
El conflicto familiar entre Alejandra Rubio y su primo José María Almoguera ha atravesado un momento relevante después de que la nieta de María Teresa Campos decidiera establecer contacto tras la reciente intervención cardíaca de José María. Tal como publicó el medio, Alejandra reveló que se comunicó con el hijo de Carmen Borrego para disculparse por no haberle enviado un mensaje tras su operación para sustituir el marcapasos, procedimiento realizado el pasado martes debido a complicaciones asociadas con el Síndrome de Brugada.
De acuerdo con la información de la fuente, la situación adquirió notoriedad pública luego de que José María destacara en el programa ‘¡De Viernes!’ su malestar por la ausencia de contacto por parte de Alejandra después de la intervención. Paralelamente, Carmen Borrego expresó en ‘Vamos a ver’ su desconcierto por el distanciamiento entre ambos primos, planteando que su hijo tiene el mismo derecho que Alejandra a ejercer su labor en televisión. Este señalamiento dio pie a que la hija de Terelu Campos diera su versión en el programa conducido por Patricia Pardo, donde enfatizó que su postura ha sido siempre evitar cualquier tipo de conflicto.
Alejandra Rubio detalló, según consignó la fuente, que no considera que haya ocurrido algo grave para justificar que su vínculo con José María se encuentre en un punto de distanciamiento tan evidente. No obstante, sostuvo que la serie de episodios que surgieron a partir de la separación de José María con Paola Olmedo y las entrevistas donde él criticó a Carmen Borrego han tenido repercusión directa en la relación familiar. Rubio compartió su percepción de que el hecho de guardar silencio la posiciona frecuentemente como la “mala de la película”, sobre todo porque no suele brindar detalles al respecto. Además, expresó que no esperaba la más reciente entrevista de su primo, y aunque le pareció reiterativa en cuanto a los argumentos esgrimidos por José María, admitió que existen antecedentes a lo largo del tiempo que el entorno parece haber dado por superados.
En el intercambio televisivo, la colaboradora reconoció que tanto ella como su primo han gestionado de forma imperfecta ciertas situaciones. Añadió que la formación de una nueva familia por parte de José María y la acumulación de problemas contribuyeron a tensar el lazo, aunque prefirió no profundizar en las circunstancias negativas del pasado. Insistió en que, pese al distanciamiento, no existe ningún conflicto con Carlo Costanzia, su pareja, quien “no opina absolutamente nada de esto” y permanece completamente ajeno al tema.
Profundizando sobre el impacto de los conflictos, Alejandra admitió que el enfrentamiento de su primo con Carmen Borrego supuso un cambio significativo en la familia, en especial por la visibilidad pública que implica su trabajo en televisión. La colaboradora mencionó: “Lo que pasó con su madre no es que me meta, pero es una situación familiar que nos afecta a todos y más si trabajamos en televisión”. Rubio aclaró que no piensa reprocharle ese comportamiento a José María indefinidamente, y afirmó que su apoyo a Carmen Borrego fue una decisión personal que ya considera zanjada.
Según publicó el medio, Alejandra Rubio manifestó que no le genera molestia la participación televisiva de su primo y negó desconfiar de que él pudiera hacer públicos detalles sobre su hijo Carlo. Apuntó que no cree que José María abordaría ese asunto públicamente, aunque reconoció que le resultaba incómodo que cada intervención laboral de José María girase en torno al tema familiar. Insistió en que mantener el tema recurrente en la conversación mediática resultaba poco agradable.
Durante el mismo espacio, Rubio sorprendió al confirmar que se ha puesto en contacto con José María después de sus declaraciones televisivas. Explicó: “He hablado con él. Le pedí disculpas si se había molestado por no haberle puesto un mensaje tras su operación. Yo estoy a mil cosas, que no es excusa, pero como en mi cabeza ya sabía cómo estaba él por mi madre y por Carmen... Soy un desastre, soy así y ya está”. Cuando se le solicitó que ampliara sobre el contenido de su conversación, prefirió no aportar más detalles, afirmando: “Y lo demás me lo quedo para mí”.
Consultada sobre la posibilidad de retomar una buena relación, Alejandra aseguró que su voluntad es mantener un ambiente cordial, añadiendo: “Por mí siempre hay buen rollo, estoy del mal rollo hasta aquí”, mientras se señalaba la cabeza. Pese a esto, descartó proporcionar información sobre la posibilidad de que José María conozca a su hijo Carlo, argumentando que no quiere forzar situaciones familiares que no surgen de manera natural y reiterando su deseo de evitar presiones al respecto.
Durante la conversación en el programa conducido por Patricia Pardo, Alejandra Rubio insistió en que el distanciamiento con su primo se ha producido por la acumulación de circunstancias adversas, negando que un único episodio haya marcado una ruptura insalvable. Subrayó que la vida familiar resulta especialmente compleja cuando personajes públicos comparten el mismo entorno laboral, y que la gestión de los desencuentros se ve amplificada por el seguimiento mediático.
El caso expone, según detalló el medio, cómo los episodios de índole personal pueden cobrar notoriedad y trascendencia pública cuando los protagonistas y sus familias pertenecen al mundo del espectáculo y la televisión, generando expectativas y especulaciones sobre la posibilidad de una reconciliación. Por lo pronto, Alejandra Rubio dejó abierta la puerta al diálogo, aunque se mostró firme en su decisión de no forzar nuevos encuentros ni exposiciones innecesarias sobre su vida personal o la de su hijo.

