
Aludiendo a recientes bombardeos estadounidenses iniciados en septiembre sobre el Caribe venezolano y los riesgos para la población civil y migrante, Julian Assange aseguró en un documento legal que la entrega del Premio Nobel de la Paz 2024 a María Corina Machado podría contribuir a ejecuciones extrajudiciales. Este señalamiento figura en la solicitud formal que el fundador de WikiLeaks envió esta semana a la justicia sueca, en la que pide congelar once millones de coronas suecas (equivalentes a un millón de euros), premio destinado a la opositora venezolana. Según informó la prensa internacional, Assange sostiene que el desembolso del Nobel en este contexto contradice el legado pacifista expresado por Alfred Nobel en su testamento y podría facilitar operaciones militares estadounidenses.
El escrito legal presentado por Assange acusa a la Fundación Nobel de transformar el prestigioso galardón en un “instrumento de guerra”. De acuerdo con la cobertura difundida por distintos medios internacionales, Assange remarca que la asignación de estos recursos corre el riesgo de financiar crímenes de guerra y de lesa humanidad, e identifica a la Fundación y a Machado como responsables de impulsar una escalada militar liderada por Estados Unidos en territorio venezolano. En su denuncia, el activista afirma: “Sabían o deberían haber sabido que el desembolso del dinero del Nobel contribuiría a las ejecuciones extrajudiciales de civiles y de supervivientes de naufragios en el mar”, un comentario que, según publicó la prensa internacional, ilustra su preocupación por las consecuencias directas del apoyo económico del premio.
El expediente judicial incorpora también un análisis sobre los pronunciamientos públicos de María Corina Machado. El medio internacional detalló que Assange documenta referencias de la opositora a favor de un despliegue militar estadounidense calificado como el “mayor desde la guerra de Irak” en aguas cercanas a Venezuela. Para Assange, estas posturas infringen los requisitos del Nobel de la Paz, pues a su entender, dichos posicionamientos contradicen explícitamente los principios de paz y no violencia que figuran en el testamento de Alfred Nobel. Junto a esta documentación, el fundador de WikiLeaks adjunta citas de Machado en las que expresa respaldo a la intensificación de la presencia militar estadounidense, defiende los argumentos de víctimas de bombardeos y sostiene una actitud favorable hacia el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
Además, en el cuerpo de la denuncia, Assange señala que Machado ha formulado propuestas como el traspaso de las reservas petroleras venezolanas a Estados Unidos en caso de que Nicolás Maduro abandone la jefatura del Estado. Según publicó la prensa internacional, Assange interpreta este planteamiento como una agravante, pues consideró que dicha estrategia alienta una escalada internacional contra Venezuela y profundiza una línea de actuación incompatible con el espíritu pacifista de la distinción otorgada.
La acusación central apunta a que la Fundación Nobel habría incurrido en apropiación indebida de fondos, facilitando la utilización del premio para fines bélicos y actividades políticas desestabilizadoras, lo que, desde la perspectiva de Assange, contradice de manera fundamental el objetivo para el que fue establecido el galardón. El medio internacional consignó que parte de la argumentación se centra en que la entrega de los recursos podría poner en peligro la estabilidad y la paz regionales.
A criterio de Assange, la intervención de la justicia sueca para inmovilizar los fondos del Nobel resulta fundamental para impedir que sean empleados en actividades contrarias a las intenciones originales del premio. El proceso, reportó la prensa internacional, permanece ahora bajo la jurisdicción de los tribunales suecos, quienes deben analizar la documentación remitida y evaluar el peso de las imputaciones señaladas.
La controversia expuesta por la denuncia de Julian Assange sitúa nuevamente en el debate público internacional la cuestión sobre el empleo de los fondos obtenidos mediante premios globales y la obligación de las instituciones encargadas de su entrega de cumplir estrictamente con las directrices éticas y legales que dan origen a estos reconocimientos. Tal como consignó la cobertura internacional, el caso acentúa la discusión en torno a la influencia de los premios en el ámbito político y militar y acerca de la responsabilidad tanto de quienes otorgan los galardones como de quienes resultan beneficiarios.


