El Ejecutivo hondureño entregó en noviembre y diciembre seis documentos ante organizaciones internacionales como la ONU, la OEA, la CELAC y la Asociación de Estados del Caribe, según consignó Europa Press. Estos informes oficiales solicitan que especialistas y observadores externos evalúen la gravedad de la injerencia de actores foráneos, amenazas criminales y fallos tecnológicos que marcaron las elecciones presidenciales realizadas en noviembre, con el objetivo de restaurar la confianza ciudadana en las instituciones democráticas de Honduras.
De acuerdo con Europa Press, el gobierno encabezado por Xiomara Castro dirigió estos reportes a altos funcionarios internacionales, entre ellos Volker Türk, alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos; António Guterres, secretario general de la ONU; y Albert Ramdin, secretario general de la OEA. Asimismo, diplomáticos de países como Colombia, Panamá y Suiza figuran entre los destinatarios de las comunicaciones, que buscan la vigilancia y respaldo multilaterales frente a los hechos ocurridos tras los comicios.
Europa Press detalló que la denuncia oficial identifica tres preocupaciones principales: la supuesta interferencia del expresidente estadounidense Donald Trump a favor de Nasry Asfura, candidato del Partido Nacional; la actuación de grupos criminales durante la jornada electoral; y las deficiencias en los sistemas tecnológicos encargados de digitalizar y transmitir los resultados. En materia de injerencia extranjera, los documentos entregados sostienen que Trump promovió apoyo internacional en favor de Asfura y sugirió posibles represalias si Xiomara Castro, postulante del Partido Libre, resultaba electa.
Sobre este asunto, la presidenta Castro declaró, según el medio citado: “violó el principio más sagrado de nuestra Constitución: la soberanía reside en el pueblo, exclusivamente en el pueblo hondureño”. Tal como publicó Europa Press, la administración de Castro enfatizó ante los organismos internacionales que cualquier intervención extranjera contraviene los principios constitucionales del país y afecta la legitimidad de los procesos democráticos.
Otra cuestión central expuesta en los informes corresponde a la seguridad durante las elecciones. Los reportes transmitidos a organismos multilaterales incluyeron testimonios de votantes que aseguran haber experimentado intimidaciones y presiones vinculadas a bandas criminales, describiendo cómo estos incidentes obstaculizaron el desarrollo normal de la jornada electoral. Según Europa Press, el gobierno hondureño afirmó que estos hechos incrementaron el temor y la incertidumbre entre los electores, minando la percepción de transparencia y reduciendo la participación ciudadana.
El tema tecnológico también ocupa un lugar destacado en la denuncia presentada por Honduras. Según información de Europa Press, los sistemas utilizados para la digitalización y transmisión de resultados electorales presentaron fallas técnicas, lo que impidió la entrega oportuna de datos y acentuó la preocupación pública sobre la integridad del proceso. Estos problemas derivaron en solicitudes de mayor intervención y observación internacionales, con el propósito de reforzar la credibilidad institucional y mitigar la incertidumbre generada tras el cierre de los comicios.
En cuanto a las cifras electorales preliminares difundidas por Europa Press, Nasry Asfura recibió el 40,53% de los votos, Salvador Nasralla el 39,1% y Xiomara Castro el 19,3%. Estas cifras, especialmente la diferencia estrecha entre Asfura y Nasralla, estimularon el escrutinio público y reavivaron el debate nacional e internacional sobre la legitimidad de los resultados. Salvador Nasralla, segundo en votos, coincidió con el gobierno en sus denuncias respecto a presiones externas, actividad criminal y fallas técnicas que, según su postura, alteraron la confianza en el proceso electoral.
El viceministro de Exteriores hondureño, Gerardo Torres Zelaya, declaró conforme a Europa Press que las acciones diplomáticas y comunicacionales seguirán los lineamientos de la administración Castro, orientándose a obtener el respaldo de la comunidad internacional y de actores regionales a fin de lograr estabilidad institucional. En este contexto, las autoridades reiteraron su requerimiento de acompañamiento, observación independiente y apertura de investigaciones internacionales sobre el impacto de actores foráneos, la influencia de la criminalidad y los problemas tecnológicos señalados durante las elecciones.
Europa Press remarcó que los informes del gobierno advierten sobre la concurrencia de presiones internas y externas durante el proceso electoral, subrayando la necesidad de mayor acompañamiento global para salvaguardar la participación ciudadana y fortalecer el sistema democrático hondureño. Por estas razones, el Ejecutivo de Xiomara Castro reclama ante organismos internacionales que se incremente la vigilancia para esclarecer la magnitud de la injerencia, de la intimidación criminal y de las deficiencias tecnológicas.
Las denuncias de Honduras continúan bajo análisis de la ONU, la OEA y otros actores multilaterales, que mantienen su atención sobre el desarrollo del caso. La administración vigente busca impedir que situaciones similares se repitan en futuros procesos electorales, insistiendo en la importancia de asegurar la transparencia y garantizar la legitimidad mediante el monitoreo y la investigación internacionales. Según lo reportado por Europa Press, el debate permanece abierto tanto a nivel nacional como global, mientras se espera la resolución de las indagaciones y la consolidación de las garantías institucionales exigidas por las autoridades hondureñas.
