
Durante las últimas semanas, el director de la Agencia Espacial Europea, Josef Aschbacher, ha respondido públicamente a especulaciones acerca del cometa interestelar 3I/Atlas, descartando enérgicamente cualquier vínculo con fenómenos de origen no identificado. Según detalló Europa Press, Aschbacher declaró: "Lo hemos observado muy bien y puedo asegurar que no son alienígenas, no es lo que algunas especulaciones creen que es. Es un cometa que se mueve a muy alta velocidad y está pasando por nuestro sistema solar. Lo hemos medido, lo estamos observando y sabemos muy bien lo que pasa". Estas declaraciones acompañan el intenso monitoreo internacional de la trayectoria y las características del objeto, al tiempo que se aproxima a su distancia más cercana a la Tierra, prevista para el viernes 19 de diciembre.
De acuerdo con Europa Press, el cometa 3I/Atlas se situará a unos 270 millones de kilómetros de la Tierra, lo que equivale aproximadamente a 1,8 veces la distancia media entre nuestro planeta y el Sol. Pese a estar más próximo que nunca, 3I/Atlas permanecerá al otro lado del Sol y no representa una amenaza para la Tierra ni para el resto de planetas del sistema solar, resaltaron autoridades espaciales citadas por el medio. El acercamiento más próximo al Sol se produjo el 29 de octubre, cuando el objeto interestelar alcanzó 203 millones de kilómetros de la estrella. Previamente, el 3 de octubre, el cometa estuvo a 29 millones de kilómetros de Marte, lo que marcó su punto más cercano al planeta rojo.
La Oficina de Defensa Planetaria de la ESA mantiene un seguimiento activo del cometa y colabora con observatorios de todo el mundo. Según consignó Europa Press, astrónomos utilizan telescopios en Hawái, Chile y Australia para rastrear la trayectoria de 3I/Atlas y, paralelamente, buscan pruebas de su presencia en registros de datos anteriores a su descubrimiento, en un procedimiento denominado 'prerecuperación'. El Orbitador de Gases Traza ExoMars de la ESA proporcionó información a partir de la cual el equipo de defensa planetaria de la agencia pudo mejorar la predicción de la ubicación del cometa en un factor de diez, optimizando así el rastreo durante su paso por las cercanías del sistema solar.
Europa Press explicó que el máximo de acercamiento actual se da en el contexto de un paso a alta velocidad por el interior del sistema solar. El cometa 3I/Atlas viaja a más de 68 kilómetros por segundo (aproximadamente 245.000 kilómetros por hora), y su órbita, de tipo hiperbólica, confirma que el objeto no forma parte del sistema solar. Estas características sitúan a 3I/Atlas como un auténtico forastero en comparación con astros locales cuyos orígenes son comunes. Los cometas interestelares, como 3I/Atlas, son extremadamente infrecuentes y pueden aportar información sobre procesos de formación planetaria en sistemas estelares ajenos al propio.
Conforme a los datos mencionados por Europa Press, los especialistas han estimado que el núcleo del cometa 3I/Atlas tiene un diámetro que oscila entre 10 y 30 kilómetros. El objeto fue descubierto el 1 de julio de 2025 utilizando el telescopio ATLAS —Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides— ubicado en Río Hurtado, Chile. Inmediatamente después de su detección, la órbita inusual del cometa atrajo la atención de la comunidad astronómica, señalando su probable origen interestelar, una hipótesis que posteriormente fue confirmada.
La particularidad de estos objetos radica en que, a diferencia de planetas, lunas y otros cuerpos que comparten un origen común en el sistema solar, los cometas interestelares constituyen materia expulsada de otros sistemas estelares. El análisis de su composición y comportamiento permite a los científicos observar materiales primitivos formados en escenarios distintos al entorno solar y así ampliar el conocimiento sobre la formación de planetas más allá del sistema solar, según explicó Europa Press.
En cuanto a la actividad cometaria, Europa Press reportó que el Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA detectó a comienzos de agosto una columna de polvo que emergía de la superficie del cometa expuesta al Sol, acompañada por el inicio de una cola de polvo. Este comportamiento, característico de cometas procedentes del sistema solar, se debe a la sublimación de hielos y la liberación de gases y partículas a medida que el objeto se acerca a la estrella. Las observaciones del Telescopio Espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA, realizadas hacia finales de agosto, confirmaron la liberación de dióxido de carbono, agua, monóxido de carbono, sulfuro de carbonilo y hielo de agua como consecuencia del incremento de temperatura solar.
La misión Juice de la ESA también captó, en fechas cercanas al perihelio del cometa, imágenes reveladoras de su halo y evidencias de dos colas, según informó Europa Press. Estos datos ayudan a desentrañar la dinámica y naturaleza de cuerpos que ingresan al sistema solar a velocidades extraordinarias y proporcionan un contexto comparativo con los cometas originarios de la región solar local.
Aunque la ESA ha considerado diversas propuestas para investigar de cerca este tipo de objetos, sus responsables descartan visitar 3I/Atlas debido a su elevada velocidad, lo que dificulta el envío y llegada oportuna de una sonda espacial capaz de interceptarlo o aterrizar en su superficie. En cambio, la agencia se orienta al desarrollo de la misión Comet Interceptor, prevista como la primera en visitar un cometa procedente directamente de regiones externas al sistema solar, con el objetivo de analizar material que permanezca en estado prístino desde los orígenes del propio sistema solar. Europa Press puntualizó que, aunque las probabilidades de interceptar un cuerpo interestelar como 3I/Atlas son bajas por su infrecuencia, la vigilancia global se mantendrá activa para identificar eventuales oportunidades científicas.
Según la misma fuente, la identificación oficial del cometa como 3I/Atlas (C/2025 N1) se realizó tras la confirmación de su órbita y su naturaleza foránea por parte de astrónomos de diferentes partes del mundo. Estos esfuerzos colectivos permiten no solo definir la trayectoria y el comportamiento del objeto, sino también fortalecer la cooperación entre agencias y observatorios en la investigación de fenómenos asociados a material procedente de otros sistemas estelares.


