Militar canadiense detenido por supuestamente espiar para Ucrania

El suboficial Matthew Robar fue arrestado tras ser acusado de filtrar datos clasificados a servicios secretos, según reveló The Globe and Mail, mientras fiscales indican que sus acciones no estuvieron motivadas por intereses personales ni económicos

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Durante el proceso judicial militar, el fiscal expuso que el suboficial mayor Matthew Robar no actuó por motivaciones económicas, personales ni con la intención de causar perjuicio. El caso salió a la luz después de que, la semana pasada, autoridades militares canadienses detuvieron a Robar bajo la sospecha de haber transferido información secreta a un país extranjero. Posteriormente, el medio The Globe and Mail identificó que el destino de esos datos era Ucrania.

De acuerdo con The Globe and Mail, Robar enfrenta cargos formales tras ser arrestado por la Policía Montada de Canadá y las fuerzas militares del país. La acusación principal se refiere a la “comunicación de información especial de operaciones” y también al “abuso de confianza”, además de otros cargos asociados a la presunta filtración de datos clasificados. El suboficial compareció ante un tribunal militar el lunes anterior, aunque en esa audiencia no se divulgó públicamente el país para el que Robar presuntamente trabajó como informante, información que después sí detalló el citado periódico canadiense.

El militar acusado tenía destacamento en el Comando de Inteligencia de las Fuerzas Canadienses, donde, según la investigación descrita por The Globe and Mail, se habría especializado en funciones de contrainteligencia. Según el medio, las acciones investigadas ocurrieron entre noviembre de 2023 y abril de 2024 y tuvieron como eje central la puesta en marcha de un proyecto que las autoridades superiores de Robar habían rechazado de manera expresa. A pesar de la negativa oficial, el suboficial persistió en su implicación directa en dicho proyecto.

Las autoridades militares y la policía señalaron que Robar estableció contacto directo con un integrante de un servicio de inteligencia extranjero. Sin contar con la debida autorización, Robar habría compartido contenidos clasificados del gobierno canadiense. Entre la información supuestamente revelada figuran una evaluación de inteligencia sobre una entidad extranjera, detalles sobre movimientos previstos de un aliado militar extranjero y la identidad de otro integrante de las fuerzas canadienses asignado a labores de inteligencia.

Durante la vista judicial, los fiscales subrayaron que la conducta del suboficial mayor Robar no obedecía a intereses personales ni a la obtención de beneficios o retribuciones ilegales. Los cargos que enfrenta están centrados en la comunicación no autorizada de datos sensibles y en el quebranto de la confianza depositada en su función.

El medio The Globe and Mail precisó que la identidad del servicio secreto extranjero involucrado corresponde a Ucrania, según información recabada tras la audiencia y por declaraciones de portavoces oficiales. En la jornada de comparecencia no se aclaró este dato a los asistentes, y sólo se refirió a la existencia de un país extranjero como destinatario de la información filtrada.

La investigación en torno al caso involucra tanto a las autoridades de defensa como a la policía federal canadiense, que recopilaron pruebas sobre las comunicaciones mantenidas entre Robar y el agente extranjero. Entre los aspectos revisados se hallan los motivos por los cuales el suboficial persistió en el proyecto a pesar de la negativa institucional y cómo articuló la transferencia de datos con el contacto en Ucrania.

Las autoridades siguen examinando la magnitud del posible daño provocado a estructuras militares y de inteligencia canadienses debido a la exposición de información estratégica a un país extranjero. La acusación sostiene que Robar habría cometido un abuso recurrente de las prerrogativas que le otorgaba su posición en el Comando de Inteligencia.

Por el momento, Robar permanece bajo custodia y se encuentra a la espera del desarrollo de los procedimientos del consejo de guerra. El caso continúa abierto y marca un punto relevante para la seguridad nacional, dado el perfil y las funciones que el acusado ocupaba dentro de las Fuerzas Armadas de Canadá, según enfatizó The Globe and Mail en su reporte sobre los hechos y las consecuencias judiciales derivadas de la acusación.