
El parte médico presentado por Kiko Hernández después de una agresión en la vía pública documentó lesiones en las manos, piernas y cabeza, atribuibles a puñetazos, patadas y a un empujón contra la pared. Esta situación, informada por diversos canales de redes sociales y recogida por el medio, llevó al exparticipante de telerrealidad a abandonar Melilla, donde había sufrido amenazas y violencia tras participar en una huelga de hambre en protesta por el cierre de su negocio.
De acuerdo con la información publicada por el medio, Hernández y su pareja, Fran Antón, decidieron dejar Melilla junto a sus hijas debido a la escalada de violencia y a la respuesta de las autoridades locales ante el conflicto generado por la clausura de su local “El cielo”, a pesar de que, según afirmaron, la licencia del establecimiento se encontraba en regla. Fran Antón había comenzado hace una semana una huelga de hambre encadenándose en la puerta del local, acción que desencadenó reacciones tanto en las plataformas digitales como entre los seguidores del negocio y del ámbito televisivo. Kiko Hernández se sumó poco después a la protesta al cancelar de forma repentina sus actividades en Madrid, donde participaba en la presentación de la gala del reality “La casa de los gemelos 2”, según dio a conocer el medio citado.
Durante las jornadas de protesta, tanto Hernández como Antón denunciaron amenazas dirigidas a ellos y a su familia. Posteriormente, Hernández tuvo que acudir a urgencias debido a problemas renales, derivados de la falta de ingesta de alimentos. Esa situación se agravó al recibir una agresión física por parte de un desconocido frente al local, incidente por el cual interpuso una denuncia ante la Guardia Civil. La agresión, reportada por el propio Hernández en sus redes y detallada por el medio, incluyó la difusión de la imagen del presunto responsable, a quien atribuyó conexiones con un partido político local y actividades relacionadas con la compraventa de votos por correo durante periodos electorales en la ciudad.
Según publicó el medio, Hernández acusó abiertamente a un grupo reducido de individuos de actuar para detener su huelga de hambre e incluso señaló la presunta relación de su agresor con el ámbito político, al afirmar que este “viene en elecciones a vender votos por correo de un partido político” y que todo el ataque habría sido instigado por terceras partes. Hernández también expresó su desconfianza y descontento hacia el gobierno local de Melilla y, específicamente, hacia el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, criticando la gestión de los funcionarios y lamentando la falta de alternativas recreativas para los residentes y votantes.
Tal como reportó la fuente citada, la experiencia de violencia y hostigamiento forzó la salida de la familia de Melilla. Hernández anunció la reapertura del negocio “El cielo” en Madrid, enfatizando su desacuerdo con la gestión de las autoridades autonómicas y manifestando que en Melilla quedan “el infierno” y un “equipo de jóvenes gobernantes (84-90 años) que no quieren a sus votantes ni les dan alternativas de ocio”. Su declaración señala una ruptura definitiva con la ciudad, al menos en lo comercial.
En cuanto al futuro empresarial, Hernández insinuó la puesta en marcha de un nuevo proyecto junto a Kiko Matamoros, excompañero televisivo. Ambos compartieron en redes sociales la imagen de un encuentro y una sugerente pregunta dirigida a sus seguidores: “¿Nuevo proyecto? ¿Lo anunciamos ya... o esperamos un poco”, reforzando la idea de una sociedad en la capital española tras la reciente retirada de Matamoros del programa “No somos nadie”, dedicada a buscar nuevas oportunidades. Tal como consignó el medio, la familia busca así recomenzar tras el conflicto que les alejó de Melilla, y su próximo movimiento incluye tanto el traslado como el relanzamiento de su negocio en Madrid, asociados a figuras reconocibles del entorno mediático nacional.


