
La transformación de oficinas y locales comerciales en viviendas, una tendencia que se ha acelerado en entornos urbanos donde el desarrollo residencial se enfrenta a la escasez de suelo, está marcando una adaptación del mercado a la presión creciente de la demanda y a la limitada disponibilidad de oferta. Según el Grupo Tecnitasa, citado por Europa Press, este fenómeno se intensifica debido a la facilidad administrativa cuando el objetivo es incrementar el parque de viviendas, especialmente con precios moderados.
El desequilibrio entre la oferta y la demanda continúa profundizándose en el mercado residencial, con una diferencia notable entre las viviendas disponibles y las necesidades de la población. El Grupo Tecnitasa estimó que, para el próximo año, solamente se incorporarán cerca de 100.000 viviendas nuevas anualmente, mientras que la necesidad de hogares supera ampliamente esa cifra. Entre los factores que contribuyen a este crecimiento de la demanda se encuentra un fuerte flujo migratorio, lo que eleva aún más las tensiones sobre el mercado y empuja los valores al alza. Según la entidad, estas circunstancias se traducirán en un acceso cada vez más restringido a la vivienda para los hogares con menores ingresos, y especialmente para la población joven, tanto a la hora de comprar como de alquilar.
En cuanto a la evolución de los precios, el Grupo Tecnitasa proyectó que el coste de la vivienda de obra nueva incrementará en torno al 10% en 2026, mientras que el precio de la vivienda de segunda mano se situará en un 8% más que el año previo. Por su parte, las rentas de alquiler experimentarán un alza estimada en el 12% durante el mismo ejercicio. Esta subida en el alquiler responde a una conjunción de factores: la disminución de oferta ante la percepción de incertidumbre jurídica por políticas públicas consideradas intervencionistas y la continuidad de una demanda intensa. El medio Europa Press detalló que esta coyuntura está afectando de manera más acusada a las áreas donde se concentran mayores solicitudes de vivienda.
El presidente del Grupo Tecnitasa y titular de la Asociación Profesional de Sociedades de Valoración (Atasa), José María Basáñez, explicó que este entorno, caracterizado por el desacople entre la oferta y la demanda, genera un “acceso a la vivienda cada vez más complicado para los hogares con menor renta y, especialmente, para los jóvenes, tanto en compra como en alquiler”. Estas declaraciones, citadas por Europa Press, reflejan la dificultad creciente que enfrentan sectores de la población en su búsqueda de soluciones habitacionales, en un contexto donde los precios tienden al alza y la oferta permanece estancada.
Ante la falta de nuevas promociones residenciales, principalmente por la escasez de suelo en zonas urbanas consolidadas, gana fuerza la reutilización y reconversión de edificaciones ya existentes. Europa Press informó que las administraciones muestran una mayor disposición a agilizar los procedimientos urbanísticos cuando los inmuebles terciarios, como oficinas, son transformados en residencias, especialmente si se orientan a precios accesibles. Además, ciertos locales comerciales considerados inviable su explotación tradicional también se están convirtiendo en viviendas destinadas tanto al alquiler asequible como a la vivienda social, ampliando así la base de la oferta orientada a segmentos vulnerables.
Las previsiones de Grupo Tecnitasa, recogidas por Europa Press, muestran que la presión alcista sobre precios persistirá en tanto no se equilibren los ritmos de construcción con la demanda generada, destacando que las políticas de intervención en el mercado, así como las tendencias migratorias y el dinamismo económico, continuarán actuando como elementos que condicionan la evolución inmobiliaria en los próximos años.


