solicitudes diarias, lo que supone una presión significativa para las redes eléctricas y contribuye a incrementar la huella ambiental del sector. BestBrokers subrayó que el desarrollo de capacidades más avanzadas en los modelos de lenguaje acarrea mayores exigencias energéticas por el incremento en la cantidad de parámetros y cálculos involucrados en el procesamiento de cada interacción.

Alan Goldberg, analista de datos citado por BestBrokers, comentó que las operaciones cotidianas de la inteligencia artificial “consumen electricidad a una escala que rivaliza con la de naciones enteras, mientras que las demandas computacionales de entrenamiento e inferencia alcanzan decenas de gigavatios-hora”. Goldberg apuntó que las mejoras tecnológicas orientadas a aumentar la eficiencia energética aún no compensan el incremento debido a la “expansión implacable” del uso y el tamaño de los modelos de IA.

El mismo Goldberg, según publicó BestBrokers, remarcó la necesidad de avanzar hacia “una transparencia rigurosa” y la imposición de “estándares de optimización exigibles” en todas las fases del desarrollo y uso de la inteligencia artificial. Alertó sobre “los riesgos de profundas presiones infraestructurales y ambientales” asociados al crecimiento acelerado del sector, lo cual introduce incertidumbre acerca de la sostenibilidad de estas tecnologías de cara al futuro.

La comparación del consumo de ChatGPT con el de ciudades o incluso países recalca la escala inédita de la demanda generada por los sistemas de inteligencia artificial. BestBrokers destaca que el auge de los modelos de lenguaje, y la facilidad de acceso que ofrecen a usuarios de todo el mundo mediante dispositivos conectados, plantea nuevos retos para la gestión del suministro eléctrico y para la reducción de las emisiones derivadas del uso energético.

El análisis aportado por BestBrokers y por fuentes como la Universidad de Rhode Island y el Instituto de Investigación de Energía Eléctrica indica que, a pesar de los avances en eficiencia, el crecimiento en el número de usuarios registrados y en el volumen de peticiones procesadas mantiene una demanda elevada, cuyo techo aún no se vislumbra. Los especialistas y actores del sector alertan sobre la necesidad de adoptar estrategias que permitan conciliar el desarrollo de la inteligencia artificial con la protección ambiental y la estabilidad de las infraestructuras eléctricas.