
La reforma del artículo 103 aparece como una de las modificaciones más destacadas en el nuevo paquete de regulaciones aprobado por los 42 clubes miembros de LaLiga EA Sports y LaLiga Hypermotion, presentado para implementar cambios en el control económico desde el 20 de noviembre. Según informó el medio original de la noticia, entre las medidas acordadas figura la posibilidad de que cualquier club renueve unilateralmente a un jugador por temporada al margen de las condiciones financieras habituales, invocando una “wild card” o exención, siempre que el importe no supere el 8% del Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD). La organización de LaLiga matizó, de acuerdo con la información publicada por la propia liga y citada por la fuente, que no se aceptarán recortes salariales anuales superiores al 10% del contrato vigente del jugador ni rebajas acumuladas que lleguen a ese porcentaje antes de la renovación. Esta iniciativa busca equilibrar la flexibilidad y el rigor en la gestión financiera de las plantillas.
El medio detalló además que, desde el 20 de noviembre, entraron en vigor un total de trece ajustes normativos que afectan directamente a la gestión de fichajes, renovaciones y patrocinios en el fútbol profesional español, con especial impacto en los equipos de Segunda División. Según publicó la fuente, estos cambios persiguen mantener la sostenibilidad financiera de los clubes, al tiempo que introducen nuevas posibilidades de gestión como exenciones para la renovación de jugadores o criterios más flexibles para las ampliaciones de capital dirigidas a los equipos del segundo escalón futbolístico.
En cuanto al cómputo de traspasos, la información facilitada por el medio indica que a partir de ahora los clubes tendrán la opción de imputar total o parcialmente el resultado de ciertas operaciones de transferencias, bien en la temporada vigente, bien en la siguiente. Esto afecta especialmente a las transferencias ejecutadas entre el inicio del periodo de inscripción en el mercado invernal y el principio del mercado de verano siguiente, lo que permitirá a las entidades reservar margen de “fair play” financiero para campañas futuras.
En la regulación previa, las entidades podían inscribir un 10% del LCPD para la campaña siguiente. Tras este reajuste, en Primera División el margen pasará a ser del 6%, mientras que en Segunda seguirá rigiendo el 10% o bien un límite de 500.000 euros, optando por el mayor de los dos.
Respecto a los contratos de patrocinio y otros ingresos recurrentes, LaLiga incorporó nuevos requisitos para que solo se contabilicen aquellos acuerdos con un porcentaje mínimo de cobro garantizado, con el objetivo de evitar que clubes utilicen ingresos aplazados con poca solidez de cobro para inflar sus límites de gasto. Según explicó el medio, esto responde a la preocupación porque patrocinios y otras operaciones no pagadas puedan constituir una vía de vulneración de la normativa financiera.
Dirigido fundamentalmente a la Segunda División, las nuevas reglas establecen una “wild card” adicional que autoriza computar, únicamente para un jugador por temporada, la remuneración pactada en el contrato, en lugar de la resultante de factores objetivos como partidos jugados, goles o ascensos y descensos. Este mecanismo, recogido en el artículo 41, solo será aplicable si la retribución no excede de 1,1 millones de euros.
La normativa también incorporó novedades en la contabilización de gastos en cantera. Mientras que hasta la fecha únicamente se reconocía la inversión en fútbol femenino dentro del margen de dos millones de euros permitido sin penalización, ahora se admiten también los desembolsos destinados a cantera, siempre que el accionista responsable acredite el aporte financiero en fútbol femenino y/o cantera, según consignó el medio original.
En relación a las ampliaciones de capital, la restricción previa permitía un máximo de cuatro millones de euros por temporada, pero con la reforma, dicha cantidad podrá ascender hasta un 25% del importe neto de la cifra de negocio de cada club. Esta modificación supone un incremento notable en el margen para reforzar la solvencia financiera de los equipos, muy relevante para los clubes de Segunda División, donde la estabilidad económica suele estar más comprometida.
Se sumó además una flexibilización temporal para los clubes que superen el límite del “fair play”. Las nuevas reglas autorizan que siempre que el alta y la baja de jugadores se tramiten en la misma ventana de mercado, puedan llevarse a cabo este tipo de operaciones, incrementando la capacidad de maniobra de los clubes para ajustar sus plantillas.
El medio también reportó que determinadas renovaciones contractuales podrán computarse como reducción de Coste de Plantilla Deportiva, incluso cuando no cumplan algunas condiciones previamente estipuladas en la normativa. Esta opción se reserva a jugadores de campo mayores de treinta y seis años, porteros con más de treinta y ocho años, y renovaciones que impliquen una reducción del coste inferior al 3% del Ingreso Neto por Capital No Deportivo, o que no superen los tres millones de euros.
La fuente subrayó que todos estos cambios se implementarán de forma progresiva, aplicándose algunos a partir de la ventana de transferencias de invierno, mientras que otros se concretarán durante el próximo mercado estival, en función de lo aprobado por los 42 clubes y lo regulado en las nuevas disposiciones normativas. Las modificaciones responden a la demanda de un equilibrio mayor entre control financiero estricto y operatividad y buscan adaptarse a las necesidades específicas de Primera y Segunda División.


