
El cambio en la dirección financiera de Telefónica, definido esta semana con la entrada de Juan Azcue en reemplazo de Laura Abasolo, coincide con la oficialización de una medida que modifica la relación entre la empresa y los mercados estadounidenses. Según informó el medio que publicó el comunicado, Telefónica ha iniciado el procedimiento para retirarse de la Bolsa de Nueva York, decisión formalizada ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y comunicada públicamente.
La multinacional española dejará de cotizar en Estados Unidos tras casi cuarenta años de presencia en Wall Street. De acuerdo con la información difundida, Telefónica avanza con la transformación del programa de American Depositary Receipts (ADR) a un Programa de ADRs Nivel I, permitiendo que los actuales poseedores de estos certificados opten por mantenerlos con la posibilidad de tranzarlos en el mercado extrabursátil estadounidense, o bien, canjearlos por acciones ordinarias de la empresa negociadas en los mercados españoles. Según publicó la fuente original, esta estrategia implica una salida voluntaria de la cotización de ADS en la Bolsa de Nueva York, sin planes para relistarse ni registrar estos títulos en ningún otro mercado bursátil norteamericano.
Telefónica se convirtió en junio de 1987 en la primera compañía española en entrar al listado de empresas cotizadas en la Bolsa de Nueva York, hecho que marcó un precedente en la internacionalización de firmas españolas, detalló el medio de referencia. La salida oficial se produce tras casi cuatro décadas, en medio de una reorientación estratégica de la empresa hacia los mercados europeos y en un contexto de ajustes internos en su cúpula directiva.
El comunicado remitido ante la CNMV subraya que la empresa no prevé buscar una cotización alternativa de los ADS en ningún otro sistema estadounidense, limitando la operativa bursátil de estos instrumentos al proceso de transformación a Nivel I y a la eventual transferencia de liquidez hacia las bolsas españolas. Este procedimiento, según consignó el medio especializado, busca dar certidumbre a los inversores estadounidenses, quienes podrán decidir entre mantener sus ADR fuera del sistema tradicional de Wall Street o convertirlos en acciones ordinarias de Telefónica negociables en España.
El cambio técnico de los ADR a Nivel I significa que seguirán representando valores de Telefónica, pero quedarán fuera de los circuitos principales del mercado neoyorquino, según reprodujo el medio fuente en base al comunicado corporativo. Las implicaciones inmediatas para los accionistas estadounidenses incluyen la necesidad de evaluar la conveniencia de migrar sus posiciones hacia los mercados españoles, donde se centralizará la mayor parte de la liquidez accionarial tras la exclusión voluntaria de la Bolsa de Nueva York.
La decisión, según detalló el medio original, no ha sorprendido al sector: la posibilidad de este retiro se mencionó abiertamente en noviembre del año anterior, durante la presentación del nuevo plan estratégico, cuando Laura Abasolo, entonces responsable de finanzas, anticipó el inicio de un proceso gradual de exclusión de los ADR del mercado neoyorquino. El ajuste se materializa justo en un periodo de transición interna, dado el reciente cambio en la dirección financiera de la multinacional.
Telefónica ha asegurado en el comunicado que ampliará la información a los tenedores de los ADR en los próximos días, y detallará los pasos a seguir para el ejercicio de las opciones disponibles. El medio que recogió el anuncio subrayó que este cambio en la estructura de cotización de los títulos estadounidenses de Telefónica supone un cierre de ciclo y un reordenamiento en la presencia de la compañía en los mercados de capital internacionales, con el foco desplazándose hacia las plazas españolas. El impacto de la medida para los actuales tenedores de los ADR también recaerá sobre el volumen y composición del accionariado en España, ya que la decisión de convertir o mantener los certificados afectará directamente la distribución de acciones negociadas en el país.
La retirada de Telefónica de la Bolsa de Nueva York representa el desenlace de una estrategia de internacionalización iniciada en 1987, periodo durante el cual la empresa consolidó su perfil como referente entre las compañías españolas en el ámbito global, de acuerdo con la información difundida. El anuncio ocurre en un escenario marcado tanto por cambios internos como por una reorganización de las prioridades bursátiles y de mercado de la compañía, que ahora apuesta por fortalecer su papel en los mercados europeos tras la descontinuación de su programa principal de cotización en Estados Unidos.


