
La ausencia de Alexander Sorloth por molestias físicas modificó el esquema inicial del Atlético de Madrid y abrió espacio para el protagonismo de Carlos Martín en la zona de mediocampo. En el duelo contra el Atlético Baleares, diversas sustituciones y reajustes tácticos fueron determinantes en un encuentro que se mantuvo parejo hasta los últimos instantes, con dos penaltis a favor del equipo local en el tramo final y varias acciones decisivas bajo los tres palos. Según consignó el medio especializado presente en el estadio, la clasificación a los octavos de la Copa del Rey quedó sentenciada por el triunfo 2-3 del equipo dirigido por Diego Simeone, que soportó la presión local en los instantes finales en el Estadio Balear.
El avance del Atlético de Madrid llegó en medio de una batalla táctica intensa. El partido se vio condicionado desde temprano por la lesión del defensor Clément Lenglet, quien, tras presentar molestias en la rodilla derecha, fue sustituido por Dávid Hancko. Esta situación provocó inquietudes en el área médica del club rojiblanco respecto a la disponibilidad de Lenglet para los siguientes compromisos, detalló el medio citado. Durante este lapso, el Atlético Baleares amenazó con adelantarse en el marcador a raíz de un error en la salida de Nahuel Molina, pero Juan Musso respondió con una parada clave, evitando que los locales abrieran la cuenta.
Según publicó el medio presente en el estadio, el Atlético de Madrid reordenó su estructura tras esa situación comprometida. Alrededor del minuto 16, una combinación entre Nahuel Molina, Carlos Martín y Conor Gallagher permitió que Antoine Griezmann se posicionara para anotar el primer gol visitante. Poco después, en el minuto 20, una nueva acción ofensiva por la banda derecha generó el centro de Molina que Giacomo Raspadori conectó de cabeza para aumentar la ventaja a 0-2.
No obstante, la reacción del Atlético Baleares se hizo visible antes de la media hora de juego. Un tiro de esquina dejó el balón a disposición de Gerardo Bonet, quien remató en primera instancia forzando la intervención de Musso. Tras el rechace, Bonet se anticipó a la defensa y recortó distancias, según reportó el medio especializado. Este gol avivó al conjunto local y subió la intensidad ofensiva, mientras el Atlético de Madrid adoptó una estrategia de control del balón y de reducción del ritmo para frenar la respuesta balear.
El Atlético Madrid, falto del lesionado Sorloth, delegó el despliegue y la recuperación en Carlos Martín, quien marcó ritmo y equilibrio en el eje central. Hacia el final del primer tiempo, los rojiblancos construyeron nuevas llegadas por medio de acciones asociadas entre Raspadori y Thiago Almada, aunque sin inquietar en exceso al guardameta Rivas. Entre tanto, el Atlético Baleares no abandonó el intento por equilibrar el marcador, valiéndose de la verticalidad para presionar la retaguardia visitante.
Tras el descanso, ambos equipos buscaron incrementar su caudal ofensivo. El medio detalló que Carlos Martín tuvo una ocasión significativa mediante un cabezazo que rozó el poste, mientras que los baleares respondieron con remates de Juanmi Durán y Jaume Tovar entre los minutos 48 y 52, ambos neutralizados por Musso, que mostró solidez en el arco visitante.
La gestión de cambios fue relevante en el desarrollo táctico, según comentó el medio. Cercano al minuto 65, el técnico Diego Simeone realizó modificaciones al dar ingreso a Giuliano Simeone, Koke Resurrección y Pablo Barrios, renovando energía y refuerzo para el mediocampo. El tercer gol del Atlético de Madrid llegó poco después: Javi Galán recuperó el balón en la izquierda, lanzó un centro al corazón del área y Griezmann remató para convertir su segundo tanto personal y ampliar el marcador a 1-3.
La cobertura periodística relató que la conclusión del encuentro se caracterizó por dos penaltis a favor del Atlético Baleares. El primero, tras una salida imprecisa de Musso cerca del minuto 80, derivó en el lanzamiento de Jaume Tovar, quien no pudo concretar, pues Musso detuvo el disparo. La presión local se intensificó en los últimos minutos hasta conseguir un segundo penalti, a raíz de una falta de Nico González. Moha Keita ejecutó la pena máxima en el minuto 89 y descontó, llevando el marcador a 2-3 e imprimiendo tensión a los últimos compases del encuentro.
De acuerdo con el medio consultado, el Atlético Baleares continuó en busca del empate hasta el final, aunque no creó nuevas oportunidades claras frente a la portería de Musso. El Atlético de Madrid gestionó la ventaja y se mantuvo firme en defensa, logrando la clasificación a la próxima ronda de la Copa del Rey.
Se informó sobre las alineaciones iniciales: por el Atlético Baleares, saltaron al campo Rivas, Ramis, Pérez, Castell, Pol, Serrano, Bonet, Taffertshofer, Cherta, Juanmi Durán y Jaume Tovar. Por el lado visitante, los titulares fueron Musso, Nahuel Molina, Le Normand, Lenglet (reemplazado por Hancko), Galán, Carlos Martín, Cardoso, Gallagher, Almada, Raspadori y Griezmann. Los relevos incluyeron a Morillo, Miguelito, Keita, Bejarano y Adrià Català por parte de los locales, y por el Atlético de Madrid a Giuliano Simeone, Koke, Pablo Barrios y Nico González.
El acta oficial del partido reflejó los goles de Griezmann (a los 16 y 72 minutos), el cabezazo de Raspadori al 20, la anotación de Bonet al 28 para el conjunto balear y el penalti de Keita al 89. El encuentro fue dirigido por Alejandro Hernández Hernández, quien, según detalló la fuente informativa, no mostró tarjetas amarillas ni rojas durante el desarrollo del partido.
El resultado implicó la eliminación del Atlético Baleares, equipo de la Segunda Federación, frente a un Atlético de Madrid que logró sostener la ventaja pese a la insistencia local. El equipo de Diego Simeone se prepara para conocer su rival en la siguiente instancia, en un torneo que, de acuerdo al medio especializado, reflejó la exigencia táctica y física vivida en el Estadio Balear, así como la resistencia presentada por ambos conjuntos hasta el minuto final.


