La idea de limitar el tamaño del ejército ucraniano a 800.000 efectivos en tiempos de paz fue evaluada como una medida clave para reforzar la defensa nacional y contribuir a la prevención de posibles crisis armadas, según publicó Europa Press. Este enfoque, abordado en la cumbre de Berlín donde líderes europeos, funcionarios estadounidenses y representantes de Ucrania definieron una hoja de ruta conjunta, forma parte de un nuevo marco de garantías de seguridad destinado a brindar apoyo militar, económico y legal a Kiev frente a amenazas externas.
De acuerdo con Europa Press, las discusiones en la capital alemana derivaron en el consenso de que Europa tomaría la dirección de una fuerza multinacional, compuesta por efectivos aportados voluntariamente por diferentes países y con apoyo constante de Estados Unidos. El despliegue de este contingente estaría orientado a renovar las capacidades de combate de Ucrania, potenciar su defensa antiaérea, proteger el espacio marítimo nacional y permitir, si la coyuntura lo demandase, operaciones directas dentro del territorio ucraniano. El documento subrayó la importancia de que el respaldo internacional sea “sostenido y significativo”, en referencia a la necesidad de garantizar el resguardo y la estabilidad del país frente a cualquier deterioro de la situación.
El acuerdo aprobado por los jefes de Estado y de gobierno establece la obligación, sujeta a la legislación interna de cada país firmante, de asumir acciones concretas junto a otros miembros de la comunidad internacional en caso de que Ucrania sufra una nueva agresión armada. Europa Press detalló que este compromiso incluye la adopción de respuestas automáticas y coordinadas, procurando una reacción eficaz para restablecer la paz y la seguridad. La entrada en vigor de estas obligaciones estará supeditada a los procedimientos legislativos de los Estados participantes.
Según consignó Europa Press, el acuerdo abarca también la recuperación económica de Ucrania a través de un plan que promueve la entrada de inversiones internacionales y la implementación de reformas económicas. La estrategia busca fortalecer la prosperidad y la resiliencia del país como parte fundamental en su capacidad de reacción frente a situaciones de riesgo o agresión. Tanto la reconstrucción como el desarrollo a largo plazo quedaron entre las prioridades expuestas por los participantes de la cumbre.
El reto de avanzar en la integración europea de Ucrania fue otro de los puntos de discusión en Berlín. Europa Press señaló que los líderes presentes reiteraron su respaldo formal al proceso de adhesión de Ucrania a la Unión Europea, con la intención de afianzar relaciones institucionales y políticas. Sin embargo, el comunicado final firmado por dirigentes europeos como Ursula von der Leyen y António Costa remitió la concreción de este respaldo a la resolución de temas aún pendientes, señalando que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
En lo relativo a la soberanía y la integridad territorial, el texto reiteró la postura de los países firmantes en cuanto al respeto a las fronteras internacionales, afirmando que estas no pueden modificarse por medios coercitivos. Las decisiones relativas al territorio nacional ucraniano son competencia exclusiva de su población, siempre bajo garantías de seguridad aceptadas internacionalmente, según remarcó Europa Press. Además, se renovó el apoyo a la autoridad del presidente Volodimir Zelenski para gestionar los aspectos vinculados a la soberanía y el resguardo estatal en consonancia con las nuevas garantías.
Europa Press publicó que el acuerdo reconoció el trabajo realizado por el equipo de Zelenski junto con la administración de Donald Trump y representantes europeos, destacando la importancia de esta coordinación para impulsar el avance del proceso de paz. Los asistentes a la cumbre valoraron la colaboración entre Estados Unidos, Ucrania y Europa como un componente significativo en la etapa de definición de compromisos multilaterales y bilaterales que permitan cimentar una solución estable y perdurable.
La urgencia de definir y ratificar los acuerdos alcanzados fue otro de los temas destacados en la reunión, según reportó Europa Press. Los firmantes manifestaron la necesidad de cerrar un pacto que ayude a poner fin a las hostilidades y que fundamente una estructura de cooperación permanente para la seguridad regional. Se extendió además una invitación formal a otros miembros de la comunidad internacional para que se sumen a los mecanismos de respuesta colectiva previstos en el nuevo marco.
Por lo que respecta al sistema operativo del pacto, Europa Press señaló que toda acción obligatoria que derive de este acuerdo quedará supeditada a la aprobación conforme a los procesos legislativos internos de cada país. El diseño de los compromisos busca atender de manera inmediata y adecuada los posibles escenarios de amenaza e inestabilidad, contribuyendo de este modo a la consolidación de una paz duradera.
En este contexto, se renovó el llamado a la Federación Rusa para que demuestre disposición de adherirse al plan de paz liderado por Estados Unidos y autorice la entrada a un alto el fuego. Europa Press consignó que la mayoría de los países presentes expresaron apoyo a continuar con la vía diplomática incorporando a todos los actores relevantes en el proceso negociador.
La cumbre de Berlín, según detalló Europa Press, sella el inicio de una fase en la que la cooperación europea y estadounidense se combina con un marco legal orientado a ejecutar las garantías pactadas y asegurar la protección de la integridad territorial ucraniana ante cualquier eventualidad.

