La estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha insistido en que la industria nacional enfrenta, desde hace años, una serie de medidas que incluyen acciones coercitivas, sabotajes y ciberataques, además de recientes hechos calificados como “actos de piratería internacional”. Según informó PDVSA en un comunicado difundido por la propia empresa, estas agresiones habrían sido concebidas para obstaculizar el funcionamiento de la compañía y afectar los derechos económicos de Venezuela. A pesar de este entorno adverso, la petrolera aseguró que sus actividades de exportación de crudo y productos derivados hacia mercados internacionales continúan, respaldadas por mecanismos operativos seguros y soporte técnico adecuado, aun bajo el contexto de las sanciones dictadas por Estados Unidos.
De acuerdo con el comunicado recogido por diversos medios, PDVSA confirmó que los buques petroleros siguen realizando viajes al extranjero, sosteniendo operaciones bajo “pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas”. La compañía hizo referencia a la existencia de esquemas que, según sus declaraciones, ofrecen garantías plenas para mantener el flujo de exportaciones, ejercitando lo que considera derechos legítimos al libre comercio resguardados por el derecho internacional. En dicho documento, la empresa exalta su “compromiso” con la defensa de la soberanía energética nacional y ratifica que continuará cumpliendo los acuerdos comerciales establecidos con socios internacionales.
Tal como publicó la empresa venezolana, las restricciones impuestas por la administración estadounidense consisten en la prohibición de entrada y salida de buques petroleros desde Venezuela. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, formalizó el pasado martes la medida que representa, en palabras del mandatario, un “bloqueo completo y total” a toda operación marítima vinculada al crudo venezolano. Trump acusó al Gobierno venezolano de apropiarse de su petróleo y advirtió que podría intensificar las acciones si no se devuelven los envíos “de inmediato” a Washington.
PDVSA, ante este panorama, reivindicó el carácter legal y seguro de sus actividades. Según informó la empresa, mantiene operativos tanto la logística marítima como los contratos comerciales existentes, haciendo uso de instrumentos legales y protecciones técnicas que, afirma, permiten la continuación de las exportaciones. La petrolera considera que las sanciones forman parte de un conjunto de presiones internacionales dirigidas a presionar a la economía venezolana y, en concreto, a la principal industria del país.
El medio enfatizó que, más allá del impacto de las sanciones y el fortalecimiento del bloqueo estadounidense, PDVSA ha reiterado su propósito de avanzar junto a la sociedad venezolana en la recuperación, el fortalecimiento y la defensa de la industria petrolera. En su declaración, la compañía subrayó que su visión se basa en la dignidad, la unidad y la paz, valores que considera pilares del desarrollo económico y social del país.
Según consignó la empresa en su comunicado, la industria petrolera venezolana permanecerá centrada en proteger tanto los intereses nacionales como la integridad de sus operaciones marítimas, enfrentando los desafíos planteados por las medidas extranjeras y los riesgos a la seguridad de la infraestructura. La compañía sostiene que el contexto internacional hostil no ha impedido el cumplimiento de los compromisos de suministro ni la búsqueda de estrategias para mitigar los impactos sobre la economía nacional.
