Las operaciones de los dispositivos domésticos de iRobot, incluidos los robots aspiradores Roomba, seguirán su curso habitual, ya que la compañía ha garantizado la continuidad de su soporte técnico y las gestiones a través de la plataforma digital durante el proceso de bancarrota que enfrenta tras su reciente adquisición. Según informó este lunes la compañía en un comunicado reproducido por medios internacionales, la tecnológica con sede en Bedford (Massachusetts) se acogió de forma voluntaria al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, medida que coincidió con el anuncio de que iRobot pasará a manos de las empresas Shenzhen Picea Robotics y Santrum Hong Kong, de origen chino. El comunicado detalla que, durante la tramitación de la quiebra, no se prevén alteraciones en el funcionamiento de los dispositivos ni en los servicios proporcionados a los usuarios.
De acuerdo con el pronunciamiento compartido por la empresa y publicado por distintos portales, el proceso de bancarrota se considera “un paso crucial” para afianzar la situación financiera de iRobot y sentar las bases para proyectos de crecimiento sostenido en los próximos años. Esta etapa de reorganización empresarial forma parte de las negociaciones para la adquisición total por parte de Shenzhen Picea Robotics y Santrum Hong Kong; el proceso se estima que concluirá en febrero de 2026, periodo en el cual los clientes podrán seguir utilizando tanto los robots del hogar como la aplicación digital sin hechos disruptivos.
El medio destaca que iRobot asegura que los servicios de control y gestión de los dispositivos a través de la aplicación permanecerán activos y disponibles, lo mismo que la asistencia técnica para el mantenimiento de los equipos. En su nota, la empresa subraya que “durante el proceso de bancarrota anticipada, iRobot continuará operando con normalidad, sin interrupciones previstas en la funcionalidad de su aplicación, los programas para clientes, los socios globales, las relaciones con la cadena de suministro ni el soporte continuo de sus productos”.
El proceso de declaración voluntaria en bancarrota en los términos del Capítulo 11 responde a la necesidad de reordenar las finanzas de la compañía y facilitar la transición de propiedad, conforme informaron desde la propia empresa. El plan estipula que todas las operaciones diarias y las alianzas con proveedores y socios internacionales se mantendrán sin modificaciones durante la reestructuración. La empresa busca así proteger sus activos principales y garantizar la atención a sus usuarios en el corto y mediano plazo.
Según publicó la compañía, el compromiso de mantener la experiencia de usuario sin alteraciones constituye uno de los ejes centrales de la transición administrativa. Los clientes de Roomba y otros productos podrán seguir gestionando sus dispositivos mediante la aplicación oficial y accederán al soporte necesario en los canales convencionales. Además, la empresa informó que no existen previsiones de recortes inmediatos en los programas de atención a clientes o en la red global de distribución.
La adquisición por parte de Shenzhen Picea Robotics y Santrum Hong Kong se contempla como una fórmula destinada a aportar capital y recursos estratégicos para la recuperación y fortalecimiento de iRobot. Según detalló el comunicado, la transición busca facilitar que la empresa afronte los desafíos recientes y continúe innovando y expandiéndose en el mercado de tecnología doméstica.
En el comunicado oficial, la compañía pone énfasis en que esta operación no tendrá efectos inmediatos en el acceso de los usuarios a los servicios ni en las características técnicas de los dispositivos actuales. El soporte continuará disponible conforme a los términos vigentes antes de la bancarrota, y la comunicación sobre posibles cambios futuros se canalizará a través de los medios autorizados de iRobot.
De acuerdo con los datos facilitados, iRobot atraviesa una etapa de importantes definiciones internas orientadas a mantener su liderazgo en el sector de los electrodomésticos inteligentes. El proceso de bancarrota y la transición a los nuevos propietarios se perfilan como una medida para fortalecer la marca, mejorar su capacidad operativa y garantizar la viabilidad de forma sostenida, según añadió el comunicado de la empresa.
