
El canciller cubano Bruno Rodríguez advirtió que el embargo marítimo impuesto por Estados Unidos refuerza los mecanismos de presión sobre el gobierno venezolano y representa una violación de las normas internacionales. Según informó Europa Press, estas declaraciones se difundieron después de que Donald Trump, presidente estadounidense, anunciara en la red social Truth Social un endurecimiento de las restricciones marítimas a Venezuela, que incluye el bloqueo total de los buques sancionados que entren o salgan del país sudamericano. Este ajuste en las políticas de Washington intensificó la confrontación diplomática regional y motivó la reacción inmediata de las autoridades cubanas.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reafirmó por redes sociales el respaldo de La Habana al comunicado oficial venezolano y expresó su apoyo total al presidente Nicolás Maduro, así como a la estructura político-militar interna de Venezuela. De acuerdo con Europa Press, Díaz-Canel se refirió específicamente a la “unión popular-militar” del país caribeño, un concepto utilizado por Caracas para describir la articulación entre la población civil y las fuerzas armadas en defensa del gobierno bolivariano.
Las medidas anunciadas por la administración Trump se producen en un contexto señalado por operaciones militares estadounidenses en el Caribe y el Pacífico, orientadas a interceptar embarcaciones señaladas como narcolanchas provenientes de Venezuela. Según detalló Europa Press, el presidente Trump afirmó que Venezuela se encuentra “completamente rodeada por la mayor Armada jamás reunida en la historia” continental. Además, Trump previno sobre consecuencias “nunca vistas”, condicionando la retirada de la operación militar al retorno de activos, terrenos y recursos petroleros que, en sus palabras, habrían sido apropiados por el gobierno venezolano.
Europa Press también informó que la administración estadounidense justificó la intensificación del cerco y las sanciones argumentando que el Ejecutivo de Maduro mantiene supuestos vínculos con actividades ilícitas transnacionales, como el terrorismo, el narcotráfico y el tráfico de personas. El objetivo expuesto por Washington consiste en aislar económicamente al gobierno venezolano y obstaculizar sus exportaciones e importaciones, especialmente de hidrocarburos.
La reacción del gobierno cubano a través de Díaz-Canel y Rodríguez apunta a consolidar la alianza tradicional entre La Habana y Caracas, un vínculo que, según Europa Press, se ha reforzado en los últimos años frente a la escalada de sanciones estadounidenses. Ambos gobiernos han insistido en la defensa de la soberanía venezolana y en el rechazo categórico a las restricciones impuestas por la Casa Blanca.
El comunicado de la cancillería cubana recalca la solidaridad con la llamada revolución bolivariana y reitera el respaldo directo de Cuba a las instituciones del Estado venezolano. Esta postura aparece como una extensión de la política exterior cubana de apoyo a países que se encuentran bajo presión de sanciones estadounidenses, especialmente cuando se trata de gobiernos aliados en América Latina.
Las maniobras navales y el bloqueo total, reportados por Europa Press, generaron preocupación y reacciones entre diferentes actores internacionales. El alcance y la magnitud del despliegue militar en el Caribe y el Pacífico levanta alertas sobre posibles impactos en el comercio y el tránsito marítimo regional, afectando no solamente a Venezuela, sino también al entorno económico y a la estabilidad regional que depende en buena medida del flujo naval sin restricciones.
Del lado cubano, tanto el discurso del presidente Díaz-Canel como el del canciller Rodríguez subrayan la importancia de la defensa común y la coordinación política ante lo que consideran una escalada sin precedentes, como reportó Europa Press. El énfasis en la “unión popular-militar” refleja la valoración estratégica que otorga La Habana a la capacidad de resistencia interna del sistema venezolano frente a las presiones externas impulsadas por Washington.
El medio europeo Europa Press señaló que la campaña de sanciones dirigida al entorno del presidente Nicolás Maduro no da señales de relajación, incrementando el número de medidas punitivas y ahora sumando el inédito recurso del bloqueo naval, que marca una nueva etapa en las políticas de presión estadounidense en el continente.
Las palabras del canciller cubano describen la acción de Washington como una “gravísima violación del Derecho Internacional”. La respuesta de ambos funcionarios cubanos, transmitida tanto en redes sociales como en declaraciones oficiales, materializa el respaldo incondicional al gobierno de Maduro y a los mecanismos institucionales y militares que representan el núcleo de la defensa venezolana en la coyuntura actual. Estas posturas, según Europa Press, ejemplifican la continuidad de una política regional de alianzas y solidaridad frente al endurecimiento de las sanciones impulsadas desde Estados Unidos.


