Las autoridades confirmaron que de los siete heridos en el tiroteo registrado en la Universidad de Brown, en Rhode Island, solo uno continúa en estado crítico, y que la institución académica ya ha levantado la orden de clausura tras el ataque. El alcalde de Providence, Brett Smiley, informó en rueda de prensa sobre la detención de un sospechoso vinculado al incidente, según publicó la cadena NBC.
De acuerdo con la cobertura de NBC, la detención ocurrió después de que fuentes policiales comunicaran que el individuo portaba un arma con “características únicas” que coincidirían con el arma empleada en el ataque de la universidad. Aunque la persona arrestada permanece bajo custodia, de momento no se le ha imputado ningún cargo, detalló la misma fuente.
El tiroteo, registrado el sábado en las instalaciones de la Universidad de Brown, dejó como saldo al menos dos personas fallecidas y otras siete heridas. El medio NBC subrayó que las fuerzas del orden investigan si el arma incautada pertenece efectivamente al atacante, ya que las características del objeto confiscaron corresponden a las reportadas por los testigos del suceso.
En la conferencia ofrecida por el alcalde Smiley, se informó que entre los heridos, seis presentan estado estable, mientras que uno permanece grave. El funcionario explicó que se mantiene la asistencia médica a las víctimas y se efectúan todos los procedimientos requeridos para dar atención a quienes resultaron afectados. NBC reportó que la investigación continúa, con la colaboración tanto de la policía local como de equipos forenses encargados de analizar la evidencia encontrada.
Por parte de la Universidad de Brown, su rectora Christina Paxon anunció que la orden de clausura, que se había declarado tras el tiroteo por motivos de seguridad, fue levantada en las horas siguientes una vez que la policía determinó que no existía una amenaza inminente. Según indicó Paxon en declaraciones reproducidas por NBC, la decisión busca restablecer la actividad normal cuanto antes, aunque se mantienen refuerzos en la vigilancia y medidas adicionales para garantizar la seguridad en el campus.
Los investigadores se centran en esclarecer las circunstancias que derivaron en el tiroteo y en averiguar si el sospechoso actuó solo o con cómplices, indicó el medio estadounidense. Se aguarda información adicional de los equipos forenses para determinar si el arma decomisada corresponde definitivamente a la utilizada en el ataque. Las autoridades no han dado a conocer la identidad del sospechoso ni de las víctimas.
La policía, según añadió NBC en su cobertura, ha solicitado la colaboración ciudadana para recabar más datos que contribuyan a dilucidar los hechos. Continúan las entrevistas con testigos presenciales y se analizan grabaciones de cámaras de vigilancia instaladas en el perímetro universitario.
La comunidad universitaria manifestó su consternación por lo ocurrido y exhortó a brindar asistencia psicológica a estudiantes y empleados. La administración de la Universidad de Brown emitió un comunicado dirigido a los familiares de los afectados, expresando disposición para ofrecer apoyo y recursos durante el proceso de recuperación. NBC informó que las clases y actividades académicas se reanudarán conforme a las indicaciones de las autoridades educativas y sanitarias.
Hasta el momento, el caso se encuentra en desarrollo, bajo la estricta supervisión de organismos estatales y federales, remarcó NBC en su cobertura. Las fuerzas de seguridad mantienen controles reforzados en la zona, al tiempo que avanzan en la recopilación de pruebas para esclarecer cómo se produjo el ataque y delimitar responsabilidades.

