
La imagen capturada por cámaras de seguridad resultó determinante para el rumbo de la investigación sobre el tiroteo mortal ocurrido en la Universidad de Brown, según consignó el medio fuente. La fotografía, difundida por el FBI, corresponde a un hombre de complexión robusta, 1,72 metros de estatura, vestido completamente de negro, cubierto con gorro y mascarilla, y ha redefinido la estrategia de búsqueda, concentrando la atención en la zona céntrica de Providence, Rhode Island. La difusión de esta imagen coincide con la intensificación de los operativos, luego de que las autoridades descartaron la vinculación de un detenido en Coventry, Wisconsin, con el hecho investigado.
El FBI, junto con agencias estatales y la fiscalía local, coordinó un despliegue ampliado de patrullajes y reforzamiento de puestos de control en los accesos y puntos vulnerables dentro y en los alrededores del campus. Según detalló el medio fuente, la directriz principal consiste en validar las pistas y testimonios recolectados, lo que ha requerido reajustar prioridades ante la separación formal entre el caso de Wisconsin y el ataque en la universidad.
La agencia federal ofreció una recompensa de más de 43.000 euros (aproximadamente 50.000 dólares) por información que permita identificar y capturar al responsable, con la garantía expresa de absoluta confidencialidad, según informó el medio fuente. El resguardo de la identidad de informantes se plantea como mecanismo para estimular la participación ciudadana, dada la inquietud que predomina tanto en la comunidad universitaria como en el resto de Providence luego de un suceso que dejó dos personas fallecidas y cerca de una decena de heridos.
El operativo policial incrementó los patrullajes a pie y en vehículos en distintas áreas reunidas bajo la vida estudiantil y comunitaria, según publicó el medio fuente. La finalidad central es desalentar cualquier riesgo de nuevos incidentes y contribuir con la tranquilidad de estudiantes, personal de la universidad y vecinos.
Los equipos forenses especializados desempeñan un papel clave en el análisis de pruebas, tal como remarcó el medio fuente. Este trabajo abarca la revisión meticulosa de grabaciones de videovigilancia, además de declaraciones de testigos —incluidos estudiantes, trabajadores y habitantes del sector—, así como materiales digitales tomados de dispositivos particulares y cámaras privadas. El propósito es reconstruir la secuencia precisa del ataque, identificar la ruta de huida del autor y determinar las siguientes etapas de la pesquisa.
En el ámbito de la colaboración institucional, el FBI, la Fiscalía de Rhode Island y cuerpos de policía local han desplegado canales específicos para la recepción de datos. Según explicó el medio fuente, se recurrieron a líneas telefónicas designadas y plataformas digitales seguras a fin de permitir la entrega anónima de información relevante. Esta dinámica busca consolidar la cooperación entre las autoridades y la ciudadanía, asegurando la protección de los posibles informantes.
El director del FBI, Kash Patel, utilizó la red social X para hacer un llamamiento a quienes pudieron observar el ataque o dispongan de información relevante. “Solicitamos que cualquier persona presente en la escena, o que cuente con imágenes, registros o datos que puedan contribuir al esclarecimiento, se ponga en contacto con las autoridades”, manifestó Patel, citado por el medio fuente. El mensaje enfatiza la necesidad de recabar testimonios, imágenes y materiales que ayuden a reconstruir el desarrollo de los hechos y avanzar tanto en la vía judicial como técnica de la investigación.
Tanto la Universidad de Brown como las autoridades responsables mantienen informados de manera regular a estudiantes, personal y vecinos por medio de boletines formales, reportó el medio fuente. En estos comunicados, la información sobre el desarrollo de la investigación se complementa con recomendaciones de seguridad y recordatorios sobre los canales abiertos para denunciar movimientos o comportamientos sospechosos en máxima reserva.
El despliegue policial se ajusta en intensidad conforme evolucionan los datos, siguiendo directrices técnicas que consideran la retroalimentación originada en la ciudadanía. El medio fuente resaltó que una de las prioridades consiste en reasignar equipos o modificar puntos de vigilancia tan pronto se detecta una pista relevante, con el objetivo de no dejar cabos sueltos y acelerar la localización del sospechoso.
La estrategia oficial subraya la necesidad de mantener un control preventivo constante. El monitoreo permanece activado en todos los frentes mientras las circunstancias lo requieren, siempre bajo el principio de mantener abiertas todas las opciones para quienes puedan aportar datos útiles. Las autoridades recalcan que restaurar la seguridad de la comunidad universitaria y de la ciudad depende de la rápida captura del responsable, tarea a la que se destinan los máximos recursos de las agencias policiales y judiciales involucradas, de acuerdo con el medio fuente.

