El Papa pide "oportunidades reales" de reinserción para presos y afirma que la justicia es "un proceso de reparación"

Durante una ceremonia en la Basílica de San Pedro, Francisco ha instado a gobiernos y sociedades a implementar estrategias efectivas para la reintegración de internos, subrayando la importancia del perdón y el apoyo para superar el estigma y evitar la marginación

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Durante la homilía celebrada en la Basílica de San Pedro, León XIV expuso el deseo del Papa Francisco de que se promuevan formas de amnistía o condonación de penas enfocadas en la recuperación de la confianza y la esperanza de los internos, confiando en que esta aspiración se materialice en diversos países. Ante funcionarios de prisiones, personas reinsertadas, reclusos y voluntarios, el Papa solicitó que los Estados y la sociedad implementen estrategias concretas para garantizar “oportunidades reales” de reinserción a las personas privadas de libertad. De acuerdo con la información publicada, el Pontífice recalcó que “ningún ser humano coincide con lo que ha hecho” y que la justicia debe entenderse como “un proceso de reparación y reconciliación”.

Durante el último gran evento del Año Santo, conocido como el Jubileo del mundo penitenciario, el Papa Francisco pidió nuevas alternativas para el acompañamiento y reinserción de las personas encarceladas, según consignó el medio. En su intervención, insistió en que el acceso a verdaderas posibilidades para reconstruir la vida constituye una prioridad que debe materializarse en políticas públicas y proyectos concretos.

El Papa identificó varios desafíos que afectan a los sistemas penitenciarios en la actualidad, tales como el hacinamiento, la escasez de programas formativos y laborales, y la ausencia de acompañamiento personal y social, detalló el medio. Enfatizó que estos factores agravan tanto el sufrimiento interior de los internos como las dificultades para su integración efectiva en el entorno social al cumplir su condena.

Francisco abordó también la importancia de considerar las secuelas emocionales y físicas que cargan quienes han pasado por el sistema penitenciario. El Pontífice señaló que existen heridas profundas “en el cuerpo y en el corazón”, sumadas a la “infinita paciencia” que requieren los procesos personales de conversión y reintegración. Además, advirtió sobre la tentación de la rendición y la dificultad de perdonar, tanto hacia uno mismo como hacia los demás, como parte de un camino complejo que demanda apoyo continuado, indicó el medio.

Dirigiéndose a quienes trabajan en el acompañamiento y la reinserción, el Papa manifestó que la cárcel constituye un entorno difícil donde incluso las mejores intenciones suelen enfrentar obstáculos considerables. A este respecto, exhortó a no desanimarse frente a las adversidades, sino a mantener una actitud perseverante, valiente y dispuesta a la colaboración, recalcando la importancia de la tarea de quienes participan en la vida penitenciaria.

Al final de la ceremonia, el Pontífice puntualizó que el perdón y el apoyo de la comunidad resultan claves para que las personas puedan superar el estigma y evitar la marginación tras su salida de prisión, un mensaje que fue escuchado por los diversos actores del mundo penitenciario congregados en San Pedro. Según informó el medio, el llamado del Papa se extendió tanto a las autoridades responsables de las políticas carcelarias como al conjunto de la sociedad, para que ambos sectores participen activamente en facilitar la reconstrucción del tejido social y la dignidad de las personas reclusas.