
La Agencia Espacial Europea (ESA) y Arianespace concluyeron la primera fase de validación en órbita de los satélites Galileo SAT 33 y SAT 34, tras su reciente lanzamiento a una altitud media de 23.222 kilómetros. El éxito de la misión fue confirmado luego de varios procedimientos técnicos y verificaciones que garantizaron la ausencia de daños en los componentes de los satélites, con lo que la constelación Galileo fortalece su capacidad de navegación y precisión para usuarios en todo el mundo. La noticia principal reside en la integración exitosa de estas nuevas unidades al sistema europeo, reforzando su cobertura global y su autonomía tecnológica, según informó Europa Press.
El despegue se realizó desde el Puerto Espacial Europeo localizado en la Guayana Francesa, el miércoles 17 de diciembre, a las 06:01 horas según el horario español (02:01 hora local). De acuerdo con Europa Press, este lanzamiento representó un hito ya que se trató del primer vuelo de la serie Galileo a bordo de un Ariane 6 y el quinto en la trayectoria de este lanzador pesado europeo. La misión arrancó conforme a la agenda prevista, con la posterior separación de los propulsores, la cofia y la etapa central a pocos minutos del despegue. Poco después, el motor Vinci realizó su primer encendido, seguido de un segundo impulso a las 09:40 horas y, cerca de las 10:00 horas, los satélites fueron liberados en la órbita programada.
Según reportó Europa Press, tras la separación de los satélites Galileo, la etapa superior del Ariane 6 se desplazó hacia una órbita cementerio estable, apartada de los satélites operativos, para evitar interferencias y residuos espaciales. Los SAT 33 y SAT 34 comenzaron su fase de operaciones iniciales, un procedimiento dirigido por la Agencia Europea para el Programa Espacial (EUSPA), en el que se prueban todos los sistemas funcionales y se verifica su rendimiento. Este proceso puede extenderse entre tres y cuatro meses. Luego de superar estas comprobaciones, las dos unidades entrarán en servicio, sumándose de manera definitiva a la constelación Galileo.
Antes del despegue, Toni Tolker Nielsen, director de Transporte Espacial de la ESA, conversó con Europa Press sobre la gestión previa al lanzamiento y mencionó que el equipo vivió esos momentos “con calma” y convencido de haber implementado todos los controles necesarios para buscar el éxito en la misión. “Voy bastante tranquilo a un lanzamiento por eso”, expresó Tolker Nielsen. En la misma línea, subrayó que Galileo representa un activo de valor estratégico en la región y destacó su precisión de hasta 20 centímetros, calificándolo como un sistema fundamental para la autonomía espacial europea.
El mismo responsable de la ESA destacó la importancia de contar con el Ariane 6 dentro del programa espacial europeo, al explicar que permite cubrir un espectro completo de necesidades de lanzamiento desde suelo europeo. “Tenemos un acceso soberano al espacio... Y por eso es importante tener acceso soberano al espacio, para poder lanzar cuándo y lo que queramos”, afirmó Tolker Nielsen, según reportó Europa Press.
Europa Press también recogió que Galileo se posiciona actualmente como el sistema de navegación por satélite con mayor precisión en el mundo, sirviendo a más de cinco mil millones de usuarios de teléfonos inteligentes desde 2016. Todos los dispositivos móviles comercializados en el Mercado Único Europeo incluyen compatibilidad garantizada con Galileo. Más allá de su uso en telefonía móvil, el sistema europeo contribuye de manera significativa a múltiples sectores como el ferroviario, marítimo, agrícola, financiero y de rescate, optimizando operaciones y servicios esenciales.
Galileo desempeña un papel central como programa insignia de la Unión Europea; su financiación y gestión recaen en la Comisión Europea, mientras que la ESA orienta la parte técnica, desde el diseño y desarrollo de los sistemas espaciales y terrestres hasta la contratación de lanzamientos y la ejecución de actividades de investigación y desarrollo. Todo este proceso se encuentra bajo el paraguas del programa Horizonte Europa. EUSPA, por su parte, desempeña la función de proveedor de servicios y garantiza la conexión eficaz entre las necesidades del mercado, las aplicaciones y los usuarios finales.
El sistema Galileo provee una precisión de posicionamiento de hasta un metro en muchas aplicaciones y ha incorporado medidas de autenticación para minimizar riesgos de suplantación o uso fraudulento. El crecimiento de la constelación se realizó conforme al plan, alcanzando normas operativas plenas en 2024 y jubilando el primer satélite Galileo en abril de 2025 después de 12 años de actividad. Con la adición de la última serie “L14”, Europa afianza su liderazgo mundial en navegación por satélite al mantener estándares altos de precisión, disponibilidad y fiabilidad.
A nivel técnico, tras el despliegue de los actuales satélites, el programa de lanzamientos prevé la incorporación de cuatro unidades más de la Primera Generación antes de integrar los satélites de Segunda Generación. Europa Press señala que este nuevo bloque de satélites contará con innovaciones como cargas útiles digitales de navegación, propulsión eléctrica, antenas más avanzadas y capacidades de enlace entre satélites. Además, se introducirán relojes atómicos y experimentales que serán validados durante su operación en órbita, con el objetivo de incrementar la robustez de los servicios que Galileo ofrece globalmente.
En cuanto a la infraestructura de lanzamiento utilizada, Ariane 6 se posiciona como el lanzador pesado de referencia para Europa. Con un diseño modular que adapta la configuración según las necesidades de cada misión, puede transportar cargas a órbita baja terrestre y hasta el espacio profundo. Según explicó Europa Press, el cohete se compone de tres etapas: propulsores, etapa central y una etapa superior que utiliza el motor Vinci, diseñado para múltiples encendidos. En el vuelo de SAT 33 y SAT 34, Ariane 6 se configuró con dos propulsores laterales, haciendo uso de motores alimentados con oxígeno e hidrógeno líquidos para obtener el empuje suficiente durante la fase inicial y garantizar la puesta en órbita precisa de los satélites.
El progreso de Galileo y el uso de Ariane 6 reflejan el compromiso de las instituciones europeas por asegurar un acceso autónomo y frecuente al espacio, facilitando el desarrollo de servicios estratégicos en beneficio de la sociedad y la industria del continente, según detalló Europa Press en su cobertura.


