
Javier Tebas, al referirse en su intervención pública a la secuencia de preguntas durante la última comparecencia judicial sobre el caso Negreira, sostuvo que el abogado de LaLiga intervino de acuerdo al “orden legal”, siguiendo a la Fiscalía y a los representantes legales de otros implicados, y rechazó de forma abierta las críticas provenientes del entorno del Real Madrid. En ese contexto, Tebas insistió en que el procedimiento se ajustó a los turnos legales previstos, estableciendo que LaLiga formuló sus preguntas después de la Fiscalía y del abogado de Estrada Fernández, y argumentó que esta metodología garantiza transparencia y respeto a las normas procesales. Según publicó la prensa especializada, estas consideraciones de Tebas funcionaron como respuesta directa a los reproches externos, principalmente de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, cuya postura incrementó la confrontación entre las principales figuras del fútbol nacional en torno al desarrollo y la gestión del proceso judicial.
De acuerdo con lo reportado por diversos medios, Florentino Pérez expresó en un encuentro informal con periodistas reunidos en la sede deportiva del club sus dudas sobre el comportamiento tanto de LaLiga como de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en el caso. El presidente del Real Madrid cuestionó el rol de ambas entidades al señalar: “¿Cómo es posible que la RFEF y LaLiga, que deben velar por la integridad de la competición y perseguir que se haga justicia, se comporten de esta manera? ¿A qué se debe su pasividad? Confío en que algún día también lo sabremos”. Estas declaraciones, pronunciadas durante la tradicional comida navideña con la prensa en la Ciudad Real Madrid, fortalecieron la tensión existente entre el máximo dirigente del club y los organismos reguladores, provocando un nuevo capítulo en la disputa institucional relacionada con la investigación.
El medio especializado consignó que la respuesta de Javier Tebas ante estas acusaciones se difundió a través de su cuenta oficial en la red X, recogiendo la atención de diferentes portales informativos. Tebas desestimó enérgicamente el calificativo de “pasividad” atribuido a LaLiga y defendió su actuación en todas las etapas del caso Negreira. Precisó que, durante la comparecencia mencionada, el fiscal realizó 19 preguntas, el abogado de Estrada Fernández formuló dos, y solo después intervino el representante legal del organismo que preside. Posteriormente, el turno correspondió al abogado del Real Madrid, cuyas preguntas, según Tebas, ya habían sido contestadas previamente por testigos como Luis Enrique y Valverde.
Según detalló el medio, Tebas calificó los reproches formulados desde el club blanco como “teatro”, una expresión que utilizó para restarles veracidad, e insistió en que interpretar la actuación de LaLiga como insuficiente supone “despreciar el procedimiento judicial y faltar al respeto a la inteligencia de cualquier persona que sepa cómo funciona un juzgado”. El presidente de LaLiga, según señaló la prensa, buscó así desvincular a la organización de cualquier acusación sobre posibles maniobras mediáticas relacionadas con el proceso.
En su declaración, recogida por diversos medios, Tebas añadió: “LaLiga respeta los procesos, actúa cuando debe y no construye relatos. Otros, lamentablemente, sí”. Con estas palabras, reafirmó el compromiso institucional de no interferir en la percepción social o mediática del caso, en contraposición a lo que él identifica como intentos externos de moldear la opinión pública sobre el desarrollo del proceso judicial.
Esta confrontación entre los máximos dirigentes de LaLiga y el Real Madrid se produce en un escenario marcado por la repercusión institucional y mediática del caso Negreira, según subraya la cobertura periodística nacional. El expediente judicial involucra sospechas de irregularidades que afectan tanto a clubes como a entidades reguladoras, lo que amplifica el impacto de la crisis en la gestión ética y administrativa del fútbol español.
El análisis de medios especializados apunta a que este nuevo episodio no representa un hecho aislado, sino que revela una brecha persistente en la relación entre las principales instancias de poder futbolístico en España. La prensa indica que la desconfianza entre dirigentes ha dificultado la construcción de consensos sobre cuestiones centrales como la integridad del campeonato y la conducción transparente de investigaciones complejas.
Tal como consignaron varios reportes, la reiteración de posturas enfrentadas por parte de Javier Tebas y Florentino Pérez contribuye a prolongar el conflicto en el ámbito institucional. Esta situación ha incrementado la dificultad para que actores relevantes del fútbol nacional acuerden medidas comunes y refuercen la confianza pública en los procesos de supervisión y sanción.
La cobertura mediática indica que la tensión entre LaLiga, la RFEF y el Real Madrid no solo se manifiesta en los procedimientos judiciales, sino que ha trascendido al plano público y comunicacional. Desde la apertura del caso Negreira, la disputa acerca de la responsabilidad de los organismos encargados de salvaguardar la equidad en la competición se ha convertido en uno de los principales focos de atención. El debate en torno a la función y el alcance de estas instituciones es considerado por los medios como uno de los problemas de mayor envergadura para el fútbol español actual.
Según explicó la prensa, el entorno que rodea al caso refleja una dificultad estructural de las principales entidades futbolísticas de España para presentarse conjuntamente ante temas de relevancia judicial y ética. Las declaraciones y acciones del entorno dirigencial han estimulado la proliferación de discusiones relativas a los modelos de supervisión, las obligaciones procesales y los límites de la actuación mediática en procedimientos judiciales de alto perfil.
La persistencia de estos desencuentros, tal como destacan los análisis publicados, afecta directamente la percepción y la imagen pública del fútbol nacional. Las divergencias expuestas tanto por Tebas como por Pérez siguen influyendo sobre la narrativa dominante en torno al caso Negreira y sobre la confianza que, a juicio de los medios, los aficionados depositan en los principales actores responsables de garantizar el correcto funcionamiento del sistema competitivo y disciplinario en España.

