
La salida parcial de Global Infrastructure Partners (GIP), perteneciente al fondo estadounidense BlackRock, dehasta un 7,1% de Naturgy, ha incrementado la proporción de acciones en circulación en el mercado bursátil, fortaleciendo a los inversores institucionales y minoristas en el capital de la energética. Tal como informó el medio, BlackRock ha reducido su presencia accionarial en Naturgy hasta el 12,626%, consolidándose no obstante como uno de los principales operadores dentro del sector, tras ceder posiciones desde el 18,831% previo a la operación, según indicó la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
De acuerdo con los registros públicos difundidos por la CNMV y detallados por la fuente mencionada, el desglose actual de la participación de BlackRock obedece a distintas vías de tenencia. Por un lado, 121,53 millones de acciones están bajo control indirecto de fondos gestionados por la propia firma, representando el 12,534% del capital de Naturgy. A ello se suman 85.307 derechos de voto (equivalentes al 0,009%) asociados a instrumentos financieros, y otros 801.820 derechos de voto (0,083%) poseídos mediante contratos por diferencias (CFD).
Según publicó el medio, la disminución de la participación bajo el 15% fue explicada por BlackRock a la CNMV como resultado de la gestión de inversiones en nombre de sus fondos bajo administración. El ajuste se produjo inmediatamente después de que GIP, propiedad de BlackRock, otorgara a JP Morgan la orden para proceder con la colocación acelerada de hasta 69 millones de acciones de Naturgy, casi el 7,1% del capital social de la compañía.
La operación, realizada bajo la modalidad “accelerated bookbuilt offering” que se dirigió exclusivamente a inversores cualificados, finalizó con la venta de 68.825.911 títulos a un precio de 24,75 euros por acción. El monto total recaudado ascendió a aproximadamente 1.703,4 millones de euros. Según consignó el medio, este precio supuso un descuento cercano al 5,4% respecto de la cotización de cierre de Naturgy el día anterior, que había sido de 26,16 euros por acción, en línea con lo que es habitual en este tipo de procesos de colocación de grandes paquetes accionariales.
El medio reportó que GIP, a través de esta venta, asumió además un compromiso de lock-up que le impide desprenderse de más acciones durante 90 días, salvo excepciones que son típicas en este tipo de transacciones. De este modo, BlackRock, a través de sus distintos vehículos de inversión, pasa a mantener la cuarta mayor participación individual dentro del núcleo de accionistas significativos de Naturgy.
Esta operación se encuadra dentro de la salida paulatina de GIP del capital de Naturgy después de unos diez años como socio relevante, proceso que comenzó después de que el fondo adquiriera en 2016 un paquete del 20% vendido por Repsol y Criteria. Desde entonces, GIP ha venido reduciendo su exposición en la energética.
En cuanto a la composición accionarial actual, CriteriaCaixa mantiene su papel como primer accionista, acumulando cerca del 24% del capital. Rioja/CVC ocupa la segunda plaza con una participación aproximada del 18,58%, seguido por el fondo australiano IFM Investors que suma en torno al 15,17% de las acciones, según ha detallado el medio. BlackRock, tras el ajuste reportado, se mantiene como el cuarto accionista relevante.
La porción restante del capital accionario de Naturgy corresponde a la autocartera de la propia sociedad y al free float, que ahora ha aumentado de forma significativa y queda en manos de inversores institucionales y minoristas. El incremento del capital flotante constituye uno de los ejes estratégicos de Naturgy, orientado a optimizar la liquidez de sus títulos en el mercado y favorecer la inclusión y el peso de la compañía en distintos índices bursátiles.
Según explicó el medio, el mecanismo de colocación acelerada utilizado responde a la estrategia de mantener estabilidad y evitar un desajuste súbito del mercado, permitiendo que inversores institucionales absorban el volumen de acciones ofrecido sin afectar demasiado al precio de la cotización. La práctica del lock-up tras este tipo de operaciones busca precisamente aportar un periodo de estabilidad adicional, al limitar nuevas ventas de acciones que podrían aumentar la volatilidad del valor.
El proceso iniciado por GIP y BlackRock sigue la tendencia actual entre grandes fondos y accionistas institucionales que, tras periodos prolongados de inversión en empresas del sector energético, buscan rotar sus posiciones para dar entrada a nuevos actores o diversificar carteras. El refuerzo del capital flotante también ofrece mayor flexibilidad a la gestión empresarial y una mejor capacidad de atracción de capital internacional.
La participación de BlackRock, aunque decrementada, permite a la firma continuar como un actor destacado en la gobernanza y en los comités relevantes de Naturgy, dada la importancia de la energética en el panorama europeo. Según fuentes del mercado citadas por el medio, el movimiento también puede contribuir a dinamizar las operaciones sobre el valor en bolsa, incrementando el volumen de negociación diaria y el atractivo para una base de accionistas más diversa.
El escenario accionarial resultante consolida una estructura repartida entre grandes fondos de inversión internacionales y accionistas de control como CriteriaCaixa, en un contexto en el que la presencia de free float se vuelve cada vez más determinante para la cotización, la toma de decisiones en juntas generales y la valoración global de la eléctrica ante los mercados.


