El Banco Central de Argentina modificará las bandas de flotación cambiaria a partir de 2026

La autoridad monetaria presentó un nuevo esquema con límites revisados que se ajustarán según la variación del índice de precios, buscando fortalecer las reservas, impulsar el crédito y converger la inflación local al estándar internacional

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El Banco Central de la República Argentina estableció como meta incrementar la base monetaria al 4,8% del producto interno bruto para diciembre de 2026, partiendo del 4,2% actual, una expansión que prevé financiar mediante la compra de 10.000 millones de dólares, equivalentes a 8.514 millones de euros. Según informó el organismo a través de un comunicado oficial, esta medida busca fortalecer las reservas internacionales y establecer un entorno de mayor estabilidad, favoreciendo las condiciones de inversión, consumo y acceso al crédito en el país.

De acuerdo con la información publicada por el Banco Central, a partir del 1 de enero de 2026 entrará en vigor un nuevo esquema para las bandas de flotación del mercado cambiario. El organismo detalló que tanto el límite superior como el inferior de la banda cambiarán con frecuencia mensual, utilizando como referencia el último índice de precios al consumidor disponible. La actualización de las bandas estará diseñada para que el régimen cambiario refleje de manera automática la variación de la inflación interna, lo que permitiría amortiguar movimientos bruscos en el tipo de cambio e impulsar la convergencia de la inflación local hacia el promedio internacional.

El medio institucional también puntualizó que la política de acumulación de reservas internacionales funcionará en simultáneo con las demás herramientas monetarias. Según consignó el propio Banco Central, la intervención diaria en el mercado de divisas, mediante la compra de reservas, se limitará al 5% del volumen total negociado cada día. La finalidad de esta intervención proporcional es evitar desajustes originados por adquisiciones demasiado elevadas o insuficientes de moneda extranjera, manteniendo la intervención alineada con la dinámica real de la actividad cambiaria.

En el comunicado difundido, el Banco Central anticipó que la instrumentación de este marco permitiría iniciar una nueva etapa de expansión del crédito al sector privado, impulsada por incentivos para incrementar la inversión, las exportaciones y el consumo. El organismo explicó que el abastecimiento de dinero responderá a este plan de adquisiciones de reservas, mientras se sostendrá un perfil contractivo de la política monetaria. Tal como remarcó el Banco Central, la oferta de dinero crecerá a un ritmo más moderado que la demanda, una orientación que, según la entidad, propiciará el avance en la reducción del nivel de inflación.

En la declaración oficial, la autoridad monetaria subrayó que la prioridad de su gestión será consolidar la estabilidad de precios: "Con el fin de consolidar la estabilidad de precios, el Banco Central de la República Argentina anuncia el inicio de una nueva fase del programa monetario. Los esfuerzos de la autoridad monetaria priorizarán el objetivo de alcanzar la convergencia de la inflación doméstica al nivel de inflación internacional”, según recogió el propio comunicado institucional.

El Banco Central señaló adicionalmente que estas directrices persiguen la compatibilidad con el restablecimiento del acceso del Tesoro nacional a los mercados internacionales de capital. El organismo explicó que la refinanciación de vencimientos de deuda en moneda extranjera contribuiría a que las reservas internacionales acumuladas permanezcan bajo control de la entidad y no deban utilizarse para cancelar obligaciones externas de forma inmediata, asegurando así mayor solidez financiera y capacidad de reacción ante eventuales choques originados en el contexto internacional.

El comunicado detalló que la actualización mensual de los límites de bandas cambiarias, en consonancia con las variaciones del índice de precios al consumidor, está pensada como una herramienta flexible que se adapte a cambios en el entorno económico. Según publicó el propio Banco Central, este mecanismo mitigará riesgos de movimientos abruptos en el mercado de divisas y consolidará las expectativas de los agentes económicos sobre la estabilidad de las condiciones financieras internas.

Todas las medidas y operaciones previstas tomarán en cuenta el comportamiento observado de la liquidez cambiaria y proyecciones que se actualizarán periódicamente sobre la demanda de dinero. En palabras de la autoridad monetaria, este enfoque reduce la posibilidad de desajustes derivados de la utilización simultánea de múltiples instrumentos de política económica sin coordinación entre sí.

En el marco anunciado, el Banco Central estimó que el impacto combinado de las medidas delineadas resulta adecuado para estimular la actividad económica, fomentar el crecimiento del crédito privado y respaldar el proceso de recuperación de reservas internacionales, con la meta final de consolidar la estabilidad de precios y avanzar hacia un entorno de menor inflación, mayor previsibilidad y estabilidad financiera durante los próximos años, según resumió la comunicación oficial emitida por la institución.