La sequía y las lluvias abundantes son la "mayor amenaza" de aves mediterráneas, según un estudio

El análisis científico revela que fenómenos extremos están alterando el balance de aves en países ribereños, reduciendo la presencia de especies y comprometiendo la supervivencia de polluelos, según expertos de centros de investigación ecológica

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La investigación difundida por el Creaf destacó que el impacto negativo de las lluvias intensas no solo afecta a las aves del área mediterránea, sino que también repercute en el descenso de las poblaciones en todo el continente europeo. El trabajo, realizado en colaboración con el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (Creaf) y el Institut Català d'Ornitologia (ICO), y publicado en la revista ‘Oikos’, analizó dos décadas de datos sobre aves en Europa y concluyó que la variabilidad climática extrema se ha convertido en el principal desafío para su supervivencia.

El Creaf informó que tanto las sequías prolongadas como las lluvias intensas modifican el equilibrio de las poblaciones de aves, provocando una disminución de especies y dificultando la subsistencia de los polluelos. Entre las causas reportadas, la sequía reduce la disponibilidad de alimento, ya que incrementa la mortalidad de insectos, como las orugas de mariposas, y reduce el desarrollo de plantas, lo que implica menor producción de frutos y semillas. Este efecto dominó limita los recursos alimenticios para las aves, con el consiguiente descenso en la supervivencia de las crías.

Según reportó el estudio, las lluvias abundantes cada vez más habituales en el sur de Europa generan otras consecuencias: los nidos pueden resultar destruidos, los huevos se pierden con mayor frecuencia y el enfriamiento puede provocar la muerte de polluelos. En situaciones más graves, como ocurrencias de granizo, existe un riesgo adicional de lesión para las aves adultas, detalló el comunicado del Creaf.

El presidente del European Bird Census Council y coautor del estudio, Sergi Herrando, indicó que el descenso en la presencia de determinadas especies podría tener efectos ecológicos más amplios. Entre estos, mencionó la posible disminución de la dispersión de semillas promovida por el consumo y el desplazamiento de frutos, así como el control de poblaciones de insectos plaga, roles que habitualmente cumplen distintas aves.

El equipo de especialistas señaló que el aumento de la temperatura media beneficia principalmente a las especies nórdicas, mientras que perjudica a aquellas aves migratorias de largo recorrido que arriban a Europa en primavera tras su paso por África. Este fenómeno, indicó el Creaf, podría alterar los patrones migratorios y las dinámicas intercontinentales de las especies afectadas.

El estudio, tal como consignó el Creaf, recomienda restaurar y crear pequeños reservorios de agua, como balsas o puntos hídricos, para mitigar los efectos de la sequía sobre las aves mediterráneas. Estas estructuras, explicaron los investigadores, proveen acceso directo al agua y favorecen la presencia de insectos, lo cual fortalece la oferta alimentaria. Sin embargo, los expertos advirtieron que la ubicación de estos puntos necesita evitar zonas en las que exista un riesgo elevado de depredación.

A lo largo de los veinte años analizados, los autores del estudio corroboraron que los episodios climáticos extremos han sido cada vez más frecuentes y severos, afectando de manera generalizada el ciclo vital de las aves silvestres y sumando incertidumbre sobre la resiliencia de las comunidades ecológicas regionales. Según detalló el Creaf, la investigación subrayó la urgencia de aplicar medidas de manejo ambiental que contrarresten los efectos del cambio climático y reduzcan el impacto de las oscilaciones meteorológicas sobre la fauna.