Ana Botín demanda avances en la simplificación regulatoria: "El marco actual no protege a Europa, la frena"

La presidenta del mayor grupo financiero español urge a Bruselas a eliminar trabas normativas que obstaculizan la recuperación, reclama medidas inmediatas para incentivar la inversión y alerta sobre el impacto sistémico de un entorno restrictivo en el crédito

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Ana Botín destacó que los "colchones discrecionales de supervisión" en el sector bancario europeo, los cuales se añaden a los requisitos de capital ya existentes, reducen la capacidad de financiación en un rango de 2,7 a 4,1 billones de euros. Esta limitación, según la ejecutiva, representa un obstáculo considerable para el otorgamiento de hasta 100 millones de préstamos a pequeñas y medianas empresas, 20 millones de hipotecas, o la totalidad de la inversión destinada a las transiciones verde, digital y de defensa que Europa tiene previstas. Con estos datos, Botín pone de manifiesto el efecto sistémico que genera el actual marco regulatorio en el crédito y sugiere que esto ralentiza la recuperación económica europea. La presidenta del Banco Santander solicitó a la Comisión Europea la eliminación de trabas normativas y reclamó medidas inmediatas para incentivar la inversión, según publicó el medio 'Financial Times'.

La presidenta del Banco Santander, considerada la mayor entidad financiera española y una de las más importantes de Europa, advirtió en su columna en el 'Financial Times' que el marco regulatorio vigente en el continente actúa más como un freno que como una protección para Europa. Botín, quien es también presidenta del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), subrayó la necesidad de avanzar hacia un entorno normativo más sencillo y ágil. Para ella, el mayor desafío para la estabilidad financiera de la región europea ya no radica exclusivamente en el sistema bancario, sino en el persistente bajo crecimiento económico.

El medio 'Financial Times' detalló que Botín enfatizó la importancia de fomentar el crecimiento robusto como requisito esencial para garantizar la seguridad, la prosperidad y la autonomía estratégica de la región europea. En este contexto, remarcó un hito reciente: por primera vez, los 27 ministros económicos de la Unión Europea solicitaron formalmente a la Comisión Europea la simplificación y racionalización del marco regulatorio financiero. Según la presidenta del Banco Santander, esta decisión pone en evidencia que los Estados miembros han reconocido que el sistema normativo europeo se caracteriza por su densidad, complejidad y lentitud, rasgos que lo hacen inadecuado para enfrentar los retos actuales.

Botín comparó la situación europea con la de otras geografías, mencionando a Estados Unidos y Reino Unido como ejemplos de simplificación regulatoria. En Estados Unidos, las autoridades flexibilizaron recientemente la implementación de los acuerdos de Basilea III, mientras que en Reino Unido el Banco de Inglaterra revisó a la baja los requisitos de capital, lo que permitió liberar capacidad crediticia. Estas actuaciones, según la ejecutiva, reflejan una orientación clara: para promover el crecimiento no se pueden aumentar indefinidamente las cargas sobre las instituciones que financian la economía real. A su juicio, la estabilidad y el crecimiento pueden y deben reforzarse mutuamente.

En el artículo del 'Financial Times', Botín lamentó que, pese a reconocer el problema, Europa todavía no haya tomado medidas urgentes. Hizo referencia al informe sobre competitividad europea dirigido por Mario Draghi, publicado más de un año atrás, y destacó que sus recomendaciones esenciales en materia de simplificación regulatoria y fomento de inversiones siguen pendientes de aplicación en gran parte. Según consignó el medio británico, Botín recalcó que, a diferencia del objetivo europeo de potenciar la financiación a través de los mercados de capitales, la economía del continente depende principalmente del crédito bancario. Toda restricción a este canal tiene, en consecuencia, efectos de alcance sistémico.

Entre los problemas detectados, Botín señaló en su artículo en el 'Financial Times' que los colchones de supervisión discrecionales implican una reducción significativa en el volumen potencial de financiación, impactando áreas clave como el acceso a créditos para pymes y la adquisición de viviendas. Sostuvo que el entorno regulatorio actual impide alcanzar los objetivos estratégicos de Europa, al actuar como un obstáculo para la autonomía, la competitividad y el crecimiento. Para la empresaria, el bajo crecimiento económico, si no se combate de forma decidida, puede transformarse en una causa de inestabilidad financiera.

Ante esta situación, Ana Botín propuso tres reformas que, según su perspectiva, podrían solucionar algunos de los principales escollos. En primer lugar, pidió detener la acumulación de regulaciones, sobre todo cuando generan cargas de capital innecesarias para el sector bancario. En segundo lugar, sugirió modernizar el proceso de elaboración de normas, dotándolo de análisis independientes de los costes y beneficios, revisiones periódicas y plazos graduales de implementación. Finalmente, abogó por reformar el modelo de supervisión para que los reguladores europeos cuenten con un mandato explícito que contemple también el crecimiento y la competitividad, y no sólo la estabilidad.

Botín defendió en su columna, reproducida por el 'Financial Times', que regular de manera más eficiente no significa relajar los estándares de seguridad del sistema, sino alinear el marco normativo con los grandes objetivos de la región: incrementar el crecimiento, estimular la inversión y fortalecer la competitividad, favoreciendo una autonomía estratégica. Argumentó que una regulación diseñada de este modo también beneficiaría a otras economías internacionales, Estados Unidos entre ellas. Para respaldar esta postura, citó las palabras del presidente y director ejecutivo de JP Morgan, Jamie Dimon, quien opinó que la fragilidad europea preocupa a nivel global. Según detalló el 'Financial Times', Botín afirmó que la economía estadounidense tiene un interés fundamental en una Europa sólida y dinámica, dado que ambas son grandes socios comerciales y aliados cercanos.

En la etapa final de su análisis, Botín reafirmó que Europa afronta una disyuntiva: reducir la complejidad excesiva, eliminar trabas regulatorias y liberar recursos para el desarrollo futuro, o mantener sistemas desfasados que arriesgan la competitividad regional a largo plazo, según la reflexión publicada en el 'Financial Times'.

El medio británico también informó que Botín valoró de forma positiva la reciente propuesta del Banco Central Europeo para racionalizar los requisitos de capital del sector bancario. El BCE, en el marco de una revisión normativa, propuso fusionar los colchones de capital existentes en solo dos niveles: uno no liberable y otro liberable, este último susceptible de flexibilización en momentos de dificultades. Además, la propuesta incluye un ajuste en el mercado de la ratio de apalancamiento, reduciendo sus elementos de cuatro a dos: un requerimiento mínimo del 3% y un colchón único, que podría fijarse en cero para bancos más pequeños. El PG2, una recomendación del BCE sobre capital adicional ante escenarios de crisis, se mantendría separado del colchón liberable.

A través de todos estos argumentos y datos, Ana Botín reiteró en el 'Financial Times' que solo una regulación adaptada a las actuales prioridades económicas permitirá a Europa consolidar su papel en el escenario internacional, enfrentar sus desafíos y asegurar la prosperidad de sus ciudadanos.