El uso de indicadores alternativos, como el denominado “índice cafetero” que calcula el precio semanal de una taza de café en Caracas, se ha convertido en una de las principales herramientas para evaluar el ritmo inflacionario en ausencia de datos oficiales en Venezuela, debido a la falta de divulgación por parte del Banco Central. En este contexto, según reportó Bloomberg News, la inflación venezolana experimentó una escalada pronunciada tras la reciente implementación de restricciones estadounidenses sobre los petroleros en los puertos del país sudamericano, con una tasa anual que alcanzó el 556% en diciembre de 2025. Las fuentes citadas por el medio vinculan directamente este incremento al último paquete de sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, que restringe severamente la principal fuente de divisas de Venezuela: el petróleo.
Las últimas cifras difundidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe “Perspectiva Económica Mundial”, recogidas por Bloomberg News, reflejan los desafíos que enfrentan tanto los economistas locales como los organismos multilaterales para obtener una imagen precisa del fenómeno inflacionario en Venezuela. El FMI calcula que la inflación acumulada puede situarse en 269,9% al cierre de 2025. Para 2026, el pronóstico indica un posible aumento de hasta 682,1%. Esta proyección queda empañada por la carencia de información fiable, ya que la publicación oficial de estadísticas sobre inflación por parte del Banco Central venezolano lleva años en suspenso, situación que obliga a recurrir a índices alternativos como el indicador del café.
Bloomberg News explicó en su informe que este índice ya reportaba una inflación anual de 219% en junio, previo al endurecimiento de las sanciones. Una vez que las restricciones estadounidenses entraron en vigor, el ritmo inflacionario mostró una aceleración adicional, lo que da cuenta del impacto inmediato de la medida en el mercado interno. La administración estadounidense, bajo el mandato de Donald Trump, justificó la implementación de estas sanciones indicando, según consignó Bloomberg News: “El shock para ellos será como nada que hayan visto antes”. La medida afecta principalmente la capacidad estatal para acceder a divisas, limitando severamente las posibilidades del país de importar bienes y estabilizar su economía ante la volatilidad de precios.
El impacto de las sanciones, puntualizó Bloomberg News, recae de forma más severa sobre aquellos sectores de la sociedad que perciben sus ingresos en bolívares, es decir, en moneda nacional. Este grupo comprende principalmente empleados públicos y pensionados, quienes se ven afectados por la rápida depreciación de su poder adquisitivo. Mientras tanto, cerca del 90% del sector privado obtiene sus remuneraciones en dólares estadounidenses, lo que amplía la disparidad de ingresos entre quienes tienen acceso a divisas extranjeras y quienes dependen exclusivamente del bolívar. Tal diferencia se traduce en un aumento de la desigualdad social y en una mayor exposición de los sectores menos favorecidos a la inseguridad alimentaria y la inestabilidad de precios, consignó Bloomberg News.
Este escenario monetario, detalló el medio, genera desafíos adicionales en términos de acceso a productos básicos y reposición de inventarios, incrementando la volatilidad en la economía nacional. La imposibilidad de operar en los canales internacionales tradicionales obliga a buscar rutas alternativas fuera de los circuitos convencionales, fenómeno que dificulta aún más la estabilización de precios y limita la capacidad estatal para responder ante la crisis.
La ausencia de transparencia en la difusión de datos oficiales añade opacidad al panorama económico, resaltó Bloomberg News, prolongando la incertidumbre sobre la ruta que seguirá la inflación y las posibilidades de recuperación. El informe del FMI, citado por el medio, advirtió que mientras persista tanto el bloqueo externo como las políticas gubernamentales restrictivas en materia de información, la tendencia inflacionaria no solo podría mantenerse sino incluso intensificarse.
La imposibilidad de establecer un diagnóstico preciso sobre el comportamiento de los precios limita el margen de acción de los organismos multilaterales, destacó Bloomberg News, ya que sin datos confiables se dificulta el diseño y la aplicación de programas destinados a contener la crisis o asistir a los sectores vulnerables. El reporte puntualizó, además, que las técnicas alternativas de medición de la inflación, como el índice del café, si bien útiles, presentan limitaciones, ya que no abarcan la totalidad de rubros de la canasta básica ni del amplio espectro de la economía venezolana, pero su uso resulta indispensable ante la falta de información oficial.
En los días posteriores al refuerzo de las sanciones estadounidenses, Bloomberg News reportó una profundización de los problemas estructurales del país: aumento en la fuga de capitales, aceleración en la pérdida del poder de compra y descenso sostenido de la capacidad de consumo entre quienes solo tienen acceso a bolívares. Además, el bloqueo redundó en mayores dificultades para ingresar recursos externos, lo que impide sumar liquidez a una economía ya restringida y limita la importación de insumos vitales.
El FMI, de acuerdo con la información difundida por Bloomberg News, evaluó que Venezuela enfrenta una situación de vulnerabilidad extrema, en la que cualquier posibilidad de estabilidad macroeconómica queda condicionada a cambios estructurales en la política de acceso a divisas y en la transparencia informativa. La falta de estas reformas deja a la economía local expuesta a oscilaciones bruscas y persistente incertidumbre.
A la espera de una mejora en la disponibilidad de datos o en el acceso a nuevos recursos, la observación sobre la economía de Venezuela seguirá dependiendo de métricas indirectas como el índice cafetero y de las políticas implementadas tanto por el gobierno como por actores internacionales. Según sintetizó Bloomberg News, el resultado es una economía caracterizada por la inestabilidad de la moneda, el aislamiento respecto de la comunidad internacional, y el crecimiento de la brecha social que afecta de forma significativa a los sectores con menores ingresos y acceso limitado a divisas.
