A raíz de la reciente suspensión de Guinea-Bisáu de todos los órganos de decisión de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), dispuesta en noviembre pasado tras el golpe de Estado, el bloque regional africano puntualizó nuevas amenazas de sanciones sobre el país si no avanza hacia la restauración del orden constitucional. Según informó la agencia EFE, en la 68ª Sesión Ordinaria de la Autoridad de Jefes de Estado y de Gobierno de la CEDEAO, que se realizó el domingo en Abuya, Nigeria, se difundió un comunicado en el que se señala que quienes obstaculicen el proceso de retorno democrático enfrentarán medidas restrictivas.
En el documento consensuado por los jefes de Estado, leído ante la prensa por el presidente de la Comisión de la CEDEAO, Omar Alieu Touray, se establece que el organismo aplicará sanciones “específicas a las personas o grupos de personas que obstruyan el proceso de transición hacia el restablecimiento del orden constitucional”. La nota también incluye la posibilidad de intervenir sobre cualquier institución o individuo que “contribuya o trabaje en contra de los esfuerzos para devolver el país al orden constitucional”, de acuerdo con la agencia EFE. Esta política de presión se dirige a revertir el golpe de Estado militar perpetrado en Guinea-Bisáu el pasado 26 de noviembre, cuando fue derrocado el presidente Umaro Sissoco Embaló, forzándolo a abandonar el país.
El golpe se produjo en la antesala del anuncio oficial de los resultados de las elecciones celebradas el 23 de noviembre, en cuya contienda Embaló buscaba la reelección. Al día siguiente de la asonada, el general Horta N'ta, antiguo jefe del Estado Mayor bajo la administración derrocada, asumió como “presidente de transición” tras ser designado por la cúpula militar para gobernar durante un año. Frente a esta situación, Touray declaró que la CEDEAO rechaza el programa de transición propuesto por los militares y ha dado instrucciones a su contingente desplegado en Guinea-Bisáu para custodiar tanto a los líderes políticos como a las instituciones nacionales, informó EFE.
La crisis de Guinea-Bisáu marca una continuación de la inestabilidad política en África Occidental motivada por asonadas militares, tendencia que alarma a la región. Una semana antes de la sesión celebrada en Abuya, otro intento de golpe de Estado en Benín fue frustrado tras la intervención de tropas nigerianas, desplegadas por orden de la CEDEAO para respaldar al gobierno del presidente de Benín, Patrice Talon, según consignó EFE. El presidente en funciones de Sierra Leona y titular actual del bloque, Julius Maada Bio, señaló durante la apertura de la cumbre que “el resurgimiento de cambios inconstitucionales de gobierno que atentan contra nuestra estabilidad regional socava los derechos de nuestros ciudadanos y debilita nuestro futuro colectivo”.
Bio resaltó que tanto la inestabilidad en Guinea-Bisáu como el reciente intento de golpe en Benín ponen de relieve la vulnerabilidad política de la región y la necesidad de una “vigilancia constante y una acción basada en principios” para proteger la democracia. De acuerdo con EFE, esta preocupación llevó a la CEDEAO a adoptar una postura más firme ante los golpes militares, amenazando a los responsables de atrasar la normalización institucional con sanciones directas.
Después del derrocamiento de Embaló y el avance de los militares, la Unión Africana decidió también suspender a Guinea-Bisáu hasta la restauración total y efectiva de la legalidad constitucional, medida alineada con la tomada por la CEDEAO. Tres países miembros –Burkina Faso, Níger y Malí– ya habían abandonado el bloque regional en enero al ser gobernados por juntas militares tras golpes de Estado en los años recientes. Estos estados forman ahora la llamada Alianza de Estados del Sahel, que representa un eje de gobiernos militares por fuera del mecanismo regional.
La respuesta de la CEDEAO a la toma del poder en Guinea-Bisáu refleja una preocupación creciente de la comunidad internacional por el aumento de la inestabilidad y el quiebre institucional en la región, fenómeno que la organización busca contrarrestar endureciendo sus condiciones y reforzando su presencia militar en los países socios. Según publicó EFE, la CEDEAO mantendrá su posición de presión mediante la amenaza de sanciones hasta que el proceso de transición garantice la restitución del orden constitucional en Guinea-Bisáu.

