Ganadores del Sájarov reivindican el periodismo libre frente a deriva autoritaria en Bielorrusia y Georgia

Durante la ceremonia del Premio Sájarov 2025 en Bruselas, familiares de periodistas encarcelados advirtieron sobre el aumento de la represión y la influencia rusa en Europa del Este, reclamando protección de derechos fundamentales y acciones contundentes por parte de la Unión Europea

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Durante el desarrollo de la ceremonia del Premio Sájarov 2025 en el Parlamento Europeo en Bruselas, familiares y colegas de los periodistas galardonados advirtieron que la suspensión del proceso de adhesión de Georgia a la Unión Europea tuvo efectos inmediatos en el aumento de la represión y el encarcelamiento de opositores en ese país, según informó el medio que cubrió el evento. En un testimonio leído en nombre de la periodista georgiana Mzia Amaglobeli, actualmente privada de libertad, se denunció que tanto periodistas como ciudadanos resultaron objeto de represalias a raíz de las manifestaciones tras la polémica decisión de las autoridades de Tiflis. Esta situación particular sirvió como reflejo de la noticia central de la jornada: la reivindicación del periodismo libre y la exigencia de protección a derechos fundamentales frente a la escalada autoritaria detectada en Bielorrusia y Georgia, con Rusia como elemento decisivo en la desestabilización de la región.

De acuerdo con el medio que siguió la entrega de los galardones, la ceremonia homenajeó de manera póstuma a Amaglobeli y también al periodista polaco-bielorruso Andrzej Poczobut, ambos encarcelados y reconocidos con el Premio Sájarov 2025 por su defensa de los derechos humanos y la libertad de prensa en entornos sometidos a regímenes autoritarios. Los discursos de familiares y representantes de los homenajeados pusieron el foco en el avance de la represión en sus países, subrayando el papel de Rusia en la propagación de amenazas a la democracia en Europa del Este. Una compañera de Amaglobeli expresó ante los eurodiputados que la suspensión del proceso de integración europea “fue como una brasa: encendió el fuego que desde entonces sigue ardiendo en Georgia”, según publicó el citado medio.

El medio reportó que la intervención, en nombre de Amaglobeli, señaló a las autoridades de Georgia por implementar métodos represivos, incluidas campañas de persecución contra periodistas, agresiones a manifestantes y el desmantelamiento de organizaciones civiles y medios de comunicación. En el mensaje leído, se responsabilizó a Rusia como la fuerza impulsora “detrás de los horrores en Bielorrusia, Ucrania y Georgia” y se alertó sobre la expansión ininterrumpida de sus ambiciones “al corazón de Europa”. El texto presentado ante el pleno advirtió que tolerar que Moscú “imponga unilateralmente los llamados acuerdos de paz y redibuje las fronteras con sus ambiciones imperiales” podría conducir a “guerras interminables” y a la erosión de los derechos fundamentales dentro del continente.

El medio consignó que, durante el mismo acto, se remarcó el peligro de abandonar a Ucrania frente a la ofensiva rusa, aludiendo en el mensaje transmitido que una actitud pasiva sería un “error histórico irreparable”. En ese contexto, Amaglobeli solicitó, a través del parlamento europeo, que la Unión Europea pusiera en marcha “todas las herramientas a su disposición” con el objetivo de contener las amenazas originadas en Rusia y blindar la libertad y la democracia en Europa.

En representación de Andrzej Poczobut, su hija tomó la palabra, aportando una perspectiva personal sobre las implicancias familiares del encarcelamiento y la represión política en Bielorrusia. Según detalló el medio que relató el evento, la hija de Poczobut describió la experiencia de la ausencia prolongada, así como los sentimientos de incertidumbre y esperanza que atraviesan los allegados de los presos políticos, tanto en su entorno como en otros lugares similares. Compartió que su familia aprendió a convivir con la ausencia de su padre, pero nunca a aceptarla: “No elegimos este camino, pero elegimos recorrerlo cada día”, dijo ante la asamblea.

Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, intervino durante la ceremonia, manifestó el respaldo institucional del Parlamento a los periodistas premiados y reclamó la liberación inmediata de Poczobut, Amaglobeli y de todas las personas “encarceladas injustamente”. Según informó el medio encargado de cubrir la sesión, Metsola definió el premio como un reconocimiento al aporte “decisivo a la democracia para los pueblos de Bielorrusia y Georgia” y subrayó el reto que supone sostener la labor periodística bajo gobiernos que censuran y persiguen a la disidencia.

El discurso de Metsola, reportó el medio, también destacó el papel fundamental de los medios “libres e independientes” como garantes de la democracia europea, y afirmó que estos valores “nunca serán abandonados” por la Unión. Se refirió a los homenajeados reconociendo que “lo arriesgan todo para sacar a la luz las amenazas contra la democracia en sus respectivos países”, y enfatizó el costo personal que implica este ejercicio profesional en contextos adversos.

Durante el transcurso de la jornada, familiares y colaboradores de los galardonados presionaron para que la Unión Europea intensificase los mecanismos de protección de los derechos humanos y de la libertad de prensa, en respuesta tanto a la presión interna provocada por los regímenes de Bielorrusia y Georgia como por la influencia política y militar de Rusia en la zona. El medio sostuvo que quedó patente la preocupación por la consolidación de tendencias autoritarias, que afectan tanto al periodismo como al conjunto de la sociedad civil y al funcionamiento institucional de la democracia europea.

La ceremonia giró en torno a las denuncias presentadas sobre el endurecimiento de las políticas represivas y la situación de los periodistas encarcelados en Bielorrusia y Georgia. En múltiples intervenciones, los participantes reiteraron la necesidad de garantizar la libertad de expresión y salvaguardar los valores democráticos de la Unión Europea. Según documentó el medio, se repitieron llamados urgentes a favor de la liberación de los presos políticos y de establecer una protección efectiva frente a las amenazas identificadas, especialmente en un contexto caracterizado por ofensivas recurrentes a la prensa y a los defensores de los derechos humanos.

El evento evidenció, según transmitió el medio, la interconexión entre la injerencia rusa, la represión local en Georgia y Bielorrusia y la situación de Ucrania, estableciendo un eje central en torno a la necesidad de acción europea como única vía para contrarrestar dinámicas que derriban las garantías democráticas y de libertad en el continente.