
Entre las entidades sancionadas por la Unión Europea se encuentran navieras registradas en Emiratos Árabes Unidos y Vietnam, que, según detalló el bloque, forman parte de la red que controla buques destinados al transporte de crudo o productos petrolíferos con origen en Rusia o exportados desde ese país, camuflando el verdadero origen del petróleo. Esta acusación se suma a la de realizar prácticas de transporte consideradas irregulares y riesgosas, en una cadena de maniobras con impacto directo en la economía energética moscovita. La decisión más reciente de Bruselas implica nuevas restricciones para nueve empresas y personas vinculadas con compañías estatales rusas del sector petrolero, incluyendo Rosneft y Lukoil.
Según consignó el medio original, la Unión Europea impuso este lunes sanciones dirigidas a empresarios asociados con las principales petroleras estatales rusas y otras firmas que operan en los mecanismos de la llamada “flota fantasma” rusa. El objetivo, según informaron autoridades europeas, apunta a debilitar la estructura financiera del sector petrolero de Rusia, considerado vital para la financiación de las operaciones militares ordenadas por el Ejecutivo de Vladimir Putin desde el inicio de la invasión a Ucrania.
Reportó el mismo medio que, dentro del grupo sancionado, figuran también compañías navieras cuya sede principal está fuera de Rusia, en los mencionados Emiratos Árabes Unidos y en Vietnam. Estas empresas han sido señaladas por gestionar embarcaciones utilizadas para transportar petróleo ruso, burlando las sanciones previas que la Unión Europea estableció tras la expansión del conflicto con Ucrania. Los Estados miembros de la UE manifestaron que las firmas y las personas mencionadas no solo facilitaron el traslado de recursos energéticos ocultando su origen, sino que además participaron en prácticas consideradas de alto riesgo durante dichas operaciones marítimas.
Tal como publicó el medio, las nuevas sanciones incluyen la congelación de activos dentro de Europa para los individuos y entidades señalados, además de la prohibición de viajar por el territorio comunitario. Esta medida se enmarca en el esfuerzo por cerrar vías de ingresos cruciales para Moscú, limitando el acceso y la participación de actores internacionales en la cadena de valor petrolera rusa.
De acuerdo con la información difundida, estos castigos se suman a un historial de restricciones acumuladas desde el principio de la invasión a Ucrania en febrero de 2022, con un total de dos mil seiscientas personas y entidades incluidas en las listas de sanciones europeas. La mayoría de estas restricciones formó parte de las diecinueve tandas de medidas punitivas implementadas hasta la fecha por la Unión Europea, un proceso sostenido que ha buscado presionar al gobierno ruso en diversos frentes económicos y comerciales.
El medio detalló que la denominada “flota fantasma” alude al grupo de buques y prácticas diseñadas para eludir restricciones internacionales al crudo ruso, con operaciones que incluyen el ocultamiento deliberado del país de origen del petróleo y la participación en rutas y procedimientos alternativos que complican la trazabilidad de los cargamentos sancionados. Estas maniobras han buscado restar eficacia a los controles europeos y continuar con la comercialización internacional del crudo ruso pese a las barreras impuestas.
Reportó la fuente que la decisión de sancionar tanto a individuos como a compañías responde a la identificación de una cadena de valor extensa e internacional, que opera en coordinación para sortear los mecanismos europeos de embargo, demostrando la existencia de una estructura compleja y extendida en distintas jurisdicciones, no limitada al territorio ruso.
Según lo publicado, las autoridades europeas reiteraron que estas sanciones buscan cortar las fuentes de financiación de la maquinaria de guerra rusa y aumentar el costo de las operaciones militares para Moscú. Al congelar activos y restringir movimientos, la Unión Europea aspira a desalentar la colaboración de empresas extranjeras en el mantenimiento y sostenimiento de rutas alternativas para el comercio energético ruso.
Desde la entrada en vigor del primer paquete de sanciones en 2022, el enfoque de la UE se ha ampliado para abarcar tanto a operadores rusos como a empresas y agentes de terceros países que eluden las sanciones internacionales participando en el transporte, financiación o intermediación de petróleo y derivados originarios de Rusia. La estrategia europea se basa en dificultar la logística, el aseguramiento y la financiación de las actividades energéticas rusas fuera del alcance directo de las autoridades comunitarias. Las sanciones más recientes refuerzan este marco mediante la aplicación de medidas específicas a quienes, desde fuera de Rusia, desempeñan labores clave en la continuidad de la flota fantasma y el acceso de Rusia a mercados globales.
Según informó el medio, la evaluación de la UE partió del análisis de rutas comerciales recientes, cambios en la titularidad de buques y patrones en los movimientos de cargamentos sospechosos, llegando a la identificación de las compañías y las personas afectadas en esta última ronda de sanciones. La inclusión de empresas domiciliadas en Emiratos Árabes Unidos y Vietnam, además de Rusia, amplía el alcance geográfico y sectorial de las acciones restrictivas europeas, que buscan adaptar la respuesta a la evolución de las estrategias rusas.
Las sanciones adoptadas afectan un sector identificado como clave en la economía rusa y en la financiación estatal, reforzando la presión existente sobre empresas vinculadas directa o indirectamente con el circuito global de exportaciones de petróleo y sus derivados. Según detalló la fuente, esta política refleja el compromiso de la Unión Europea de mantener e intensificar los controles sobre los flujos energéticos salientes de Rusia, especialmente en el contexto del conflicto armado que se mantiene desde la invasión a Ucrania.


