EEUU y Paraguay firman un acuerdo que establece el marco para el despliegue de tropas estadounidenses

La firma del acuerdo regula la colaboración militar y humanitaria entre los dos países, estableciendo directrices sobre derechos, operativos y responsabilidades legales, y buscando reforzar la capacidad de respuesta ante emergencias sin comprometer la soberanía nacional

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La actualización de los procedimientos vinculados a la cooperación militar entre Paraguay y Estados Unidos contempla nuevos parámetros para la asistencia humanitaria y la gestión conjunta de emergencias, dentro de un ambiente de respeto a los marcos legales nacionales y a la soberanía. Según consignó el medio, ambos gobiernos firmaron el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA, por su sigla en inglés), el cual regula la presencia y las actividades del personal del Pentágono en territorio paraguayo y formaliza directrices operativas, legales y administrativas para responder a situaciones de crisis y fortalecer la colaboración en el ámbito de seguridad.

De acuerdo con lo publicado, la suscripción del acuerdo se llevó a cabo este lunes entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano. El portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Tommy Pigott, puntualizó que el SOFA sienta las bases para una colaboración amplia, abarcando capacitaciones bilaterales y multinacionales, apoyo en la respuesta ante catástrofes y el desarrollo de ejercicios en materia de seguridad compartida. Tal como detalló el medio, la administración estadounidense destacó tanto el impulso al intercambio operacional como la reorganización de capacidades, con el objetivo de enfrentar escenarios que afecten la seguridad regional.

El acuerdo prevé mecanismos para la entrada y salida ordenada de personal militar extranjero, el uso detallado de infraestructuras logísticas y sistemas de intercambio de información técnica. Estas disposiciones, señaló la fuente, buscan optimizar la operatividad conjunta y alinear las tareas tanto con los intereses de Paraguay como con los de Estados Unidos. Además, el documento establece un marco legal que regula la protección y los derechos del personal desplegado, delimitando responsabilidades y explicitando el respeto a la legislación paraguaya.

Según remarcó el portavoz Tommy Pigott durante el anuncio, “el acuerdo fortalece una larga colaboración y respalda nuestras prioridades compartidas. (Rubio y Ramírez) han expresado su confianza en que el acuerdo fortalecerá la soberanía de ambos países y mejorará nuestra cooperación para una mayor estabilidad y prosperidad en la región”. Pigott agregó que el SOFA tiene un propósito manifiesto de certidumbre para actores institucionales y ciudadanos, precisando los límites de la cooperación militar sin alterar la autonomía nacional de Paraguay.

El medio resaltó que la firma del SOFA responde a la necesidad de dotar de mayor previsibilidad y estructura a la relación bilateral de seguridad, permitiendo que la cooperación en respuesta a emergencias y asistencia se lleve adelante bajo controles normativos y en consonancia con los estándares internacionales aceptados. Las autoridades de ambos países aclararon que el acuerdo no implica el establecimiento de una presencia militar estadounidense permanente, sino la regulación de interacciones puntuales, ajustadas a los acuerdos multilaterales en defensa y protección civil.

La formalización del marco normativo, reportó el medio, es el desenlace de negociaciones prolongadas, con consultas y estudios jurídicos para alcanzar una base sólida que repercuta en una interacción militar transparente y responsable. La importancia estratégica de Paraguay en el Cono Sur fue reconocida por los delegados, quienes coincidieron en la necesidad de fortalecer los canales de cooperación que permitan optimizar la respuesta frente a riesgos transnacionales y desastres de origen natural, profundizando la preparación y adaptando las capacidades estadounidenses a las condiciones locales.

El texto del SOFA también comprende directrices para la coordinación en iniciativas humanitarias, la definición de funciones en acciones conjuntas y la protección de los derechos de las personas involucradas, siempre bajo la premisa de respeto a la legislación nacional. Esta normativa persigue un equilibrio entre la colaboración externa y la preservación de la soberanía paraguaya, buscando consolidar la confianza bilateral y proyectar la relación en defensa hacia mayores niveles de transparencia y reciprocidad. Según detalló el medio, la actualización legal facilitará la planificación ante amenazas emergentes e incrementará la eficiencia en intervenciones conjuntas, al tiempo que afianza la posición de Paraguay como socio estratégico y referente en materia de seguridad regional.

Durante las intervenciones de las delegaciones, se subrayó el carácter histórico de la firma, considerando la larga tradición de vínculos militares entre ambos países. Los funcionarios recalcaron que el contenido del acuerdo refleja la intención de avanzar hacia una interoperabilidad fluida y una cooperación cada vez más cercana frente a desafíos hemisféricos persistentes. La ratificación de este acuerdo, según reportó el medio, ocurre en un contexto de renovada atención sobre los desafíos de seguridad que enfrenta la región y la necesidad de articular alianzas flexibles adaptadas a entornos dinámicos.

El medio destacó, además, que el SOFA representa una pauta de transparencia e institucionalización de la cooperación, con el propósito de brindar certidumbre a las distintas partes involucradas. Las autoridades consultadas insistieron en que la implementación del acuerdo será ajustada a las prioridades y capacidades nacionales, sin comprometer la autonomía de acción de Paraguay. El pacto formaliza así un marco operativo y legal para las actividades del Pentágono en suelo paraguayo, con un alcance limitado y condiciones sujetas a supervisión y revisión periódica dentro de las instancias bilaterales y multilaterales pertinentes.