Después de que la plataforma Som un Clam hiciera públicas sus críticas en relación a presuntas estrategias para incentivar y orientar el voto de los socios del FC Barcelona, la junta directiva presidida por Joan Laporta respondió con un comunicado en el que desmintió de manera “clara y rotunda” el uso de recursos del club con fines electorales. Según consignó el medio, el Barça negó categóricamente la existencia de acciones que busquen influir en las preferencias de sus socios, así como cualquier utilización de fondos de la entidad para campañas de ese tipo.
De acuerdo con la información publicada, la respuesta oficial del FC Barcelona se dio en un momento de alta tensión institucional, ya que el mandato de Joan Laporta finaliza en 2026 y distintos grupos internos han intensificado su actividad y sus reclamos. El club aseguró en su declaración que no está involucrado en la realización de encuestas de opinión dirigidas a los socios, ni de manera interna ni mediante contrataciones externas. En el mismo mensaje, el club también recalcó que cualquier tipo de sondeo que esté en marcha no tiene relación con la entidad y advirtió sobre la protección legal de los datos personales de los socios, en línea con la normativa vigente en materia de privacidad y protección de datos.
Por su parte, la plataforma Som un Clam, liderada por Joan Camprubí, había cuestionado el martes anterior el proceder de la dirección del club. A través de su sitio web, la agrupación aseguró haber tenido noticias, mediante conversaciones recurrentes con socios y abonados, de que la junta destinaría recursos y dinero del club con orientación electoral. Según detalló el medio, la organización denunció que supuestamente la directiva realiza llamadas a socios y recoge sus opiniones mediante encuestas, con el objetivo de incidir en su voto de cara a las próximas elecciones.
Som un Clam también aseveró que, según su percepción, la junta directiva habría realizado durante cuatro años consecutivos preguntas en la encuesta anual sobre la posibilidad de convertir al club en una sociedad anónima, y cuestionó la sinceridad de las manifestaciones públicas de los dirigentes respecto a este tema. Según publicó el medio, la plataforma advierte que este tipo de campañas utilizando recursos del club representan un conflicto de intereses que consideran inaceptable. Además, hicieron un llamamiento para que estas prácticas se visibilicen y se denuncien públicamente.
El clima preelectoral genera inquietud entre los distintos sectores en el seno de la entidad azulgrana. Som un Clam expresó que “con las elecciones cerca, el nerviosismo está más presente que nunca, pero no por eso esta junta puede hacer lo que le dé la gana con el fin de satisfacer sus necesidades”. Estas declaraciones buscaron remarcar la preocupación por el reparto y uso de recursos del club y la supuesta instrumentalización de encuestas y comunicaciones con los socios como herramientas de presión electoral, informó el medio.
El comunicado del FC Barcelona insistió en la independencia de la entidad respecto a cualquier tipo de consulta o encuesta dirigida a los socios con propósitos electorales. Según detalló el club, la protección de los datos personales de sus miembros constituye una prioridad institucional y todo uso de información privada se ajusta a las regulaciones establecidas en la legislación sobre protección de datos.
No es la primera vez que grupos opositores y movimientos internos de la entidad catalana lanzan acusaciones sobre el proceder de la dirección, especialmente durante etapas cercanas a procesos electorales. En esta ocasión, el intercambio de declaraciones ocurre cuando las diferencias y divisiones internas se han intensificado y los debates sobre la gestión del club y su futuro legal han cobrado relevancia, comentó el medio.
En definitiva, la controversia expuesta por Som un Clam y la respuesta categórica del FC Barcelona reflejan el ambiente de tensión que atraviesa el club mientras se aproxima una nueva etapa electoral que, según antecedentes recientes, suele venir acompañada de debates intensos y acusaciones cruzadas entre los distintos actores del entorno azulgrana.
