
La persistencia de fenómenos como la niebla densa en ámbitos como Lugo, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), ha ocasionado dificultades significativas para la circulación interurbana, exigiendo máxima precaución en carretera y la activación de avisos amarillos por reducción severa de la visibilidad. Esta circunstancia se integra en el contexto de afectación más amplio de la borrasca ‘Emilia’, cuyo impacto ha generado inundaciones, cortes de electricidad y bloqueos en carreteras de diferentes zonas, incluyendo Andalucía, Ceuta, Melilla y Canarias.
El medio AEMET detalló que la acumulación de precipitaciones superiores a los 100 litros por metro cuadrado en el litoral sur andaluz, con énfasis en áreas próximas al Estrecho de Gibraltar, concentra la mayor preocupación de las autoridades debido al potencial de daño a infraestructuras urbanas y servicios esenciales. Las consecuencias ya se perciben, con cortes temporales en el suministro de agua, energía y otros abastecimientos básicos, además de severas restricciones y problemas de circulación en vías regionales, lo cual ha llevado a activar avisos en trece provincias más Ceuta y Melilla.
Según informó la AEMET y según han hecho eco diversos medios, la inestabilidad introducida por la borrasca ‘Emilia’ se ha manifestado con una variedad de fenómenos adversos. En Canarias, la caída de nieve a cotas por debajo de los 1.400 metros en el interior norte de las islas derivó en restricciones y el cierre de carreteras y senderos de montaña, afectando principalmente a Tenerife, La Palma, La Gomera, El Hierro y Gran Canaria. En estas islas también se mantiene activo el nivel naranja debido a lluvias copiosas, vientos intensos y tormentas localizadas en las zonas septentrionales, mientras que en La Gomera, La Palma, Fuerteventura, Lanzarote y la provincia de Málaga continúan las alertas de nivel amarillo, extendiendo recomendaciones de restricción y limitaciones preventivas.
En el territorio peninsular y en las ciudades autónomas, las rachas de viento intensas en el litoral de Almería, Cádiz, Málaga y Ceuta dificultan la actividad en los puertos y representan un riesgo para operaciones marítimas, especialmente en el mar de Alborán y el Estrecho. De acuerdo con la AEMET, estos episodios han motivado la adopción de medidas extraordinarias en la operatividad portuaria y la navegación comercial y recreativa.
La situación meteorológica actual también ha implicado la activación de diferentes protocolos de emergencia y restricción, según publicó la AEMET. Las autoridades han reiterado la recomendación de restringir la movilidad, evitando desplazamientos no imprescindibles y siguiendo en todo momento las instrucciones oficiales, con el fin de reducir riesgos tanto para la población residente como para visitantes.
En el caso de los riesgos ocasionados por tormentas eléctricas, la AEMET mantiene activos diversos avisos amarillos en Cádiz, Ceuta, Tenerife, La Palma, La Gomera, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote. Estos eventos eléctricos han provocado interrupciones del suministro energético y trastornos en actividades al aire libre, así como en la rutina diaria de las zonas alcanzadas por el temporal.
La previsión de oleaje elevado en las costas ha obligado a implementar protocolos de seguridad en puertos y playas de Almería, Cádiz, Granada, Málaga, Asturias, Cantabria, Guipúzcoa, Vizcaya, Ceuta y Melilla, todos bajo avisos amarillos por la inestabilidad en el mar. A su vez, en Galicia, particularmente en A Coruña, Lugo y Pontevedra, rige nivel naranja por previsión de olas de gran tamaño, lo que afecta tanto la navegación comercial como las actividades recreativas en la costa y la logística portuaria, según consignó la AEMET.
Dentro del análisis de riesgos y respuesta institucional, la AEMET indicó que el archipiélago canario también experimenta restricciones en la navegación debido a la evolución del temporal, lo que ha llevado a los responsables portuarios y de seguridad en playa a adoptar controles más estrictos y fortalecer la vigilancia.
Relativo a las precipitaciones, la AEMET sostuvo que Andalucía, Ceuta, Melilla, Baleares y el este peninsular continúan bajo episodios localmente intensos y de distribución irregular, con Málaga, Cádiz y Ceuta destacándose por acumulaciones que ya rebasan la media habitual de la temporada. Estos registros han elevado los niveles de riesgo para infraestructuras, movilidad y actividad urbana en las regiones señaladas.
El comportamiento térmico durante este episodio atmosférico describe un panorama dispar. La AEMET puntualizó que los valores máximos ascendieron en la franja occidental peninsular, el alto valle del Ebro y el este de la meseta sur, mientras que el sur del Sistema Ibérico y Canarias sufrieron descensos marcados, sumando enfriamiento en las mínimas de la cornisa cantábrica, el norte y los archipiélagos. Las costas mediterráneas y el sudeste mostraron incrementos leves en las temperaturas, mientras que en el resto del país las variaciones permanecieron limitadas.
En cuanto a los vientos, el organismo meteorológico explicó que en Canarias predominan los del norte, con intensificaciones en las islas bajo alerta naranja, mientras en la península predomina el levante, impactando directamente sobre el sur, áreas mediterráneas, Baleares y el sur peninsular, complicando tanto la circulación terrestre como las condiciones para la navegación.
La AEMET resalta que la combinación de cielos grises en el litoral mediterráneo, alternancia de nubes y claros en el interior norte, y estancamiento de densos bancos de niebla, especialmente en Lugo, han caracterizado la jornada, elevando el peligro en desplazamientos por carretera y afectando la organización de actividades diversas, incluidas las de ocio y tiempo libre en áreas de montaña y rurales.
En zonas montañosas del norte, se han registrado heladas de baja intensidad que, según la AEMET, aumentan los riesgos para cualquier actividad cotidiana, además de influir en la planificación de eventos o el uso de servicios en áreas rurales. La combinación de estos factores meteorológicos ha sido motivo para reforzar la presencia de dispositivos de emergencia y promover una vigilancia permanente y adaptada a la evolución del fenómeno borrascoso.
La administración, tanto en su nivel regional como local, dio seguimiento activo a la situación según reportó la AEMET, priorizando la seguridad de los residentes y usuarios de las infraestructuras más expuestas. El despliegue de equipos de respuesta rápida, la adaptación de protocolos de emergencia y la evaluación continua de riesgos buscan reducir el impacto negativo del temporal sobre las personas y la actividad cotidiana en las áreas más vulnerables.
En el conjunto de las regiones afectadas, la AEMET instó a la población a mantenerse informada, posponer desplazamientos no esenciales y ceñirse a las recomendaciones y advertencias oficiales, en el contexto de una situación meteorológica considerada excepcional tanto por la intensidad de las precipitaciones como por la duración e irregularidad de los distintos fenómenos.

